Extra 3/³

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Bien. La cena había sido un completo caos.

La familia Bakugo había sido nuevamente atacada y los invitados apenas habían logrado salir vivos.

Izuku lamentaba mucho lo sucedido y peor aún que Katsuki se sintiera culpable, y es que no era un buen momento para hablar.

Intentaba aclarar su mente pero se encontraba distraído analizando las imágenes de aquellos rehenes que esa misma organización que los había atacado, habían usado a niños y niñas como si se trataran de ratones esperando para devorarlos.

Se sentía cansado, estresado y por supuesto enojado.

Hacia tiempo que no se encontraba con un caso así. Él recordaba los ojos llorosos de ese niño que no pudo salvar, y recordaba que ese pequeño podría estar siendo buscado por sus padres.

Él recordaba lo mal que se había puesto Aizawa cuando secuestraron a Eri, y claro que no iba a permitir que esos tipos se saliesen con la suya.

Llevada nuevamente noches enteras sin  investigando y buscando contactos para hallar a los responsables pero cada vez se sentía más y más fatigado.

Comenzaba a rendirse.

En ese momento en donde notaría el lápiz le llegó una llamada.

- ¿Diga? - Respondió con voz cansada el pecoso.

- Midoriya..

- ¡¿Shinso?!

- Escucha, ni tengo mucho tiempo, estoy con Neito y nos dirigimos a Italia por algunos asuntos. Pero supe sobre el ataque hacia Bakugo y quería contarte que tengo información sobre quienes los atacaron y sobre la red de tráfico de menores que tienen, te lo enviaré y desecharé éste teléfono.. - el peliverde no pudo contestar ya que el otro había colgado sin embargo, el mismo número le envió imágenes, documentos, videos, capturas de mensajes de texto, nombres, listados, cuentas bancarias y demás.

La caída de esos tipos estaba en sus manos.

Prontamente junto con los mensajes le llegó uno último.

Sé que no merezco el perdón de ti, ni de Bakugo, ni de el resto pero necesitaba ayudarles.. Espero que ésto les sirve, fue Monoma quien me la dió ya que se infiltró al enterarse que las víctimas eran niños. Espero y logres algo, salúdame a Mei.

Bueno, Izuku no consideraba amigo a Shinso. Pero lo veía como un aliado y una nueva persona, una buena y consciente de sus actos.

Intentó dar las gracias pero se dió cuenta que el número le había bloqueado, y lo entendía.

Monoma se había llevado a su pareja a viajar, estafar y enriquecer sus ganancias por todo el mundo.

E Izuku, era alguien de confiar que no los delataría a pesar de todo.

Suspiró y de inmediato llamó a Iida, quién ahora se encontraba nuevamente actuando con su corporativo.

Le contó todo lo sucedido y procedió a enviarle las pruebas, ahora le dejaría el trabajo a él y a Yagi, ahora líder de la policía nacional.

Finalmente se acomodó para dormir.

Pero algo le hacía sentir inquieto, su mente se llenó de imágenes de Katsuki.
Éste se encontraba dormido en otra habitación por el cansancio.

Decidió ir a verle, y ahí lo encontró. Acurrucado en sus cobijas.

Sonrió levemente para luego irse. Necesitaba tomar aire fresco.

Así, vagó por varias calles cuidando de la policía y de los vagabundos, pasó por un pequeño local de hot dogs y se acercó a comprar alguno. Le sorprendía que a esa hora estuviera un hombre atendiendo a la gente.

RECLUSO (Katsudeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora