FORGIVE [Mitsuya Takashi]

Capítulo 16

-¿Nunca viene nadie aquí? – dijo ___ mirando como Mitsuya dibujaba su ropa en aquel cuaderno. Ambos, como casi siempre, estaban en la sala de diseño, Mitsuya estaba específicamente concentrado e inspirado ese día.

-No hay muchas personas que tomen su descanso para trabajar, solo vienen después de la escuela y se van antes de que oscurezca. – dijo el chico levantando un poco la mirada hacia ella. – Además, este es un taller de costura supervisado por una profesora, así que no puedes entrar aquí y hacer uso de la máquina por tu cuenta, hay muchas cosas como tijeras y agujas que se consideran "peligrosas". Yo tengo las llaves, por eso puedo venir aquí.

-Por qué las tienes.

-Porque una vez las pedí para buscar mi teléfono que había olvidado y decidí sacarle copia para poder venir cuando quiera. – dijo él y ella soltó una pequeña risa. ____ miró pro la ventana al jardín y vio como sus amigos hacían ridiculeces y maldades, y pensó en lo diferentes que eran con Mitsuya. Él era tranquilo y nunca se metía en problemas, hasta donde ella estaba enterada, pues sabía que no era un ángel, estaba en una pandilla, al fin y al cabo. – Te gusta mirar por la ventana ¿no es así?

-¿A ti no? – dijo ella sin dejar de mirar, él se levantó y se acercó a ella para mirar a su lado. – Siento que es casi una fotografía, me gusta pensar en poder guardar en mi mente una imagen como esta.

-¿De muchos desconocidos haciendo quién sabe qué?

-De Mikey y Draken jugando. – dijo ella con una sonrisa. – No es que me guste mirar por la ventana, me gusta mirar a la gente. Me gusta poder guardar sus expresiones en mi memoria, me gusta mirarte dibujar, me gusta mirarte cuando sonrías, me gusta mirar a mis hermano peleando por quién se sirve el café primero, me gusta mirar a mi papá cuando habla de herramientas, porque no siempre van a estar allí.

-¿Por qué dices que no estarán allí?

-Porque no sé lo que pasará después, no conozco el futuro y cualquier cosa podría pasar. – dijo ella volteándose a ver a su novio. – No sé si Mikey dejará de sonreír algún día, o si Draken deje crecer su pelo, no sé si algún día tendré que dejarte, o si mis hermanos se meterán en alguna pelea que no puedan ganar, o si mi padre se irá como mamá, y realmente quiero poder recordarlos. La única forma en la que recuerdo a mamá, es como la veo en fotos, pero olvidé como se escuchaba su voz y su risa, y no quiero que eso me pase otra vez.

-Tienes razón. – dijo él y besó su frente para luego sonreírle. – Ahora que me dijiste esto, estaré mirándote todo el bendito día.

-Eso no me molestaría. – dijo ella sonriendo y él se acercó para darle entonces, un beso en los labios. El sonido del teléfono de Mitsuya interrumpió el momento, haciendo reír unos segundos a la pelinegra. – Contesta, puede ser importante.

-Bien. – dijo él y se dirigió a donde había dejado su celular. – Hakkai. Por qué. No, no pude, está bien. Bien, en la tarde, pasas por mí. Bien, adiós.

-¿Tienes que salir en la tarde?

-Si, unos tipos se han estado pasando de listos. – dijo Mitsuya colgando el teléfono y ella volvió a mirar a la ventana, Mikey acababa de recibir una llamada también.

-Tengan cuidado. – dijo ella y Mitsuya asintió con la cabeza. Él puso su cabeza sobre el hombro de la chica y ella acarició su cabello un par de segundos, pero accidentalmente, su mano se alargó hacia su cuello, haciendo estremecer al chico a su lado, quien entonces se volteó a mirarla, ella soltó una pequeña risa.

-Esto no es nada justo. – dijo él con una sonrisa y ella cubrió sus piernas con sus brazos, provocándole risa al chico a su lado. Él besó la mejilla izquierda y derecha de la chica, su frente, su nariz y finalmente sus labios. – Está bien, no pienso hacer nada que no quieras que haga.