Jennie y Lisa se econtraban comprando en una panadería, la castaña seleccionaba los panes que quería y los introducía en una bolsa.
Los padres de Jennie las invitaron a cenar en su casa esta noche y no querían ir con las manos vacías.
-Uhmm, ¿Cuál debería llevar?-susurró Jennie indecisa intentando elegir entre todos los que ofrecían.
-¿Debería llevar un Le Pain Brié? ¿O que tal un Le Bougnat?-se preguntó la castaña fijándose en estos. Sus manos divagaban entre las cestas llenas de panes sintiendo su textura.
Entre su vista se cruzó el anillo que permanecía en su dedo anular y una pequeña sonrisa se plasmó en su rostro al recordar que estaba comprometida, y no con cualquier persona, sino con la mujer que le había estado robando los suspiros desde hace muchos años.
-¿Dónde está, Lisa?-preguntó alejando su vista del reluciente anillo para buscar a su pelinegra con la mirada.
El cuerpo de la castaña se tensó al verla a lo lejos charlando con una rubia. Lisa estaba acariciando el pequeño cachorro que esta traía cargado en brazos.
A Jennie se le olvidó por completo su indecisión sobre los panes. Su felina y enojada mirada estaba sobre la bien vestida mujer que le coqueteaba a Lisa.
Su mandíbula se tensó fuertemente al ver como la rubia soltaba pequeñas carcajadas y mantenía esa molesta sonrisa mostrando sus dientes perfectos y hoyuelos bien marcados.
-¿De qué se ríe esa estúpida?-susurró Jennie entre dientes.
Moría por quitarle esa sonrisa a golpes.
Lisa mantenía su mirada en el cachorro, lo acariciaba y jugaba con sus patitas, el pequeño era lo único que llamaba su atención.
Jennie decidió relajarse un poco al notar el desinterés de Lisa. Un suspiro salió de sus labios y sus ojos se intentaron volver a fijar en los panes.
-Cálmate Jennie...solo están hablando...-pensó la castaña intentando concentrarse en su elección.
-¿Le Bougnat o...?-susurró intentando seguir, pero sus ojos se desviaron hacia ellas sin poder evitarlo.
Y ahí, fue cuando se dio cuenta que esa mujer no estaba dispuesta solo para hablar.
La rubia al ver que Lisa no le prestaba la atención que quería, pasó su mano por el tonificado brazo de esta, acariciando suavemente.
-Y cuéntame....¿Estás soltera?-preguntó la mujer cuando Lisa finalmente subió su mirada hacia ella.
-Yo..-iba a responder la pelinegra pero la castaña llegó a su lado en menos de un segundo.
-Mi amor...-llamó Jennie posando su mano en la mejilla de la menor para atraer su rostro hacia ella y robarle un húmedo beso. Sus labios se acomodaron perfectamente como si de un imán se tratara y sus lenguas jugaron entre sí formando una dulce danza.
-Está comprometida.-respondió Jennie con firmeza una vez rompió el beso, no sin antes dejarle una pequeña mordida en su labio inferior.
Lisa quedó completamente embobada, la había dejado con ganas de más.
-Oh, ¿Usted no es la nieta del dueño de The restaurant?-preguntó la rubia sorprendida
-Sí, soy uno de los dueños del restaurante. ¿Y tú? ¿Quién eres?-preguntó Jennie entrelazando su brazo con el de Lisa posesivamente.
-Samantha Collins, es un placer conocerla, señorita Kim.-se presentó la mujer ofreciéndole su mano como forma de saludo.
Jennie observó la mano de la mujer y volvió a alzar su mirada hacia ella ignorando su saludo.
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Teacher / Jenlisa
FanfictionEnamorarse de alguien mayor nunca estuvo en la lista de Lisa, pero cuando vio a su nueva profesora de matemáticas, todo cambió.