Extra 3/¹

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Una leve brisa recorrió su cuerpo.

Estaba desnudo, entre las sábanas. Los tenues rayos del sol alumbraban sus ojos.. y con algo de pesadez los abrió.

Había sido una noche.. alborotada.

Volteó a su derecha dándose cuenta de que ahí se encontraba el que le robaba la energía y por supuesto, el corazón.

Con detenimiento observó su cabello verde, brilloso y sedoso, su largas pestañas, sus pecas..
Su suave piel y bien entrenado cuerpo, adornado con aquellas dolorosas cicatrices pero que a los ojos del mayor eran hermosas por el simple hecho de que se encontrasen en el cuerpo del chico.

Izuku se encontraba dormido con la boca semiabierta.

Katsuki suspiró..

Se levantó cuidando de no despertar al otro, levantó su ropa interior con algo de vergüenza y procedió a bañarse.

Notó algunos rasguños en su espalda y el leve cansancio en su cuerpo. Mientras el agua caía sobre su espalda, comenzó a recapitular en su mente aquellos sueños que había estado teniendo.

Deku, él, y dos figuras blanquecinas, parecidas a pequeños niños que juegan y ríen con ellos.

Figuras sin una forma en particular, simplemente como si esperasen a ser quienes deban ser.

Lo sabía y lo deseaba.. unos niños. Un par de esos mocosos molestos y fastidiosos llenos de inocencia y alegría.

Unos mocosos que lo despierten en las mañanas, a los cuales cuidar y proteger. Amar y educar.

Katsuki Bakugo deseaba tener un par de mocosos. Pero lo que no sabía era si Deku también los querría..

Para Katsuki, Kota era como el sobrino de la pareja y de todos los seres conocidos del pelicenizo.

Al igual que Eri..

Sin embargo, no llenaban aquel vacío, que esperaba pronto llenar.

Tras pasar los años se había puesto a pensar en que sería de él e Izuku, dos hombres no podían tener hijos, sin embargo.. adoptar no se oía para nada mal. Después de todo, mantenían una buena estabilidad economica, a pesar de vivir escapando y huyendo de la policía, pero claro, nunca los atraparían, después de todo, el jefe de toda la corporación era actualmente Yagi Toshinori.

Quien diría que el padrino de Katsuki tomaría ese lugar únicamente para cubrir a su sobrino y a la pareja de éste.

Salió y vistió, le tocaría preparar el desayuno.

Una llamada lo distrajo poniéndolo de mal humor.

- ¡Bakugo!

- Kirishima..

- Hombre necesito tu ayuda..

- ¿Ahora que carajos hiciste?

- ¡No hice nada! Es que.. q-quiero pedirle a Rayito q-que.. se case conmigo... - lo último se escuchó como un susurro. Katsuki se pasó la mano por la cara irritado y procedió a contestar.

- Llevas diciéndome eso desde hace 2 semanas.. incluso creí que ya lo habías hecho.

-- ¡Es que es muy difícil! ¿O acaso tu no has intentado proponérselo a Midoriya?

- ¡CALLATE! N-no es que no pueda.. Deku aceptaría sin dudarlo..

- ¿Estás seguro?

- ¡C-claro que si!.. - ¿O no..?

- Ugh.. se que si. Midoriya te ama demasiado y casi dio la vida por ti. Tú mismo acabaste con Overhaul por él y pasaste mucho tiempo sin poder si quería abrazar a alguien más por serle fiel a su recuerdo..

RECLUSO (Katsudeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora