Anastasia
Continuacion.......
Aunque no tenía dinero, ni trabajo, y la tarifa seria el aproximado al costo de un auto pequeño, seguí la sugerencia de Kate y tomé un taxi hasta Manhattan. Di un paso hacia la acera, el calor era casi insoportable, a un lado de la casa de piedra rojiza de mi padre en el Upper East Side.
No tenía idea si mi padre se hallaba dentro. Incluso si lo hiciera, podría tener compañía o estar ocupado. Probablemente debí llamar primero, pero no podía soportar la idea de que me dijera que no, y estaba segura de que me acobardaría si sugería otra ocasión.
Subí la escalera y toqué el timbre, de inmediato pasos se arrastraron detrás de la puerta.
—¿Hola? —El ama de llaves de mi padre entrecerró los ojos frente a mí.
—Hola, Miriam. ¿Mi padre está en casa?
—¿Anastasia? Buen Dios, niña, no te he visto en años. —Me empujó hacia el vestíbulo—. Te ves demasiado delgada. ¿Puedo traerte algo de comer? La sopa que estoy haciendo no estará lista hasta dentro de unas horas, pero ayer asé un pollo. Puedo hacerte un emparedado.
—Gracias, pero estoy bien. —No esperaba la calidez, la bienvenida, ser tratada como si fuera de la familia—. Es bueno verte tan bien.
—Vieja, cariño, es así como me veo, pero es lo que soy. —Comenzó a caminar por el vestíbulo, haciéndome señas—. Déjame llamar arriba a su estudio.
No pude escuchar la reacción de mi padre ante mi llegada, pero la conversación fue breve y no pareció implicar ningún engatusamiento para verme.
»Puedes subir, linda. Es el segundo piso, primera puerta a tu derecha.
Sonreí y tomé una profunda respiración. Realmente hacia esto.
Subiendo las escaleras, levanté la mirada. Mi padre se encontraba ahí, mirando hacia abajo.
—Anastasia. Qué encantador verte.
Actuaba como si no fuera completamente ridículo que estuviera allí. Había estado en esta casa tres, tal vez cuatro veces, en toda mi vida, y ninguna en los últimos cinco años.
—Gracias por verme —respondí. No sabía muy bien cómo manejar la bienvenida.
—Por supuesto. Estoy encantado. —Cuando llegué a la parte superior de las escaleras me agarró por el brazo y besó mi mejilla—. ¿Miriam te ofreció algo de comer o beber?
Me reí a mi pesar.
— Una cena asada entera si hubiera querido, creo.
—Bien, bien. Adelante.
Fuimos a su oficina, una habitación en azul pálido y blanco que me recordaba el océano. La pintaron desde la última vez que estuve aquí. Tomé asiento en la silla frente a su escritorio. Se sentó, después se puso de pie nuevamente.
»Lo siento, no deberíamos estar a través de un escritorio así. Podemos ir abajo. O afuera al jardín. No lo pensé.
Parecía nervioso. Yo no. Rara vez lo veía alterado, siempre actuaba como si todo estuviera sucediendo exactamente como planeó.
—Estoy bien —dije, sacudiendo la cabeza—. Aquí está bien.
Volvió a sentarse.
—Si estás segura. Miriam te envió aquí arriba porque no soy tan bueno con las escaleras desde que me lastimé la rodilla jugando tenis el verano pasado.
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El Rey de Ws
RomanceFanfic Anastasia Steele y Christian grey EL REY DE WALL S. Si mis dos mundos van a colisionar. Anastasia Steele trendra que aprender que no solo dominos las juntas. Estoy a cargo de las habitaciones