Capítulo 19

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Después de un largo abrazo entre Kirishima y Denki, el primero lo tomó por el rostro..

- No tienes que pensar en esos idiotas, eres alguien increíble, alocado, alegre, eres un solecito que aquel que se atreva apagarte merece el peor de los castigos.. Mei perdió un gran amigo, y Shinso perdió a aquel que hubiera muerto por él.. Tú no perdiste.. ¿Me oyes?-

Extrañamente el rubio sintió un calor acogedor en el pecho, era felicidad y alegría. Se sentía un tanto nervioso de la cercanía del otro pero unicamente asintió y se alejaron un poco.

- Gracias por.. escucharme..- rió Kaminari algo nervioso..

- Y bien.. ¿Ahora que harás con Mei?-

- No tengo nada que aclarar con ella.. y no tengo intenciones de hablar de todas maneras. Creo que, podré superarlo a pesar de que me ha costado.-

- ¿No crees que podrías emparejarte con alguien más? Digo, enamorandote de alguien más podrías.. ya sabes, ser más feliz, y olvidar lo malo y así...- Dijo "disimuladamente" el pelirrojo tratando de ocultar su rubor sin éxito.

- ¿Uh? Pues.. talvez, pero no me gustaría utilizar a alguien de esa forma.. creo que es mejor que lo supere solo y ya después vería algo como uuna relación..- Contestó el rubio sin mucho interés.

- Pero en fin, eso será después.. iré a ver donde está Bakugo.. ¡nos vemos Kiri!-

Denki estaba a punto de salir de la celda cuando fué tomado por el brazo.

- ¿Uh? ¿Sucede algo?- Cuestionó el más bajo. En ese momento Kirishima se encontraba con la mirada agachada, arrepintiendose de lo que estaba a punto de decir lo soltó y solo le respondió..

- No no es nada, también iré a buscar a Bakugo..- dijo el pelirrojo alzando nuevamente la vista con una sonrisa.

Ambos salieron y mientras el rubio gritaba el nombre de su amigo por las celdas, el otro lo acompañaba en silencio sintiendose un cobarde.

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Izuku no logró contactar a su amiga aún, por lo que rendido decidió distraerse un poco en la pequeña biblioteca del lugar.

Mentiría si dijera que no le daban miedo los otros reclusos y más estando solo, porque para muchos de ellos, el peliverde era uno de esos deliciosos manjares prohibidos que cualquiera disfrutaría los 7 días de la semana.

Le aterraba el hecho de ser abusado de esa manera, él no lo permitiría claro, antes los mataría.. pero eso sería más años a su condena y más problemas para él.

Suspiró tratando de despejar un poco su mente.. ¿Que iba hacer?

Katsuki creía que él era el hermano, y él no sabía si confiar en él.. es decir, una noticia como la de que la Daga Verde estaba vivo sería de gran impacto no solo para el pelicenizo, si no para todo aquel quese enterase de ello. ¿Debería decirle la verdad? ¿Era buen momento?

No.. o tal vez... ¿Si?

Suspiró y se encaminó a darse una ducha. Se sentía algo asqueado con aquel ambiente y sentir el agua fluir por su cuerpo tal vez lo relajaría.. Entró cuidando de que nadie lo viese debido a sus múltiples cicatrices, y en especial la que tenía de bala en el pecho izquierdo.

Comenzó aquello cerrando los ojos y pensando en sus posibilidades y estrategias de sobrevivencia en ese lugar.. además, pensaba en Katsuki y en el hecho de lo dicho por éste en su ultima larga charla.

- Debió ser.. duro.. parece que fueron buenos amigos..

- Lo fue.. cada día.. lo extraño tanto.. Tú serías mi cuñado si él no se hubiera ido..

RECLUSO (Katsudeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora