Bajaba las escaleras rápidamente y sin querer volar atrás. Odiaba todo..
No..
Se odiaba así mismo.
Había sido un idiota. ¿Cómo carajos Katsuki le perdonaría algo así?
Suspiró y sacó un cigarrillo de su bolsillo. Dio una fuerte bocanada y con sutileza comenzó a caminar de entre los cuerpos inertes de los enemigos.
Cuando salió del edificio se dio la sorpresa de encontrar a sus amigos y aliados siendo curados y socorridos por múltiples camionetas.
Quería ignorar aquel sentimiento de tristeza por lo sucedido con Bakugo. Pero primero tenía que asegurarse de que sus seres queridos estuviesen bien, por lo que se acercó a donde vió la cabellera verde de su madre. Sorpresivamente ésta estaba hablando con Mitsuki.. Se detuvo unos segundos recordando que a su madre no le gustaba el olor a tabaco por lo que con rapidez lanzó el cigarrillo y rápidamente se metió una pastilla de menta en la boca. No quería sermones de ambas mujeres.
Mitsuki, era una mujer fuerte y muy parecida a Katsuki. Rió mentalmente al recordar las múltiples peleas que esos dos tenían todo el tiempo y que resonaban por toda la casa asustando a los empleados.
Su sonrisa se borró al pensar que esos días no volverían.
Respiró y se acercó hasta llegar primeramente con la peliceniza.
¿Que hacía ahí? Ni idea. Pero el abrazo que recibió por su parte lo hizo volver a la realidad. Mitsuki tomó su rostro en silencio esperando que Izuku tuviera una pizca de felicidad o algo así. Inko le había contado lo que sucedió en el tejado, iba a matar a su guapo hijo si había osado por lastimar al pecoso.
Izuku esbozó una sonrisa para luego envolver a la peliceniza en un abrazo que la sorprendió pero que de inmediato correspondió.
En la mente de Izuku sucedían mil cosas pero en ese momento, solo se le ocurrió abrazar a quien no había recordado en mucho tiempo. Había olvidado a alguien que era como su segunda madre, que le había ayudado y que había mentido a su propia familia únicamente para ayudarlo.
Se separó del abrazo para luego ir hacia su madre a quien envolvió también, estuvo a punto de perderla. Que idiota era..
En silencio tomó las mejillas de la mayor y con una sonrisa acarició el cabello ajeno. Él estaba consciente de que algún día ella se marcharía, pero de ninguna forma podría haber permitido que se la arrebataran tan pronto.
Cayó en la cuenta de su alrededor y con la mirada comenzó a buscar a cierto niñato pelinegro. Cierto niñato que había salvado la vida de su madre.
- ¿Y Kota? - preguntó sin más.
-Está con Aizawa.. deberías ir a verlo también. - Izuku vaciló un momento, soltó un suspiro u con una sonrisa asintió.
Soltó las cálidas manos de su madre, le dedicó una sonrisa a Mitsuki y se aproximó de entre los vehículos que atendía a heridos y alimentaban a los demás. Ya era tarde y el sol cada vez se ocultaba más.
Al ver a lo lejos a Kota ser atormentado por Kaminari, Kirishima y Sero se acercó a paso rápido pero chocó con una chica.
La fuerza del impacto fue tal que hizo que ambos cayeran al suelo.
Izuku bastante nervioso y lamentado se acercó a la chica para ayudarle y pidiéndole disculpas comenzó a sacudirle un poco de polvo que tenía la pobre.Sin embargo cunado ésta lo miró a la cara se quedó mudo. Hacia años que no veía ese rostro, de hecho solo lo había visto una vez. De no se porque su memoria volvió no la hubiera reconocido.
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RECLUSO (Katsudeku)
Fanfiction- Izuku Midoriya, 20 años. Sospechoso de 45 asesinatos en Japón, ninguno demostrado, señalado de homicidio doloso con pruebas contundentes y testigos. Te consideras ¿Inocente o Culpable? - Culpable. - Izuku Midoriya, usted que se ha declarado culpab...