Capitulo 3.12

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"Olvídame. Parte II"

31 de octubre

12:01

_________ Byers.

– Hopper...

El hombre que creí muerto todo este tiempo está parado al frente mío, con el ceño levemente fruncido y una expresión de confusión.

¿Son acaso las drogas? si es así, quisiera estar drogada por siempre.

No tenía palabras para lo que estaba ocurriendo, perdí toda noción de tiempo y espacio, mis ojos seguían fijos en los de Hopper que no se inmutaba a hacer nada.

Pero, había algo diferente en él que no comprendía.
Aquella mirada de cariño que alguna vez recordaba no estaba, más bien, en ella habitaba un extraño desorden; algo vacío y sin vida.

Di un paso al frente, pero la mano del soldado me detuvo con brusquedad.

– Не может быть здесь (no puede estar aquí)

– ¿Hopper? – musite casi entre dientes – soy yo... soy ________.

Él me analizo de arriba a abajo extraño, y volvió sus ojos a mi; el brillo en ellos cesó y por unos instantes se volvieron más oscuros.

Percibía algo malo, algo muy malo.

– ¿Quién? – pronuncio aturdido.

Mi corazón parece dejar de latir, y las lágrimas yacian acumuladas en mis ojos. Tuve que dejar pasar unos cuántos segundos, intentando no ahogarme en llanto.

– __________ – repetí intentando que mi voz no sonara quebrada – yo... viví un tiempo contigo y-y con Ce en tu cabaña – una lágrima resbaló por mi mejilla – ibas a adoptarme como tu... hija.

Trague con fuerza el nudo formado en mi garganta, rehusandome a creer que Hopper no me recordara. ¿Esto es parte de una estrategia? porque está fingiendo bastante bien.

Hopper parece forzar su mente, sin apartar su mirada inexpresiva de la mía.
El soldado que me sujeta del brazo comieza a jalarme irritado para llevarme de nuevo adentro, pero yo me mantengo en mi lugar esperanzada a que Jim diga algo.

– Por favor – suplique – d-debes recordar algo.

– Lo siento, yo...

Él se queda queda a medias cuando mira más allá de mi.
Volteó un poco para encontrarme con Once, viendo en shock a Hop.
Su labio inferior temblaba y sus lágrimas se deslizan por sus mejillas rojas, más sin embargo, ella permanecia viéndolo como si tratará de un espectro.

Tenía algo de fé en que la recordara tan solo un poco a ella.

– ¿T-tampoco me recuerdas a mi? – cuestiono mi hermana dolida.

Él vuelve su mirada a mi, y después a Ce, de nuevo a mi, y una vez más a mi hermana.

Pero él no era el Hopper que yo conocía. Él no estaba. Ya no más.

Starry Eyes (Richie Tozier) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora