12 "Trato"

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—Estoy demasiado preocupado, William. Me van a cortar las bolas luego de cortarme el cuello —chillé.

—No seas exagerado, Calem, eso no va a pasar —dijo él mientras me veía caminar de un lado a otro en mi habitación buscando el maldito pendrive. Paré de moverme tras las palabras de mi amigo.

—¿Estás de broma? Parece que no conocieras al jefe, él es capaz de hacer eso y más —alcé la voz.

—¿Y ya lo has buscado por todos lados?

—Por todos lados, William. ¡Todos! —grité exasperado.

—Creo que necesitas un descanso, mejor lo sigues buscando en un rato cuando estés más tranquilo. Siéntate—sugirió él. Me senté en mi cama y él se sentó en la silla del escritorio —. Qué tal si mientras te tranquilizas, te cuento lo que me pasó ayer —yo suspiré.

—A ver, dime.

—Conocí a una chica —yo lo miré con una ceja alzada —. No, nada de eso. Al parecer es mi prima —contó, lo que me dejó impactado.

—¿Qué coño? ¿Cómo que prima? —levanté la voz.

Toda la familia de Will había muerto en un grave accidente aéreo; habían ido a un viaje de vacaciones, excepto él, ya que estaba castigado. En el viaje, el avión presentó fallos y se cayó, y cuando digo que iban todos, es TODOS, hasta su gato, así que se quedó sin familia.

Eso pasó hace siete años, cuando él tenía dieciocho.

—¡Lo sé! También me quedé así, es muy loco todo.

—¿Y cómo sabes que es cierto? Puede ser mentira —me crucé de brazos.

—Bueno, primero, el parecido es un locura, es igual a mi prima, o sea ella. Y segundo, porque me mostró fotos en las que salimos juntos de pequeños.

—Will, no quiero ser pesimista, pero sabes que pueden falsificarlo. Aunque, no sé porque alguien querría ser de tu familia —bromeé.

Él entrecerró los ojos, dándome una mirada de enojo fingido.

—Bueno, también me enseñó su partida de nacimiento, y dice claramente "Erica Miller" —me dio una mirada de victoria.

—No puede ser, ¿esa prima? —inquirí asombrado.

—Sipi dipi.

—No lo puedo creer.

Ella y yo teníamos historia. Fuimos novios, ella era la única chica de la que me he enamorado en mi vida, en esa entonces yo tenía quince y era muy cursi. Ella, a pesar de tener la misma edad que yo, era más madura, por lo que me dejó, exactamente, por esa razón; no le gustaban los pajaritos en el aire. Cuando decía que era muy cursi, en serio me refería a mucho; todos los días le daba cartas en forma de corazón con frases sacadas de libros, ya que siempre me han gustado las frases de los libros. También le daba flores, peluches, chocolates, y le dedicaba canciones, al igual que le decía poemas cada vez que la veía.

Recuerdo una vez que ella intentó calentarme, me comenzó a dar muchos besos y a desnudarse, pero yo la rechacé, le dije que debíamos permanecer vírgenes hasta el matrimonio. Ella se molestó y me dejó, me dijo que era un niñito y que ella se conseguiría a un hombre.

Ahora que lo pensaba, yo era el nerd de mi escuela, el chico callado, virgen, que creía en Dios y le gustaba leer libros.

—¿La recuerdas? Ella te dejó por ser el nerd —se burló. Rodé los ojos.

—Yo no era un nerd —bufé al tiempo que rodaba los ojos.

—¿Por qué hablas en pasado? Aún lo eres —dijo él, para luego reírse —. Yo obviamente era el chico popular, lo cual era raro, ya que era el mejor amigo del nerd, eso no se ve mucho.

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