Las llantas del auto de Jennie se detenían al frente de una farmacia, la castaña había salido de su casa muy acelerada al enterarse que las pastillas que le recetó el doctor a su abuelo ya se habían acabado.
Lisa y el abuelo se habían quedado en casa, la pelinegra había llegado temprano para visitar al abuelo, o eso fue lo que le dijo a la castaña.
Hoy era el cumpleaños de Jennie, lastimosamente se sentía un poco triste al no ser felicitada por su abuelo esta mañana; Cuando Lisa llegó a la casa su abuelo, pensó que tal vez esta venía para felicitarla por su cumpleaños, pero no fue así. Ninguno de los dos le dijo nada, del abuelo era aceptable por sus problemas en la memoria, pero Lisa si conocía la fecha exacta de su cumpleaños y aún así no lo hizo.
Jennie después de apagar su auto, finalmente se bajó de este para entrar al establecimiento. Ahí se encontró con el dueño del lugar leyendo un periódico que sostenía entre sus manos.
-Oh, Hola Jennie, ¿Qué te trae por aquí?-preguntó el señor amigablemente
-Hola señor Jim....um, a mi abuelo se le acabaron las pastillas.-explicó Jennie y este alzó sus cejas
-¿Tan rápido? pero si viniste la semana pasada...-dijo el señor Jim confundido
-En realidad no sé si se le acabaron o si simplemente las perdió....en conclusión, no hay pastillas.-dijo Jennie y este soltó una pequeña carcajada
-Tu abuelo no cambia, sigue siendo el mismo chico que conocí hace años.-dijo el señor Jim divertido mientras buscaba en los estantes las pastillas que necesitaba la castaña
-La única diferencia es que ahora está arrugado y con muchas canas.-dijo Jennie divertida y el señor Jim soltó una carcajada
-Ok, aquí tenemos.....Lormetazepam, Nabumetona, Moexipril, ciclobenzaprina y....Benazepril.-dijo el señor Jim guardando los recipientes que contenían las pastillas en una pequeña bolsa.
-¿Cuanto sería en total?-preguntó Jennie sacando su billetera
-No, no, tranquila, la casa invita esta vez.-dijo el señor Jim deteniéndola
-¿Qué? no....señor Jim..-dijo Jennie apenada
-Shhhh, la casa invita dije.-repitió el señor Jim y Jennie tragó saliva al ver que este no estaba bromeando
-Está bien, lo aceptaré solo por esta vez. Muchas gracias señor Jim.-dijo Jennie aún apenada
-No es nada, por cierto, ¡Feliz cumpleaños Jennie!-dijo el señor Jim con una gran sonrisa y esta salió del establecimiento no sin antes agradecerle nuevamente al amable conocido.
-Hasta el señor Jim recordó mi cumpleaños...pero ella no.-susurró Jennie soltando un suspiro dolido mientras caminaba hacia su auto. Sus pasos seguían por la mitad de la solitaria calle, el fuerte sonido de un auto acercarse hizo que volteara su vista hacia el costoso auto que se acercaba hacia ella a gran velocidad.
Jennie abrió sus ojos ampliamente completamente asustada a la vez que caía al suelo como reflejo al igual que la bolsa que sostenía en su mano.
El auto se había detenido a unos cuantos centímetros lejos de su cuerpo, los ojos de la castaña seguían abiertos del asombro y su corazón latía demasiado rápido del susto que acababa de vivir.
La puerta del conductor del dichoso auto se abrió, Jennie vio como de este se bajaba uno de sus estudiantes, ahí estaba Yuna acercándose a ella sin una pizca de arrepentimiento.
Jennie mantenía su ceño fruncido completamente confundida y esperando una explicación razonable de parte de esta, pero Yuna mantenía su rostro serio e indiferente.
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Teacher / Jenlisa
FanfictionEnamorarse de alguien mayor nunca estuvo en la lista de Lisa, pero cuando vio a su nueva profesora de matemáticas, todo cambió.