Teacher / Jenlisa

Hogar

Lisa se encontraba en la cocina de la casa de Jennie intentando preparar el desayuno, eran las 9 de la mañana; La castaña había salido muy temprano en busca de trabajo, no había tenido tiempo ni de tomar el desayuno y eso mantenía a Lisa preocupada.

Lisa tomó dos huevos y los rompió en la sarten para fritarlos con la ayuda de un poco de aceite; Quería preparar un delicioso desayuno para cuando regresara su castaña.

Estas habían pasado la noche juntas, Jennie no se separó de esta ni por un segundo después de su aterradora pesadilla; Además le curó sus heridas y la fuerte fiebre que había adquirido al pasar tanto tiempo bajo la lluvia.

Jennie era como un hogar para Lisa, un lugar seguro, donde podía sentirse cómoda y protegida.

Lisa tomó entre sus manos su celular y le dio un vistazo revisando si le había llegado algún mensaje de Jennie, pero lo único que vio fueron las llamadas perdidas que tenía de Yuna.

En ese momento el celular volvió a notificarle que tenía una llamada entrante de Yuna, sus ojos se quedaron fijos en la pantalla pensando repetidas veces en si debería contestarle.

Su dedo dudoso se movía para aceptar la llamada, pensó en contestarle porqué tal vez esta tenía que decirle algo importante, pero al escuchar como abrían la puerta principal dejó su celular a un lado.

-¡Jen!-dijo Lisa saliendo de la cocina para encontrarse con la castaña

-Hola...-dijo Jennie entrando a la casa con un notable cansancio

-¿Cómo te fue?-preguntó Lisa acercándose

-Estoy tan cansada, Dios, me están matando los pies.-dijo Jennie soltando un suspiro y sentándose en el sofá a la vez que dejaba su bolso de mano a un lado.

Jennie llevó sus manos a sus tacones dispuesta a quitárselos pero Lisa se agachó al frente de ella para ayudarle.

-Déjame ayudarte.-dijo Lisa quitándole los tacones suavemente

-Gracias.-dijo Jennie conmovida

-¿Pudiste conseguir empleo?-preguntó la pelinegra dejando los tacones a un lado

-No...solo pude conseguir burlas de hombres asquerosos.-respondió Jennie

-¿Qué? ¿Qué sucedió?-preguntó Lisa preocupada mientras se sentaba a su lado en el sofá

-Visité varios lugares en busca de empleo, pero la mayoría de los jefes eran hombres y me intentaron chantajear para un trabajo sexual. Estoy tan enojada.-bufó Jennie irritada

-¡¿Qué?! ¿Se puede saber a que lugares fuiste a buscar empleo?-preguntó Lisa con su ceño fruncido

-No te diré nada, sé que ahora estás pensando en ir a matarlos.-dijo Jennie segura

-Ohh, claro que quiero matarlos; Haré que se traguen sus palabras.-dijo Lisa enojada y Jennie soltó una pequeña carcajada

-Tranquila fiera, ya no importa.-dijo Jennie restando importancia

-Claro que sí importa, esos imbéciles te faltaron el respeto.-dijo Lisa cansada

-Cariño.....no te preo-iba a decir Jennie a la vez que posaba su mano en la mejilla de esta, pero sintió un olor a quemado que la alertó.

-Lisa....¿Estás cocinando algo?-preguntó Jennie

-Sí, estoy preparando el desayu...¡¡Los huevos!!-gritó Lisa recordando los huevos que había puesto a fritar en la sarten

-¡Maldición!-gritó la pelinegra levantándose rápidamente del sofá para ir a la cocina y Jennie la siguió completamente preocupada

-Se quemaron por completo..-dijo Lisa frustrada al ver el color desagradable que habían tomado los huevos