Capitulo 3.4

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"La cena. Parte I"

Tres días después.

__________ Byers

Máscaras, todo de alguna forma poseemos una, este mundo nos obliga a hacerlo, usamos máscaras para sentirnos protegidos, a salvó.

¿Por qué no podemos vivir sin la necesidad de esconder lo que realmente somos? sencillo, por miedo.
Miedo de que nos juzguen por lo que somos, por nuestro pasado, solo por el simple de hecho de ser nosotros, unos humanos increíblemente imperfectos.

Estamos tan perdidos que no podemos aceptarnos nosotros mismos, pero queremos ser aceptados por los demás.

En mi caso, estaba tan dispuesta a cambiar solo para agradarle a la mejor amiga de mi novio, que por unos momentos, me olvidé por completo de quien soy en realidad.

Una chica cuyo nombre verdadero es de un número: "Doce", y _________ es solo de relleno para ocultar su penosa vida de mierda.

Tal vez, debería de comenzar a relucir mi verdadero nombre, pero _________ suena más cool.

Estoy tendida sobre el césped, con la cabeza descansado sobre el regazo de mi mejor amigo, Eddie.
Sus manos acarician mi cabello y algunas veces mis mejillas.
Su tacto es tan suave como el de una pluma, y delicado, como el de una brisa de verano. Somos la inspiración de Mike, que ha empezado a dibujarnos en su libreta.

Stanley está a unos metros de distancia observando un gorrión que se detuvo a descansar en un árbol.

Ben está leyendo un libro acompañado de mi hermana, mientras Bill la observa en silencio con una sonrisita en los labios.

– Tienes la piel tan suave – menciona Eddie, pasando su pulgar por mi pómulo.

Me limito a sonreírle, haciendo contacto visual con él; gracias a la luz del día, sus ojos están más claros, y sus pecas más visibles, lo que me da una mayor ventaja para apreciarlas a más detalle.

– Tú tienes la piel de bebé, y eso me da envidia – confesé posando mi mano en su mejilla, lo que causó un fuerte rubor.

Él bufa divertido, apartando la vista para ocultar su vergüenza.

– ¿Qué ha sucedido con Richie? – cambio de tema, para mí mala suerte – ¿han... terminado?

– No – conteste – por el momento.

No he vuelto a hablar con Richie desde nuestra pelea, y a pesar de sus intentos fallidos por arreglar las cosas conmigo, siempre llegaba Emma solo para empeorarlo aún más. «Esa chica me está volviendo loca».

– ¿Crees que lo de ustedes... – rascó su nuca nervioso – ¿termine pronto?

Volví a verlo, alzando mis cejas curiosa por su intriga.

– No lo sé, Kasp – respondí con un nudo en la garganta – no puedo aferrarme a él.

«Por más que lo ame»

– ¿Por qué lo preguntas?

La cara de mi amigo se volvió tan roja que creí que iba a explotar. Una media sonrisa se asomo en sus labios, con un brillo en sus ojos.

Starry Eyes (Richie Tozier) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora