Capitulo 48

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                                                                      Anastasia

Continuacion................................

—Acuéstate —le dije. Sus ojos se veían aturdidos mientras hacía lo que decía—. No llegué demasiado tarde —murmuré mientras comenzaba a mover las caderas, solo ligeramente, disfrutando la sensación de él todavía dentro de mí. 

Se acercó a mis pechos, frotando mis pezones con sus pulgares mientras levantaba la mirada. Su toque me derritió. Contraje mis músculos, tratando de detener la humedad que su contacto liberaba.

 Gimió, y deslizó una mano hacia mi clítoris. 

—¿Demasiado tarde? 

No estaba segura de poder pronunciar las palabras para aclararlas. Ya lo quería de nuevo, quería hacer la subida a la montaña, a pesar que seguía sin aliento por mi primer viaje. 

—Me preocupaba que estuvieras... —Jadeé mientras aumentaba la presión sobre mi clítoris—. Me... —No podía hablar ni moverme mientras lazos de placer se deshacían sobre mí. Mi cerebro no tenía la capacidad.

 Como si entendiera, Christian levantó sus caderas de la cama y me quedé quieta, feliz de sentarme sobre él, de ser tomada por él. 

—Dime qué te preocupaba —dijo, los músculos de su cuello se tensaron.

 Presioné mis palmas contra su pecho.

 —Que fuera demasiado tarde para nosotros —dije.

 Agarró mis caderas y me puso de espaldas. 

—Nunca —dijo mientras empujaba hacia mí—. Jamás.

 Era justo lo que necesitaba escuchar. Extendí la mano y tracé mis dedos sobre sus cejas. 

—Te amo. —No podía dejar de repetir esas palabras. Nunca se las dije a un hombre. Nadie antes de Christian las mereció.

 Mi orgasmo se arrastró sobre mí, empujando a través de mi cuerpo como un temblor: silencioso, intenso y poderoso

 —Oh, Dios, tu rostro cuando te vienes. —Gruñó Christian y empujó de nuevo, estallando en mí. 

Rodó fuera de mí, luego me atrajo hacia él. 

»Cuando recupere mi aliento voy a besar cada centímetro de tu piel, y luego haré que te vengas con mi lengua. 

—Puede que se nos acabe el tiempo. —Le toqueteé el cabello—. Tengo que regresar a la ciudad. 

Me apretó más fuerte. 

—Quédate. No te vayas.

 Me reí

—Eres ridículo. 

—Tal vez.—Las cosas se sienten un poco diferentes —dije. Tal vez porque estábamos lejos de la ciudad. Quizás porque sabía lo doloroso que era perderlo y sabía que trabajaría duro para no volver a cometer ese error—. No sé por qué, solo... 

—Creo que se siente como el comienzo del para siempre —respondió simplemente. 

— Si para siempre tu y yo — dijo Christian

— Tu y yo y Amanda — Christian sonrio y su rostro se ilumino como si yo fuera dicho lo mas hermoso del mundo

— Si y puede que luego lleguen nuevos integrantes verdad? — dijo Christian

No entendia lo que decia Christian

— No entiendo quien falta? 

Christian sonrio 

El Rey de WsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora