FORGIVE [Mitsuya Takashi]

Prólogo

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-Y bien, qué tiene. – dijo Draken, mirando al hombre frente a él, Mikey lo estaba llevando en su la suya mientras el hombre revisaba la de él. – No pudimos saber cuando intentamos revisarla.

-Ustedes solo la golpearon. – dijo el hombre mirando la moto un poco abollada. – El problema que tiene tu motocicleta, es el carburador, no es muy difícil de arreglar, pero al golpearla, o al dejarla caer creo que se cortaron un par de cables, es un tema eléctrico también.

-¿Usted trabaja con cables?

-¿Yo? Para nada. – dijo el hombre soltando una risa nerviosa y Draken lo miró mal. – Mi hija podría revisarla para ver si puede arreglar los cables, pero depende de lo que ella diga. Cielito ¿podrías venir un segundo?

-Enseguida. – dijo la chica terminando de arreglar unos cables del auto que habían traído hace unos días. Ella salió de atrás del vehículo dejando automáticamente a Draken y a Mickey completamente impresionados. Estaba vestida igual que su padre, con un overol enorme y una coleta en la parte alta de su cabeza, ella hico una pequeña reverencia al verlos y luego se acercó a la moto. – No deberías golpearla, no la arreglarás así, solo causarás mas problemas, Draken.

-Ya lo sé, ya lo entendí. – dijo Draken mientras la chica sacaba un par de piezas para revisar los cables debajo, ella soltó un suspiro y luego se puso una mano en la cintura. – No sabía que ya habías vuelto

-Hace un tiempo.

-¿Ahora sabes arreglar motos? – dijo Mickey impresionado y con una sonrisa en el rostro. – Eso es genial, generalmente las chicas no hacen esas cosas, aunque tu siempre has sido así.

-Soy la única chica en mi casa, así que no sé qué tipo de cosas "debería" hacer. – dijo ella volviendo a su trabajo y moviéndoles la mano en señal de despedida. – Vuelvan en dos días.

____ había nacido en una familia conformada por su padre, su madre y sus dos hermanos mayores, eran mucho mayores que ella, casi diez años. Su madre tuvo algunas complicaciones tras el parto, pero duró unos cuantos años más antes de morir, y dejarla sola con su padre y hermanos. A pesar de eso, su madre nunca estuvo en casa, así que nadie le había enseñado como ser una chica, aunque sus hermanos si la cuidaran demasiado.

Desde muy pequeña, al ver que sus hermanos siempre salían de casa, para no aburrirse, acompañaba a su padre en su taller de autos, en donde aprendió muchísimo de mecánica, y gracias a un libro que había encontrado en la biblioteca, sabía de electricidad, siendo así, el complemento perfecto para su padre.

Ella siempre había sido una chica muy lista.

Conocía a Draken desde antes, hacía algunos años, ella fue su primera novia, la típica novia que tienes de pequeño. Ambos se habían hecho amigos inseparables y luego ella tuvo que irse de la ciudad con su familia, y ya estaban de vuelta hace casi una semana.

-¿Terminaste aquí? – dijo Kai, su hermano diez años mayor, ella asintió con la cabeza antes de comenzar a dirigirse hacia él. – Vamos a la clase.

-Hoy te enseñaremos a dar esas patadotas. – dijo Sai, su hermano, un año menor que Kai. – Para que ningún chico se acerque a ti.

-¿Por qué ningún chico se puede acercar a mi?

-Porque, ____. – dijo Sai obvio, Kai solo negó con la cabeza mientras reía, su padre sonreía para si mismo mientras los veía alejarse. – Una chica que sabe de mecánica y electricidad, y encima sabe dar palizas, es demasiado valiosa. Y los hombres de hoy son... deprimentes.

-Eres un hombre. – Dijo Kai dándole un empujón. – ¿Si te das cuenta de lo que dices?

-Es mejor prevenir. – dijo el chico soltando un suspiro. – Ya tuvo un novio cuando era pequeña, es suficiente ¿para qué demonios querrías otro?