Nada.
No había sentido absolutamente nada ayer, cuando aquella chica entró a la casa de Calem con un bebé en la panza.
Bueno, no mentiré. Si sentí algo: sorpresa.
No podía creer que Calem me hubiera ocultado algo tan importante, es decir, creí que nos teníamos la suficiente confianza como para contarnos cualquier cosa, aún más algo de esa magnitud.
Sin embargo, ahora sentía confusión. Estaba confundida conmigo misma, no entendía por qué no me sentía traicionada por Calem. Es decir, una persona que está enamorada, se sentiría dolida al saber que su enamorado embarazó a otra mujer, pero yo no me sentía así. No sentía tristeza, ni dolor, ni odio. Solo me
sentía molesta con él por habérmelo ocultado.Y eso me llevaba de nuevo a la confusión, como un ciclo. Yo creí que sentía cosas por Calem, pero, luego de esto que pasó, no estaba tan segura. Una persona enamorada no sentiría lo que yo sentí, alguien que realmente está enamorado estaría llorando, sufriendo, y yo estaba... bastante normal.
Ah, esto cada vez era más confuso.
—Te ves distraída —dijo Jack, explotando la burbuja en la que estaba.
Oh, cierto, me encontraba trabajando.
—Lo siento. Ayer... pasaron varias cosas y no pude dormir anoche —dije con un suspiro.
Si, anoche no pude dormir, pero fue porque no paraba de pensar en el embarazo... en el mío, para aclarar. En como mi vida iba a cambiar, en que tendría que buscar otro empleo si quería mantener a dos bebés, el apartamento, y a mí. Y, por supuesto, en Calem, en si él me apoyaría en esto o me dejaría de lado, teniendo en cuenta que iba a tener otro hijo. Incluso estuve pensando en...
—¿Qué pasó? ¿Quieres contarme? —inquirió.
—¡Mesera! —me llamó una mujer en una mesa.
—Ahora no, hay que trabajar.
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Unas horas después.
—Bien, ya me puedes contar —dijo el castaño cuando terminó de cerrar la cafetería.
Ambos estábamos en la calle, Jack no me dejó irme a la parada de autobús porque quería hablar conmigo. O, mejor dicho, que yo le dijera lo que me pasaba.
—¿Por qué quieres saber? —dije cruzándome de brazos.
—Porque se nota que eso te afecta, y todo lo que tenga que ver contigo me importa —dijo con simpleza. Yo suspiré.
—Bien —él me miró atento —. Descubrí que Calem embarazó a una chica —mentí... más o menos.
Las cejas del castaño se estiraron en sorpresa, pero luego se fruncieron.
—Oh, wow —hizo una pausa para, supuse yo, pensar qué decirme —. Eso es... wow —yo asentí —. ¿Eso significa que ya no pasará nada entre ustedes? —preguntó con una sonrisa. Yo lo fulminé con la mirada.
—Jack, veo por cual camino vas y debo detenerte. Sabes que no te veo más allá de un gran amigo, lo siento, pero es así —le di una mueca de pena. Él suspiró.
—No entiendo que tanto le ves a ese tipo, es un egocéntrico que ni siquiera te quiere. En cambio, yo sí, te amo —esas dos palabras hicieron que mis ojos se abrieran como dos platos y mi estómago se contrajo con nerviosismo —. Así que, olvídate de él —dijo a la vez que introducía sus manos en los bolsillos de su pantalón con tranquilidad.
—Es que, es difícil, pensé que yo le importaba —dije en un tono de voz bajo.
—Entiendo. Pero, ¡pasa página! Ya descubriste que no le importas, olvídalo —dijo con obviedad. Mi mirada se clavó en el suelo, estaba pensando en las palabras de Jack, que, aunque fueran rudas e indiscretas, también podrían tener algo de razón.
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Подростковая литератураEl día que Calem; un ladrón principiante, y Amanda; una chica con muchos problemas, se cruzaron en un fallido intento de robo, se podría decir que todo... se fue un poco a la mierda. La vida de ambos ya era caótica, pero se mezclaron para empeorarla...