Capitulo 12

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                                                                           Anastasia

Continuacion............................

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»¿Bromeas? —grité, lanzando mis brazos al aire en exasperación.

Sus ojos se hallaban muy abiertos y se arrastraron por mi cuerpo. Seguí la línea de sus ojos; mierda, mi bata comenzaba a separarse. Agarré la seda y la junté, tratando de ignorar el hecho de que estaba casi desnuda frente a mi jefe.  

Sus cejas por poco golpearon el techo, y extendió el brazo.

—Entra aquí —dijo mientras tiraba de mí por los codos—. No estás vestida.

Intenté mantenerme firme, pero me sujetó con tal fuerza que me estrellé contra él, y tropezamos hacia atrás a su apartamento.

»Jesús, Anastasia. —Gruñó, y me empujó, pero no soltó mis brazos. Me dicuenta de que era la primera vez que lo escuchaba pronunciar mi nombre.Normalmente me llamaba Srta. Steele. Cerró sus ojos y con los dientesapretados, preguntó—: ¿Qué haces aquí? 

                                                                         Christian

Estar en su cercanía así me volvía loco. Debido a que en mi mente le hice tantas cosas malas, siempre me preocupó estar demasiado familiarizado con ella en persona. Y ahora que la tenía sujeta, no sabía qué hacer. Solo que no quería dejarla ir. 

—¿Qué haces aquí? —Trató de levantar algunos papeles, pero le sostuve los brazos firmemente a los lados, empujándola contra la pared

—. Mi techo sederrumba por todos los golpes.

Mi cerebro no podía funcionar. ¿Por qué se encontraba en mi apartamento?¿Por qué gritaba?

Al ver a ese jefe de la mafia molestando a Anastasia  en el gimnasio, se llevó el shock de darme cuenta de que ella era una residente de mi edificio. Quería levantarlo y patearle el culo. Luego, cuando se fue, noté su ropa deportiva ajustada sobre su cuerpo tan apretada que bien podría estar desnuda, y sal ícorriendo del gimnasio, huyendo de las sacudidas en mi piel que me dijeron que tenía que irme antes de avergonzarme. 

Y ahora estaba contra la pared de mi apartamento. Enfurecida. Y parcialmente vestida. 

Me quedé sin palabras.

Siempre era tan genial y tenía el control en el trabajo. Era extraño verla así... agitada. Claramente no la conocía bien, probablemente porque apenas le daba la hora del día, demasiado desesperado para mantener la mayor distancia posible entre nosotros. Odiaría que supiera lo que pensaba en mi pequeño cerebro pervertido, que conociera todas las cosas que imaginaba haciendo con ella. 

»Y la música. Cualquiera pensaría que tienes a la Filarmónica de NuevaYork aquí arriba. ¿Qué diablos pasa?

Mis manos ardían por estar envueltas en sus brazos. Aflojé mi agarre, pero no podía dejarla ir por completo.

»¡Contéstame! —gritó—. Debo aguantar que me ignores en la oficina, pero no firmas mis cheques aquí. Incumples tu contrato de arrendamiento.

Tenía la sensación de que había más bajo su exterior profesional de lo que normalmente veía. Insinuó un par de veces que creía que yo era un imbécil. Fue un alivio, porque si me odiaba, todo sería más fácil. Amplió la distancia.

Pero nada era fácil ahora, no con ella aquí, casi desnuda frente a mí. Su suave piel, caliente bajo mis dedos, no ayudaba. El olor a al mizcle y sexo se filtraba a través de mi cuerpo e iba directamente a mi pene. La forma en que sus pezones pinchaban la seda de su bata. Nada de eso ayudó. Cerré los ojos,tratando de recuperar algún tipo de control sobre lo que sentía.

»¿Me escuchas?

No lo hacía. Pude oír que se sentía molesta, pero no podía procesar lo quedecía. Mis sentidos se encontraban demasiado sobrecargados.

Inclinó la cabeza hacia atrás, dejando al descubierto su largo y cremoso cuello, y suspiró, exasperada. Antes de que pudiera detenerme, liberé su brazo y pasé mi dedo índice por su mandíbula y cuello. Jadeó, pero no conseguí contenerme. Deslicé mi dedo más abajo, hacia la hendidura en la base de sugarganta. Era como una droga. Cada golpe que recibía de ella me hizo querermás. Buscaba elevarme... elevarla.

»¿Qué haces, imbécil?

Sus palabras llamaron mi atención. ¿Imbécil? Me congelé y levanté lavista. Mierda, le hice cosas así en mi imaginación, no en persona. 

—Yo... lo siento. —La solté y retrocedí, pasando las manos por mi cabello.¿En qué pensaba? Era un padre. Un hombre de negocios. Nada más importaba. 

Se detuvo y frunció el ceño. 

—Eres malvado conmigo en la oficina —dijo, su voz tranquila e inquisitiva.

Asentí.

 —Lo sé. —Fue deliberado.

 Fijé mi mirada en su boca carnosa y llena. Todas las cosas que imaginé que harían esos labios... tenía razón. Era un imbécil. 

—Y piensas que soy estúpida —dijo.

—¿Estúpida? —Si eso fuera cierto no sería tan seductora. Sí, todavía seguiría hermosa, pero hay muchas mujeres hermosas en este planeta—. No creo que seas estúpida. 

—Entonces, ¿por qué me tratas como una mierda? —Me señaló; su voz se hizo más fuerte—. Actúas como si no existiera. —Clavó su dedo en mi pecho. Er acomo si presionara un botón con la palabra "polla" en él. Mi pene latía en respuesta a cada toque de ella.

Agarré su dedo, forzándola a dejar de presionar su piel contra la mía, y me congelé, no quería soltarla, y no apartó su mano de mí. En vez de eso, nos miramos mutuamente, sin saber qué sucedió después, necesitando respuesta sdel otro. ¿Terminó de gritar? ¿Podría mantener mis manos quietas un segundo más?

Para mi sorpresa, dejó caer los papeles, dio un paso adelante, envolvió sumano libre alrededor de mi cuello, y presionó sus labios en los míos. El alivio recorrió mi cuerpo, y en lugar de alejarla, metí mi codiciosa lengua en su boca.Gimió, el sonido reverberando por todo mi cuerpo. Me tocó como si fuera practicado, como si hubiera pensado en ello tanto como yo. 

Me alejé por un segundo y una expresión de confusión pasó por su rostro.Fue el aliento que necesitaba. La empujé contra la pared y dejé caer mis labios en su clavícula. 

»Te odio —susurró. 

No actuaba como si me odiara, no intentaba escapar. ¿La leí mal? Levantéla vista y frunció el ceño.

 »No te detengas —dijo. 

Sonreí e incliné mi cabeza. Ella quería esto

Holisssss bueno culmino por hoy logre subir unos cuantos capitulos el viernes subire otros 4 y el domingo nuevamente.

Muchas gracias por todo el apoyo.

El Rey de WsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora