Capítulo 15

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-Estúpida alarma, estaba soñando que... - balbuceó el chico al despertar y luego recordó que todo lo que había pasado ayer no era un sueño. Él hizo lo de siempre, apretó el despertador donde estaba siempre, pero aún había un ruido molesto sonando, y no era el despertador. Él tomó su celular da la mesita de noche y contestó la llamada aún con los ojos cerrados. – ¿Hola?

____ tapó su boca emocionada, y completamente sonrojada. De por sí, normalmente la voz de Mitsuya era ronca, pero recién despierto, era algo completamente diferente, ella pasó una mano por sus brazos erizados, con su corazón latiendo a mil por hora, pensando en qué momento se le había ocurrido hacer algo tan cursi como eso.

-¿Hola? – volvió a hablar al chico, quien estaba a punto de dormirse nuevamente, pero sus ojos no dudaron dos segundos en abrirse cuando escuchó su voz.

-Buenos días, novio. – dijo ella con la voz completamente tiritando, él se quedó callado y ella soltó un suspiro avergonzado y colgó el teléfono, lo puso en su frente, aún avergonzada ¿en qué momento pensó en hacer algo como eso? Además, de su boca había salido algo tan antinatural como Buenos días, Novio ¿Quién mierda le decía "novio" a su novio? Ella se lanzó nuevamente a la cama con los brazos abiertos, derrotada. Apenas si había podido dormir algunas horas pensando a qué hora sería prudente llamarlo por primera vez, y en su mente sonaba muy bien despertarlo para que se levantara a tiempo para la escuela, sería útil además de lindo.

Claramente no resultó como esperaba.

Mitsuya, con el teléfono junto a su oreja, apoyado únicamente en la cama, del cual acababa de salir la señal de que habían colgado la llamada alzó una mano en el aire, y luego la pasó por su cara, intentando borrar su sonrojo y esa estúpida sonrisa que aparecía todo el tiempo desde que ella dijo que estaba enamorada de él.

¿Cómo demonios su corazón no iba a enloquecer recordando algo como eso? Tan solo la idea de saber que ella rechazaría al vicepresidente de una enorme pandilla, alto, fuerte, guapo, con estatus, a quien encima conocía desde pequeño por estar consigo, hacía que su pecho sintiera ese característico ardor que sientes cuando una emoción no puede más dentro de ti.

Estaba tan feliz que, si se lo preguntaran, no sabría siquiera como describirlo.

Buenos días, Novio.

-Hoy será un buen día. – dijo él sentándose en la cama y mirando su celular, su registro de llamadas le confirmaban que la llamada de Novia no había sido una fantasía matutina. Él soltó nuevamente esa sonrisa seguida de un suspiro para luego levantarse y comenzar a vestirse para ir a la escuela.

-Que tierna, ___ san. – dijo Sao subiendo a la motocicleta de su vecina, que la llevaba cada mañana a la escuela. ____ tenía ganas de morir, pensando en que Mitsuya llegaría a restregarle en su cara la estupidez que había hecho esa mañana. – No pongas esa cara, Mitsuya kun parece ser alguien mas maduro que Draken kun y Mikey kun.

-Quien sería menos maduro que ese par de idiotas. – dijo ____ echando a andar su motocicleta y dirigiéndose a la escuela. Al llegar al establecimiento, ambas se bajaron tras estacionarse y comenzaron a caminar hacia dentro, como siempre la entrada estaba repleta de gente. Entonces, mientras comenzaba a adentrarse a la muchedumbre, Mitsuya apareció por su espalda y escabulló su mano hasta donde estaba la suya, y como pudo, entrelazó sus dedos. Ella lo miró sorprendida y él solo le dedicó una sonrisa. Ella comenzó a pensar como debía saludarlo ahora que habían cambiado de ser amigos "especiales" a novios. – ¿Dormiste bien?

-Como un bebé.

-Los bebés duermen horrible, despiertan todo el tiempo, yo si dormí como un bebé. – dijo ella y él negó con la cabeza soltando un suspiro divertido, por el notable nerviosismo de ____, aunque ella pensara con toda seguridad que podía esconderlo de maravilla. Ella le dedicó una mirada un poco tímida y luego se volteó hacia el frente. – Lamento haberte despertado hace rato.

-Es cierto, me cortaste antes de poder responderte. – dijo él avanzando junto ella hacia el jardín inmediatamente, confundiéndola. Aún tenían los bolsos colgados al hombro. Él se acercó a ella con esa sonrisa relajada y perezosa de siempre y le dio un beso en los labios, en el preciso lugar donde básicamente todo el primer edificio de la escuela podía verlos. – Buenos días, mi novia. Estás perdonada por colgarme antes de tiempo.

-¿Tenías que hacerlo frente a todo el mundo?

-Tengo que marcar mi territorio. – dijo él guiñándole un ojo y comenzando a caminar hacia el pasillo nuevamente con ella. Ambos se quedaron mirando un par de segundos antes de irse a clase. – Oye, lo que hiciste hoy en la mañana...

-No lo haré mal, lo siento.

-No, por favor, hazlo siempre que quieras. – dijo él con una sonrisa y luego besó la frente la chica antes de irse. – No tienes idea de lo feliz que me hizo escuchar tu voz en la mañana, tanto así que no me salía la voz para responderte.

-Bien... - dijo ella sonriendo medio tímida y él la miró con una sonrisa para irse, pero ella tomó su ropa antes de que se fuera y le habló un poco mas despacio. – Tu voz al despertar es mas ronca... me gusta mucho.

-Quizás algún día la escuches en vivo.

-Ay, Mitsuya. – dijo ella golpeándole el hombro y haciéndolo reír mientras ella se sonrojaba, entonces ____ se fue rápidamente a su aula y él a la suya, en donde se encontró con sus dos amigos.

-¿No crees que es un poco pronto para marcar territorio? – le preguntó Draken con una sonrisa divertida, este solo negó con la cabeza.

-No esperaré a que alguien mas intente algo para marcar mi territorio. – dijo él sentándose en su banco y soltando un suspiro. – De esta forma, no hay mucho peligro en las aguas.

-Hola chicas. -dijo el medico nuevo de la escuela, y se dirigió directamente hacia ____, esta la miró, estaba en el jardín con sus amigas. – Vengo por algo muy rápido, tengo que chequearte como recuperada de tu pequeño desgarro en el festival, por favor, muéstrame tu muslo.

-Bien. – dijo ella subiendo nada mas lo justo y necesario su falda, pero desde el punto de vista en el segundo piso, todo era totalmente diferente. La chica aprestó el musculo y el médico dio toques con su dedo índice en el muslo interior, que fue el lugar del desgarro, pero todo estaba bien, tomó su hoja y tachó a la chica. - ¿Todo bien?

-Completamente, gracias por su tiempo. – dijo el hombre y se retiró. En eso, comienza a sonar su teléfono y ella contesta.

-En el próximo descanso te veo en el aula de diseño. – dijo él y simplemente colgó, haciendo partir de risa a Draken y Mikey. ____ obedeció y en el siguiente receso ella fue al aula de diseño, pero fue atrapada por Mitsuya en cuanto puso un pie dentro. – Quiero saber por qué dejaste que otro hombre tocara tus piernas.

-Porque tuve un pequeño desgarro jugando voleibol. – dijo ella y la soltó entrecerrando los ojos, ella se sentó en una mesa con una sonrisa en el rostro. – Además, como que "otro hombre", tú tampoco me has tocado las piernas.

-¿Eso es lo que quieres? – dijo él entonces, acercándose rápidamente a ella y posando su mano en el muslo de la chica, haciendo que corriera un escalofrío por todo su cuerpo. Mitsuya lo miró divertido y alzando las cejas mientras comenzaba a subir su mano, en dirección hacia su falda.

-Takeshi. – dijo ella sacando su mano de su pierna con un golpe. Él la miró con las cejas aún alzadas y ella lo miró mal. – No puedes tocar mis piernas sin mi consentimiento, y no te doy el permiso.

-Y por qué yo no puedo. – dijo él apoyando su mano en otra mesa mientras la miraba mal. ____ se bajó de donde estaba sentada y se dirigió con una expresión seria hasta la puerta del aula. – A él si le diste permiso.

-Primero, él es un médico y lo hizo para asegurarse de que todo estaba bien y tacharme de la lista. – dijo ella voleándolo a mirar un segundo. – Y, en segundo lugar, lo que él me hizo, no me provocó ninguna sensación, y en este momento, casi siento que me explotará el pecho.

Ella salió del aula, dejando a Mitsuya allí, con una sonrisa en el rostro, el chico se mordió el labio inferior tratando de contener una pequeña risa que quería escapar de sus labios. Él negó con la cabeza y soltó un suspiro antes de enderezar su cuerpo nuevamente.

-Que voy a hacer conmigo. – dijo él mirando su mano por un momento, recordando la sensación de tocar su muslo y sonrojándose un poco. – Sin apuro, sin apuro.

FORGIVE [Mitsuya Takashi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora