Capitulo 19

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                                                   Christian

Continuacion............................

—Sí, es una regla. La primera regla de una conversación sucia es que después de que te corres, no hablas de lo que fue dicho en el calor del momento. 

Esperé insultos en respuesta, pero se mantuvo callada por un breve instante antes de decir—: Oh. No lo sabía. —Fue una respuesta muy inusual.Quise preguntarle en qué pensaba, pero a pesar del hecho de que hace tres minutos me la follaba, eso parecía entrometido.

 La acerqué más.

 »¿Le diste un vistazo a mi informe corregido de Bangladesh?

 ¿De verdad acaba de preguntarme eso? 

—No. 

—¿No? —preguntó—. Lo has tenido casi una semana. —Corrió la puntade sus dedos sobre mi pecho. 

—No, no hablaremos de ello ahora. Maldito infierno, Anastasia , acabo de correrme hace cinco segundos. No quiero que me recuerden el hecho de que follarte es totalmente inapropiado.—

¿Inapropiado? —gritó. ¿Ya volvíamos a los gritos?—. Lárgate de mi cama. —Intentó sacarme del colchón. 

Cielos. No podía hacer nada bien con esta chica. Excepto hacerla correrse,por lo visto. 

Sujeté sus muñecas y comenzó a patearme, así que la hice rodar sobre su espalda y clavé sus muslos a la cama para parar su paliza. 

—Jesús, mujer, vas de cero a cien en un mil segundo. —Cerró los ojos y giró la cabeza hacia un lado. 

—Quítate de encima. 

—No hasta que me digas qué está mal y porqué te pones como loca. 

—Increíble.

 Por lo menos se giró y me miró. 

—¿Qué? —pregunté.

 —Acabas de decirme que follarme es inapropiado. Como si tu cuerpo actuara sin tu consentimiento. ¿Y esperas que no tenga una reacción a eso? Eres un... 

—Imbécil —dije terminando su frase—. Si, te escuché las primeras quince mil veces que lo dijiste. —La solté y salí de la cama, enojado porque me hacía pasar un mal rato cada segundo de cada minuto de cada día. Era su jefe; porsupuesto que era inapropiado para mí follarla. Agarré mis pantalones cortos, la camiseta y me vestí rápidamente. 

—¿Y ahora solo te vas a ir? —preguntó, apoyada sobre sus codos, sus tetas perfectamente redondas pidiéndome volver a la cama.

—¿Olvidaste que me ordenaste salir de tu apartamento? 

—Lo que sea. —Saltó fuera de la cama e irrumpió en el baño, cerrando lapuerta de un golpe tras ella. 

Maldita sea. Era un completo dolor en el culo. Hermosa. Talentosa. Sexy.Perfectamente exasperante.

 ¿Fui un imbécil? Ella era irritante, pero quizás no debí decirle que follarla era inapropiado justo después de tener sexo. No estaba acostumbrado a tener que cuidar lo que le decía a la mujer que follaba.

 Me senté en el borde de su cama, esperando veinte minutos a que apareciera.

 —Hola —dijo cuando finalmente salió llevando puesta una toalla. Sus ojosse movían de mí al suelo. 

—Hola —contesté—. No quise molestarte. —Nunca quise disgustar a las mujeres en mi vida, pero sucedía demasiado a menudo. 

—Queriendo o no, lo hiciste. —Sacudió su cabeza—. No sé qué es esto.Quizás no te des cuenta de cómo te expresas.

El Rey de WsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora