FORGIVE [Mitsuya Takashi]

Capítulo 12

-¿Te dijo que no eran novios? – dijo Mikey y Draken asintió con la cabeza, revelando la conversación que había tenido por teléfono con ____ la noche anterior. Mitsuya y ____ llevaban una semana jugando así, estando juntos todo el día, pero sin confirmar nada, por mucho que Draken y Mikey se esforzaran. – Deberían salir ya.

-Opino lo mismo. – dijo Draken y miró a Mikey. – Vamos a separarlos.

-Estás demente. – dijo Mikey mirándolo. – Con lo que nos costó juntarlos de nuevo.

-No, no. – dijo Draken negando con la cabeza y las manos. – Me refiero, a que vamos a hablar con ellos por separado. Tu te llevarás a Mitsuya y yo me llevaré a _____ y les preguntaremos específicamente qué quieren.

-Y cuando lo sepamos, hacemos un plan. – dijo Mikey con una sonrisa, Draken alzó una ceja.

-Pensé que sería mas fácil solo decirles, pero será divertido. – dijo el rubio alto y chocó los puños con su amigo para luego salir del aula a buscar a su amiga junto a Mikey. Ambos llegaron al jardín silenciosamente y el pequeño afirmó a Mitsuya a la vez que el mas alto se llevaba a _____ en brazos. – Tenemos que hablar.

-Nosotros también. – dijo Mikey y el sujetado lo quedó viendo un momento. El pelivioleta lo siguió a una parte mas oculta de jardín y se sentaron juntos. – Necesito saber si realmente te gusta ____.

-¿Me lo preguntas enserio?

-Es que... espera. – dijo Mikey pensando que demonios preguntarle, en su imaginación se veía mucho más épico y fácil. – Dame un segundo para pensar.

-Por qué aun no son novios. – dijo Draken en la sala del piano con ____, ella solo se encogió de hombros con una sonrisa, él la imitó burlándose. – Deberían ya estar juntos ¿por qué lo aplazan tanto? Incluso cuando ya se besaron...

-Pero no tenemos que apurarnos. – dijo ella mirando el piano durante un par de segundos. – Es decir, no lo sé, todo a su tiempo ¿no?

-Pero dime. – dijo Draken mirándola directamente. – Ahora ¿Quieres estar con Mitsuya como novios?

-¿Ahora, Ahora? – dijo ella pensándolo un poco. Si bien, a ella le encantaría ser su novia, sabía que quizás era un poco rápido y que debía al menos esperar un tiempo para que alguno de los dos pudiera decir las palabras y declararse con claridad, pues aún no lo hacían. – Es que... no lo sé.

-Por qué no están juntos. – dijo Mikey y Mitsuya alzó las cejas mientras lo miraba. – Responde, siempre están juntos, todo el tiempo, ya se besaron y todo ¿por qué no son novios aún?

-Porque... no se lo he pedido. – dijo él encogiéndose de hombros. Mikey insistió con la mirada, el pelivioleta volvió a encogerse de hombros. – No lo sé, solo no lo he hecho ¿para qué tan rápido? Pasará cuando tenga que pasar.

-Pero no tiene sentido que no estén juntos. – dijo el rubio mirándolo. – ¿Le has dicho directamente que te gusta?

-No. – dijo Mitsuya y Mikey lo miró con los ojos abiertos de par a par. – Es verdad, no lo he hecho, pero ella lo sabe, no es necesario que yo se lo diga.

-¿Y a ella le gustas? ¿Te lo ha dicho directamente?

-No me lo ha dicho directamente... pero... - dijo el chico y puso su mano en su barbilla pensándolo unos momentos. – Ella la otra vez estaba celosa, así que supongo que si le gusto ¿no? También me besó en la nariz.

-Yo te dije a todo el mundo que era mi novia y la tomé de la mano. – dijo Mikey mirando a su amigo. – Entrelazamos nuestros dedos y besé su nariz solo porque me compadecí de ti, la hubiera besado en la boca, y no porque me guste.

-Eso muy gratificante. – dijo Mitsuya soltando un suspiro frustrado escuchando lo que estaba diciendo su amigo, que, en efecto, era verdad. – Entonces, tú, gurú sexual ¿dices que tengo que decirle directamente que me gusta?

-Claro.

-Pero él ya lo sabe, no es necesario. – dijo ella mirando a Draken un par de segundos, él alzó una ceja. – Nos hemos besado mas de una vez, el sabe que a mi me gusta y bueno, supongo que también le gustaré ¿no? Es decir... ya nos besamos ¿eso no significa que le gusto?

-No necesariamente. – dijo Draken jugando con su trenza y ella se quedó pensándolo un momento. – Mikey te beso la nariz, y estoy seguro de que fue en la nariz solo porque Mitsuya estaba cerca, te tomó la mano frente a tu hermano y se enfrentó a él como un rey. Y a Mikey no le gustas.

-¿Terminaron? – dijo Mitsuya y Mikey llegando al lugar, tocando la puerta y entrando. Mikey se acercó inmediatamente a ____, y estuvo a punto de besarle la frente pero Mitsuya interpuso su mano y la puso en la frente de la chica, Mikey lo miró mal y entonces beso su boca, sorprendiendo a la chica y Draken lo alejó de inmediato tirando su camisa. – Oye, que crees que...

-Solo estoy jugando. – dijo el guiñándole el ojo a ____, quien lo estaba mirando completamente anonadada. – ¿Verdad, ____ chan?

-Recuérdame nunca dejarte sola con Mikey. – dijo Mitsuya tomando la mano de la chica y llevándosela del lugar rápidamente. Draken miró a Mikey un par de segundos, completamente desconcertado.

-Qué fue eso.

-Estoy metiendo presión. – dijo Mikey mirando al otro rubio, quien lo miraba confundido. – Así Mitsuya pierde los estribos y solo se lanza, le acaba de tomar la mano.

-¿Sabes qué? En realidad, no es mala idea.

-¿Estás enojado? – dijo ella mientras Mitsuya caminaba silenciosa pero rápidamente hacia el aula del club de diseño, la abrió con la llave y entraron. Él ni siquiera encendió la luz antes de estrecharla en un abrazo y besarla allí dentro. Él, al terminar de besarla, volvió a hacerlo inmediatamente. – Mitsuya.

-Espera, espera. – dijo él volviendo a besarla dos o tres veces más, ella lo miró, completamente sonrojada, pero divertidamente. – Tengo que sacarte el sabor a Mikey.

-Pero Mitsuya...

-Tu ya estás acostumbrándote a esto. – dijo él acercándose a ella, juntando sus narices y logrando ponerla un poco nerviosa, pero de todas formas se le escapó una pequeña risa. – Fuiste muy rápida para apalear a ese chico ese día, pero no puedes bloquear un beso de Mikey.

-¿Crees que puedo ganar una pelea contra Mikey? – Mitsuya negó con la cabeza un par de veces mientras se alejaba de ella. ____ se acercó un par de pasos, llamando la atención del chico, ella lo miró nerviosamente. – Perdóname.

-¿Qué te perdone? – dijo él alzando las cejas divertidamente. – Aquí, en una aula sola y oscura ¿quieres que te perdone?

-¿Tu no quieres?