Filoaster | JJK [+21][✔] ©

|Cap ₁₂|Polvo de estrellas.

Con toda la impotencia que yacía en mí, le di una cachetada a su mejilla izquierda. Él me miraba, con el ceño fruncido, respiraba con pesadez, aún así no dejó su lugar, ni si quiera un centímetro.

Mi mano ardía, así que me la sostuve con la otra.

—Tal vez en otra vida te hubiera besado, Jungkook —susurré a escasos centímetros de sus labios, mientras veía sus oscuros ojos—, pero no en ésta.

Salí por su lado derecho, abrí la puerta y me fui de la discoteca.

•••

Después de salir de la ducha, me vestí únicamente con una bata. Me lancé a la cama y tomé mi móvil.

Tenía cinco llamadas perdidas de Min Ho, y una de Yon. Obviamente decidí devolverle el llamado a Yon, porque no tenía ganas de hablar con mi novio.

Después de dos tonos, logré ver el rostro de Yon, ella tenía la oreja pegada a una puerta.

—Estoy en medio de un chisme —susurra.

—¿Qué? —me dio gracia.

—Guarda silencio —me regañó—. Jimin está hablando por teléfono con alguien y la conversación parece interesante.

—Ah, ¿sí? ¿De qué hablan? —bostecé.

—Es Jungkook... —apegó más la oreja—. Al parecer le duele un poco la mejilla.

—Oh, qué mal —aclaré la voz.

—Creo que iré a preguntar la razón —ella sujeta la manija.

—¡No! —la detuve con mi voz.

—¿Por qué no?

—Pues... porque... vergüenza, ¿no? Digo, no nos incumbe, ¿no lo crees?

Quise persuadir la situación a otro lado.

—Vergüenza me debería dar robar, ___ —sonrió de lado—. Chisme es chisme.

Y entró a la habitación, llegué a escuchar la risa de Jimin.

—¿Es Jungkook? —preguntó Yon, acercándose.

—Yon, no invadas mi privacidad, estoy en ropa interior —regaña dulcemente el rubio.

Aunque sólo llegué a escuchar su voz, porque mi amiga tenía la cámara contra sus pantalones.

—He visto tu redondo trasero mil quinientas veces, Mochi —dice ella.

—Ya, pero también estoy en llamada con Jungkook.

—¿Quién le dio una cachetada? —susurró.

—No te lo diremos —se niega su hermano.

—¡Vamos, quiero saber!

—No insistas.

—Vi que Jungkook y ___ se llevan bien, ¿no? Justo la tengo ahora en una videollamada al igual que tú con él —alzó el celular—. Tal vez sí se lo quieran decir a ella.

Quedé congelada en mi cama, al ver a un Jimin avergonzado, tratando de cubrir su abdomen, y a Jeon en la pantalla de su IPad.

Aprovechando la desconcentración de Jimin, Yon le quitó el IPad de sus manos y lo dejó frente a mí.

Jungkook estaba igual de tieso que yo.

—Y bien, Jungkook, ¿cómo te hicieron esa marca en la mejilla? —pregunta mi agradable amiga.