ᴅᴜʟᴄᴇꜱ ᴅᴇ ᴄᴀꜰÉ (ꜱᴀɪᴋɪ ᴋᴜꜱᴜᴏ)

𝟎𝟖

         🄰🄺🄰🄽🄴 🅃🄰🄺🄰🅃🄰

Después de despertarme, y desayunar, las tres estábamos en la fila para subir al autobús.

—Hoy vamos a la plantación de piñas y al acuario, ¿verdad? —Teruhashi volteo a vernos.

—¡Si! Y esta tarde,¡finalmente iremos a la playa.! — Yume estaba muy contenta.

—Me gustaría ya conocer más de cerca el mar. —dije con entusiasmo.

Después de irnos al acuario, nos fuimos a la playa, mi destino ya había llegado, por fin podría conocer el mar.

Yume y yo estábamos en el vestuario, ya que Teruhashi había ya salido hace unos momentos y desde afuera se escuchaban aplausos.

Pero lo que más me preocupaba, era que Yume, estaba envuelta en su toalla, cubriéndose su cuerpo, seguramente fue por la inseguridad de salir después de Teruhashi y ser ignorada.

—¡Hey Yume! — dije agachandome hasta su altura.

—¿Dime? —alzó su rostro hacia el mio, para mirarme fijamente.

—¿Te puedo decir algo? — le pregunté.

—¡Claro! — me dijo de nueva cuenta.

—No te sientas, mal, claro obviamente con estas palabras, no es como si se te fuera a quitar por arte de magia las inseguridades, pero... Esta bien no tener un cuerpo perfecto, la belleza  solo es subjetiva, los estereotipos, hacen que te sientas mal y que puedas llegar a tener una mala imagen de ti, lo que importa es lo que llevas dentro, y si nadie llega a ti, es por que en verdad no saben valorar a tu yo, es mejor eso a que solamente te quieran por tu físico. — me levante y le extendí una mano — ¡Vamos Yume, brilla!.—

Ella la aceptó gustosa, y las dos salimos del vestuario.

🅂🄰🄸🄺🄸 🄺🅄🅂🅄🄾

~¡𝚅𝚊𝚢𝚊! 𝙷𝚊𝚋í𝚊 𝚘𝚝𝚛𝚊 𝚌𝚑𝚒𝚌𝚊 𝚕𝚒𝚗𝚍𝚊, 𝚊𝚍𝚎𝚖á𝚜 𝚍𝚎 𝚃𝚎𝚛𝚞𝚑𝚊𝚜𝚑𝚒 𝚜𝚊𝚗, 𝙰𝚔𝚊𝚗𝚎 𝚜𝚊𝚗 𝚎𝚜 𝚖𝚞𝚢 𝚕𝚒𝚗𝚍𝚊, 𝚌𝚕𝚊𝚛𝚘 𝚗𝚘 𝚝𝚊𝚗𝚝𝚘 𝚌𝚘𝚖𝚘 𝚃𝚎𝚛𝚞𝚑𝚊𝚜𝚑𝚒 𝚜𝚊𝚗~

Después de que todos empezaron a pensar cosas sobre Akane, la vi, realmente era hermosa, pero obviamente no le iba a decir nada.

—Oigan, ¡ustedes! —dos chicos se les acercaron a Teruhashi y Akane.

—¿Si? —respondieron las dos al mismo tiempo.

—Vaya, se ven geniales. —les dijo el de cabello rubio.

—¿Quieren tomar un granizado con nosotros? — les preguntaron ambos.

Ambas quedaron en shock, pero rápidamente dijieron algo.

—¡Vamos! Vengan.— ~ 𝚟𝚊𝚖𝚘𝚜 ¿𝚚𝚞𝚎 𝚑𝚊𝚌𝚎𝚗 𝚎𝚜𝚘𝚜 𝚌𝚑𝚒𝚌𝚘𝚜?~Ambos agarraron a las dos del brazo.

~ 𝚈𝚊𝚛𝚎, 𝚢𝚊𝚛𝚎, 𝚚𝚞𝚒𝚣á 𝚍𝚎𝚋𝚊 𝚊𝚢𝚞𝚍𝚊𝚛 𝚊 𝙰𝚔𝚊𝚗𝚎 𝚊𝚗𝚝𝚎𝚜 𝚍𝚎 𝚚𝚞𝚎 𝚕𝚊𝚜 𝚌𝚘𝚜𝚊𝚜 𝚜𝚎 𝚜𝚊𝚕𝚐𝚊𝚗 𝚍𝚎 𝚌𝚘𝚗𝚝𝚛𝚘𝚕 𝚢 𝚝𝚊𝚖𝚋𝚒é𝚗 𝚊 𝚃𝚎𝚛𝚞𝚑𝚊𝚜𝚑𝚒~

—Denjeme malditas escorias, ¿Acaso acepte?, no me toquen al menos que yo se los diga y permita. —vaya que molestos yo solo quiero ver el mar y sentirlo.

~¡ 𝙴𝚜𝚊 𝚎𝚜 𝚖𝚒 𝚌𝚑𝚒𝚌𝚊.! ~

Iban a agarrar a Akane otra vez, pero Kaido se metió.

—¡Dejenlas! — le dios un manotaso ~¡𝙺𝚊𝚒𝚍𝚘 𝚔𝚞𝚗... 𝚀𝚞𝚎 𝚌𝚊𝚋𝚊𝚕𝚕𝚎𝚛𝚘𝚜𝚘 𝚎𝚜! ~

~𝚈𝚊𝚛𝚎, 𝚢𝚊𝚛𝚎 𝚗𝚘 𝚚𝚞𝚒𝚎𝚛𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚜𝚎 𝚎𝚗𝚊𝚖𝚘𝚛𝚎 𝚍𝚎 𝙺𝚊𝚒𝚍𝚘𝚞.~

—¡Ay! —exclamó el afectado por el golpe.

—¡Obviamente no están interesadas! ¡Vayanse! — Kaido les grito.

Después de que los tipos intimidaran a Kaido, Yumehara se tuvo que involucrar.

—¡Por favor, paren! — dijo ella mientras extendía sus manos en forma de alejarlas de ellos lo más posible.

—¡Eh! —respondieron ambos.

—Perdón, pero estamos en un viaje escolar. Si causan más problemas, tendré que llamar al maestro. —ella les explico, pero parece que no les gustó para nada.

—¿Qué? ¿Quién te crees que eres?—le preguntaron.

No la dejaron hablar ya que prosiguieron.

—¡Quedate al margen! ¡Estamos hablando con ellas! ¡Desaparece niña tonta! ¿O estas celosa por que nadie coquetea contigo? —dijieron ambos Yumehara solamente quedó con la cabeza baja.

—Malditas escorias, ella hizo bien, y yo no me siento alagada por un par de hombres como ustedes, saben que vayan a tomar su granizado solos, no son más que malditos pervertidos que se fijan por el físico. —Akane iba a seguir hablando pero el golpe de Kaido hacía los chicos, la interrumpió.

Después de eso parecía que Yumehara se había enamorado de Kaido.

Akane se fue al mar lo cual yo la seguí.

—Akane. —le hablé y ella volteó.

—¿Dime...? —fue lo único que me dijo

—¿Te encuentras bien? —ella parecia pensarlo.

—¡Claro! Solo que me molesta que las personas opinen del cuerpo de los demás, sin saber el daño que le pueden causar a esa persona. —ella acabó de decir sus palabras y se acercó más a la orilla del mar.

~𝚅𝚊𝚢𝚊... 𝚂𝚒 𝚚𝚞𝚎 𝚎𝚜 𝚕𝚒𝚗𝚍𝚘 𝚢 𝚊𝚍𝚎𝚖á𝚜 𝚛𝚎𝚏𝚛𝚎𝚜𝚌𝚊𝚗𝚝𝚎.~

—Saiki kun... —ella volteo a verme sonrojada.

~𝚈𝚊𝚛𝚎, 𝚢𝚊𝚛𝚎 𝚎𝚗 𝚟𝚎𝚛𝚍𝚊𝚍 𝚎𝚛𝚎𝚜 𝚖𝚒 𝚙𝚛𝚒𝚖𝚎𝚛 𝚢 ú𝚗𝚒𝚌𝚘 𝚊𝚖𝚘𝚛. ~

—¿Dime? —me acerque más a ella.

—¿No es realmente hermoso el mar? - dijo ella apuntando a otro extremo del mar.

—Si claro que lo es. —dije.

~𝙿𝚎𝚛𝚘 𝚖á𝚜 𝚑𝚎𝚛𝚖𝚘𝚜𝚘𝚜 𝚜𝚘𝚗 𝚝𝚞𝚜 𝚘𝚓𝚘𝚜 𝚌𝚘𝚕𝚘𝚛 𝚛𝚘𝚓𝚘~

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Después de esa tarde en la playa, llegamos al hotel a descansar ya que al otro día iríamos todos a dar un paseo por el centro de Okinawa.

Todo paso de repente ya que fuimos a la repostería donde solo vendían un postres exclusivo, solamente 6 tazones por día, pero en un momento llego Saiki y le tuvimos que compartir de nuestro tazón, lastimosamente, ya que yo quería disfrutar de mi comida.

Después de que regresamos me fui a casa, me bañe y me dormi, estuve muy cansada pero, lo mejor de todo esto es que pude conocer el mar y pasar el tiempo en la playa con Saiki.