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46 "Cuatro de Julio"

—¡Feliz día de la Independencia, gente hermosa norteamericana!

A pesar de que estaba dormida, y que su grito me despertó, no me fue difícil reconocer la voz de William, por lo que Calem y yo gruñimos al unisono.

—Ve a dormir, Miller —dijo Calem con la voz ronca.

—Si, debería, luego de que acabó la fiesta, Erica no me dejó dormir ni un minuto.

Aunque no lo estaba mirando, ya que yo estaba de espaldas a él y, además, seguía con los ojos cerrados, sabía que tenía una sonrisa en la cara.

—Eww —chilló Calem.

—Vamos, levántense —dijo sacudiéndome. Yo me quejé y me aferré aún más a Calem.

—¿Qué hora es? —pregunté.

—Las dos de la tarde.

—Agh, es temprano —dijo Calem.

Yo prácticamente salté de la cama.

—¿¡Las dos!? Mia no ha comido —dije para luego levantarme y dirigirme al baño.

Luego de cepillarme y orinar, salí para dirigirme a la cocina, pero cuando estuve por salir, me devolví un segundo al ver algo por el rabillo del ojo.

Y si, me quedé observando por al menos un minuto a Calem y William, quienes estaban acostados en la cama, este último acurrucado en el pecho de el primero, tal como yo estaba hace unos minutos. Tenían los ojos cerrados pero sabía que no estaban dormidos, por lo que me acerqué a ellos con silencio, tomé mi celular que estaba en la mesilla al lado de la cama y les tomé una foto, lamentablemente, tenía el flash encendido, por lo que ellos abrieron los ojos y comenzaron a reprochar mi acción.

—Aw, es que se veían tan tiernos —dije entre risas.

—Será mejor que no le envíes esa foto a nadie —advirtió Calem.

—Aw, que tierna la parejita —dijo Cindy entrando a la habitación con su celular en la mano justo un minuto después.

—¡Amanda! —chillaron ambos hombres, a lo que la rubia y yo estallamos en carcajadas.

—Gracias, Andy, ya necesitaba cambiar mi fondo de pantalla y mi foto de perfil —dijo mi amiga mientras salía de la habitación. William se pegó atrás de ella mientras le decía "Ni se te ocurra hacer eso, Cynthia Florencia".

—¿Podrías despertar a Mia? Gracias —dije para darme la vuelta y salir de la habitación también —. Los espero en la cocina —le dije a el pelinegro.

Hice el desayuno para todos, aunque no era de mañana, el cual era básicamente cereal con leche, mi especialidad. Y a Mia le serví yogur de fresa, el cual le encantaba.

—Feliz día de la Independencia a todos, de nuevo —dijo el castaño con una gran sonrisa.

—Ya lo dijiste, cuando fueron las doce anoche —recordó Cindy.

—Si, es que William es como un 'Independence day lover', en serio —dijo Calem.

—Ey, Will, ¿Erica y tú no irán a su luna de miel? —inquirí cuando todos estuvimos sentados en la mesa comiendo.

—Si, iremos a Las Bermudas —dijo entusiasmado.

—Cuidado te desaparece en el triángulo —bromeó Calem, a lo que Will lo miró mal.

—¿Y por qué no se han ido? Se supone que la luna de miel es justo después de la boda —dijo Cindy.

—Porque yo creía que ella había comprado los boletos y reservado el hotel, y ella pensaba que yo lo había hecho, y ninguno de los dos lo hicimos —contó él para reírse —. Pero, ahora sí están comprados y reservados, así que nos iremos mañana en la tarde.