Capítulo 1

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-Muy bien, puedes comenzar. – dijo la profesora mientras ____ soltaba un suspiro cerrando los ojos mientras comenzaba a tocar el piano. La pelinegra parecía estar realmente concentrada en el sonido de su piano. Su profesora intentaba en lo posible ponerle atención, pero en la ventana había un chico, casi plasmado sobre el vidrio mirándola impresionado. Cuando ella terminó de tocar el instrumento, su profesora la miró sonriendo nerviosamente. – Takawada ___ chan, como siempre, impresionante.

-¿Tu apellido es Takawada? – dijo el rubio entrando a la sala con una enrome sonrisa, sobresaltando a la profesora y llamando la atención de la pelinegra. – Soy Ken Ryuguji, pero puedes llamarme Draken.

-¿Draken? – dijo ella confundida mientras él miraba a la chica con una sonrisa, su profesora no decía nada, sus compañeros se veían asustados. – Estoy ocupada, Draken ¿podrías esperar a que termine la clase para que podamos hablar?

-¿Quieres una cita?

-Llámalo como quieras, pero espérame afuera. – dijo ella y entonces el chico salió del aula con una sonrisa y sus compañeros la quedaron viendo, ella solo miró nuevamente a la profesora, quien soltó un suspiro, agradecida. – Y bien.

-Estuvo realmente excelente, tengo una nueva partitura para ti. – dijo la mujer entregándole una carpeta a la chica con una sonrisa. – Sabes que puedes venir a practicar cuando quieras, además, ____ san ¿no quieres unirte al club? Es solo quedarte después de clases tocando con algunos otros alumnos.

-Estoy en el club de electricidad, lo siento. – dijo ella haciéndole una reverencia a la profesora y dejando pasar a aotro alumno hacia el piano, ella solo se fue a sentar mientras leía su partitura. ____ era una chica popular entre sus compañeros, no porque fuera una belleza, pues si buen tenía los ojos claros y un lindo rostro, no era su rasgo mas sobresaliente. Era la primera de la clase, todos los años, aprendía de una manera absurdamente rápida, sobre cualquier cosa. Y además de eso, su forma de ser, no era en absoluto común, ella generalmente se juntaba con chicas y la pasaba bien con ellas, pero no era parecida en absoluto, nunca se interesaba por las mismas cosas, no vestía de esa manera ni se hacía lindos peinados, era una chica realmente llamativa, para cualquiera.

Y Draken en ese momento, estaba muy feliz de haber obtenido una cita con ___, pues ella era la chica mas inteligente del salón y había visto con sus propios ojos cómo le daba una paliza a un chico que se estaba pasando de listo con ella. La admiraba, indudablemente. En cuanto la chica salió de la escuela, Draken se levantó de donde estaba sentado y se acercó a ella con una sonrisa, a ella le llamó la atención inmediatamente el dragón que tenía tatuado en el cráneo y lo miró impresionado.

-¿Te gusta? – dijo el chico y ella asintió con la cabeza mientras no dejaba de mirarlo. – Lo hice hace poco, me dolió bastante.

-Es un diseño muy bonito. – dijo ella mirando al dragón dibujado y pensando en haberlo visto en algún otro lugar, pero luego se encogió de hombros y siguió caminando con el chico. – Y para qué querías una cita, nunca hemos hablado antes.

-Por que te vi darle una paliza a un niño. – dijo él y ella lo miró sorprendida, ella estaba segurísima de que nadie la estaba viendo, él soltó una risa por su expresión. – Tranquila, no le voy a contar a nadie.

-Él estaba molestándome. – dijo ella frunciendo el ceño y haciendo sonreír a Draken. Ambos chicos caminaron por las calles sin ningún rumbo hasta que llegaron a una pequeña plaza y se sentaron a mirar a su alrededor, ambos hablaban como si se conocieran de toda la vida, como si estuviesen hechos para conocerse. – No, no, así no funciona.

-Cómo no. – dijo él mirándola un par de segundos. – Dijiste que los electrones son protones.

-Eso no fue lo que dije. – dijo ella y luego soltó un suspiro frustrado y lo miró mientras se hacia el cabello a un lado. – No creo que valga la pena enseñarte algo como eso.

-¿Es normal que alguien con diez años sepa eso? – ella negó con la cabeza mirando sus rodillas y haciendo que estas chocaran entre sí. El se dio cuenta de que su comentario quizás no había sido el mas acertado del día. – Yo creo que es genial que seas... pues, así, inteligente. Sabes más cosas de las que yo sabré en mi vida.

-Es un pase para que se metan conmigo. – dijo ella mirando al rubio a su lado, quien la miró sintiéndose mal por haber dicho algo que le molestaba, pero ella le volvió a sonreír inmediatamente. – Pero no importa, siempre puedo golpearlos en secreto.

-Cuando crezcamos, repartiremos puñetes a todos quienes se atraviesen en nuestro camino. – dijo el chico haciendo reír a la chica mientras movía sus brazos golpeando al aire. – E iremos en una motocicleta negra que haga muchísimo ruido.

-Y teñiré mi cabello de rubio para ir a juego. – dijo ella haciendo reír al chico a su lado. Su historia comenzó de esa forma, y todo estuvo bien hasta que después de un par de meses, su padre le dio la noticia que se irían de la ciudad por un tiempo. ____ corrió por todas partes hasta encontrar a Draken, este la miró confundido cuando ella llegó alterada hasta donde estaba él. Se apartó un segundo de sus amigos para poder hablarle.

-Qué pasa. – dijo él mirándola algo preocupado. – ¿Alguien te molesta? Voy a matarlo.

-No, es que... - dijo ella jadeando un momento y luego enderezó su espalda. – Supongo que... vengo a cortar contigo.

-¿Qué?

-Es que yo me iré de la ciudad un tiempo, no sé cuanto será. – dijo ella y él la miraba completamente desconcertado. – Y pues, eso, no es posible seguir teniendo una relación así, y no quería simplemente... pues irme.

-¿Vas a volver? – dijo él y ella asintió con la cabeza poco convencida. Él soltó entonces una sonrisa aliviada y le dedicó una sonrisa a la chica frente a él, quien tenía los ojos humedecidos, Draken era el mejor amigo que había hecho en la vida, pues a esa edad, más que un novio, era un compañero. – Entonces asegúrate de buscarme cuando vuelvas.

-Lo prometo. – dijo ella dándole un abrazo, el chico la levantó unos segundos haciéndole reír, pues era mucho mas alto. – Voy a buscar a Mikey, de seguro todo el mundo estará hablando de él, y de seguro tu estarás con él ¿no?

-Él va a estar conmigo. – dijo Mikey apareciendo detrás y la cica le dedicó una sonrisa, él se la devolvió. – Lo cuidaré por ti, tawachii.

-Gracias, pero no me llames así. – dijo ella chocando los puños con el pequeño niño rubio y luego miró la hora en su pequeño reloj y corrió hacia la escuela. Tras salir de clase, su padre la estaba esperando afuera, en el auto con sus dos hermanos mayores, ella miró, finalmente, su escuela pensando que no la vería por un buen tiempo y se subió al auto.

En el vidrio empañado, mientras su familia cantaba, ella dibujaba ese dragón que tenía tatuado su compañero, esperando volver a verlo, no importaba cuando.

FORGIVE [Mitsuya Takashi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora