Izuku había pasado bastante tiempo entrenando a Katsuki. Física y mentalmente. Sabía que le pagarían una recompensa pero además de eso, realmente le había tomado aprecio al pelicenizo, su carácter, su personalidad y su forma de ser le agradaban.
Muchas veces era muy necio y terco pero siempre terminaba en el lado del razonamiento, quería que su entrenamiento y esfuerzo valieran la penapara que en el futuro, quizás pudiesen trabajar juntos, como él y Masaru.
Después de vivir años con él y su familia, su madre había revelado su rostro y se había presentado simplemente como Inko.
Pero Izuku seguía presentandose con su alias, aunque Katsuki le decía Deku, le entristecía no saber el verdadero nombre y rostro de quien sin querer, se había enamorado. Aunque claro, al no estar seguro de ser correspondido nunca fue capaz de decírselo.
En ese momento, Izuku se encontraba hojeando las páginas de un libro llamado "El Psicoanalista" debajo un balcón a la sombra de un cerezo (Sakura). Katsuki lo vió a lo lejos y se acercó a él para sentarse a su lado. Era un día libre y ese día Izuku había decidido descansar un poco de su vida como asesino. La Daga Verde era el nombre que se había propagado por noticieros, revistas, periódicos y redes sociales.
- Deku...
- ¿Si Kacchan?
Katsuki guardó silencio algunos segundos antes de continuar... tragó saliva y continuó..
- Han pasado 4 años desde que llegaste aquí. Pero sigue tiñendote el cabello y ocultando tu verdadera apariencia.. ¿Cuando podré ver como realmente eres? ¿Cuando.. confiarás en mi? Nunca he visto como realizas tus misiones ni tampoco sé nada de ti respecto a quien eres.. solo sé que te gusta el Katsudon y que eres un experto en todo. ¿Cuando sabré quien eres?
Le dijo en un tono algo triste, parecía un niño pequeño. Izuku cerró su libro y suspiró. Él lo sabía. Masaru Bakugo y su familia eran de confianza, él también quería que Katsuki lo viera como realmente era. Pero eso era un riesgo para él, pues si revelaba su identidad a la familia Bakugo, no se podía descartar la idea de que algún día surgiera una traición.
- No podrás saberlo aún.. sé que tu eres de confianza pero.. te lo he explicado antes. Cometer el más mínimo error podría acabarme por completo.
Una joven sirvienta se acercó a ellos interrumpiendolos:
- Joven Katsuki, Joven Deku.. Es hora de comer.
Izuku ultimamente era llamado mas por el apodo de "Deku" que por su alias o por simplemente "joven". Pero no le molestaba en absoluto.
Por el contrario, a Katsuki no le gustaba que otros le llamaran de esa forma a Deku, no le gustaba pues.. ese apodo era de cariño hacia Izuku. Aunque éste no lo supiera.
Izuku se dirigió al comedor junto con su madre y la familia Bakugo. Se acercó a Inko, le besó la frente y se sentó a su lado.
- Ay hijo.. mira que ojeras tienes.. deberías descansar más.
Izuku solo sonrió y asintió. El día pasó y cayó la noche. Esa noche la familia Bakugo asistiría a una fiesta en la mansión de "Los Blancos", un grupo de narcos y políticos que haría negocios con los Bakugo. Aquella ocasión Izuku tenía que asistir debido a que trabaja para ellos, pero su intuición le decían que esas personas no eran de confiar. Además, él personalmente había asesinado al abuelo de esa familia debido a que se dedicaba a la trata de blancas. Así que quizás esa noche intentarían algo contra él.
- Joven... es hora de irnos.
Anunció Aizawa. Habían pasado años pero él seguía ahí trabajando. Izuku asintió y salió de su habitación para seguirlo hacia un auto negro, del señor Bakugo.
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RECLUSO (Katsudeku)
Fanfiction- Izuku Midoriya, 20 años. Sospechoso de 45 asesinatos en Japón, ninguno demostrado, señalado de homicidio doloso con pruebas contundentes y testigos. Te consideras ¿Inocente o Culpable? - Culpable. - Izuku Midoriya, usted que se ha declarado culpab...