Capítulo 24

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La noche había caído e Izuku y Katsuki se encontraban acostados en sus respectivas camas mientras escuchaban las puertas de las celdas siendo cerradas.

- Oe, Izuku.

- ¿Mhh?

- ¿Cómo fué que te hiciste esas cicatrices de tus brazos?

Katsuki trataba de conocer un poco más a su compañero. Aunque dormían en las misma celda y habían pasado algunas semanas junto, no eran nada cercanos.

- Peleas..

- Creí que eras un niño bien - rió el pelicenizo.

- Lamento decepcionarte - devolvió con una sonrisa el menor.

- Eres hermano de Deku después de todo... Él nunca me dejó ver con claridad su piel o rostro. Siempre se maquillaba y ocultaba su verdadero ser con materiales que mi padre le prestaba o incluso regalaba...

Izuku lo imaginó. Su madre le había contado algunas cosas que hacía en casa de los Bakugo. Y sabía también que lo hacía por protección de la misma familia, de él mismo, de su madre y de cualquiera que lo conociera.

Ahora tenía tres amigos más a los cuales proteger por ser Daga Verde. Shoto, Iida y Ochako. Si revelaba al aire libre su identidad podría meter en problemas a los suyos.

Y eso hasta cierto punto, incluía a Katsuki, puesto aunque no recordaba demasiado, sabía que fué importante para él, y ya que se sabía que Daga Verde trabajaba para los Bakugo, también podría ponerlos en peligro.

Eso sin contar que Mitsuki había sacrificado la confianza de su familia para ayudarlo a él y a su madre.

- Entiendo.. entonces.. no supiste si tenía cicatrices, ¿No?

- Si pero, en un par de ocasiones volvió golpeado o herido. Pero nunca nos dejaba tratar sus heridas, él mismo las trataba así que tampoco sé con claridad si aún las tendría..

- Cuéntame más.. de "esa" noche..

Katsuki se quedó en silencio en segundos para luego suspirar.

- Fue.. la noche más hermosa.. y la más horrible al mismo tiempo que pude haber vivido..

Izuku sentía el pesar de esas palabras y escuchó en silencio esperando a que el otro continuase.

- Recuerdo.. que esa noche se veía como una ángel. Pero también como un pingüino.. pero más como un ángel. Especialmente uno de la muerte. Cuando les disparó a esos desgraciados que nos atacaron, los acabó en menos de un minuto, pero al final lograron dispararle. Después solo vi un último destello en su mirada. Y por último, un hombre de cabello azul con traje extraño se acercó a ayudarlo, creo que era un policía de ahí.

- Y.. ¿Fue la noche más hermosa porque se veía bien?

- Claro que no idiota. Esa fue la primera y última noche en la que pude probar los labios de ese enano. - Katsuki estaba melancolico y dió por terminada la conversación cuando el otro se quedó callado.

Cerró los ojos y pronto se quedó dormido. Izuku notando ésto, tomó su almohada y la pegó en su rostro ahogando un pequeño gritito de.. ¿Emoción? ¿Alegría? ¿Miedo? ¿Todas juntas? No lo sabía, pero parecía un estúpido adolescente.

Mierda..

A Izuku le gustaba su compañero de celda.

.

.

.

- ¡ESTÚPIDA RANA!

Ochako estaba pegada a la computadora gritando insultos y demás. Competía en un videojuego contra otra chica. Poco a poco estaba superando el horrible trauma que había tenido tiempo atrás, y los videojuegos si que eran buena terapia.

RECLUSO (Katsudeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora