Filoaster | JJK [+21][✔] ©

|Cap ₂₈|Por ti.

Quizá algún día podríamos dejar de mentir, pero no ahora. No ahora cuando nos encontrábamos demasiado impacientes por estar completamente solos y respirar dentro de algún espacio pequeño, donde sólo nosotros pudiéramos hacerlo.

Es por eso que expliqué que debía irme y mágicamente frente a todos, Jungkook se ofreció a llevarme. Y aunque todos se creyeron el buen gesto del castaño, o eso creo. Yon no. Claramente que no.

Yon ya conocía nuestro secreto.

Y es por eso que, extrañamente no estuvo muy contenta cuando me fui con Jungkook. Ella nunca se cierra de brazos, y me preocupó que lo hiciera en aquel instante, justo cuando vio al castaño a los ojos y entrecerró un poco los suyos.

Ahora estamos estacionados afuera de mi casa. Hay personas que pasan por la vereda, pero no nos ven a causa del vidrio polarizado.

Volteo a verlo cuando siento su mirada en mi perfil izquierdo. Él sonríe un poco, y se quita la gorra negra que se había puesto, para dejarla en sus muslos y alborotar un poco sus cabellos.

—No sé cómo decir esto —suelta después de minutos.

—¿Por qué?

—Bueno, más bien no sé cómo dártelo —se corrige.

—¿Hablas de la sorpresa? —me encuentro raramente nerviosa.

Debo admitir que no me agradan las sorpresas.

—Sí, bueno, no es tan sorpresa —sonríe, intranquilo—. Digo, sólo, mhmm, me sentí un poco avergonzado cuando la rompí.

—¿Romper? Jungkook, explícate.

Él suspira y se desabrocha el cinturón, para estirarse hacia los asientos traseros y de ahí sacar una mediana caja negra, con una extraña marca escrita en la tapa.

Él me la entrega, ésta queda encima de mi regazo. Jungkook vuelve a su lugar y muerde sus labios, inquieto sobre el asiento. Noto cómo pasa saliva por su garganta.

—¿Qué es esto, Jungkook?

Él no contesta, sólo sonríe, totalmente ansioso a mi parecer. Entonces, destapo la caja con cuidado, para encontrarme con...

—Perdón por romper tu camiseta aquella vez en que tú y yo... —aprieta sus labios, me mira por fin.

—¡¿Qué?! —la saco de la caja y la sostengo entre mis manos—. ¡Es la misma! —sonrío, muy asombrada.

Ésta es blanca con rayas rojas horizontales, y en medio tiene un pequeño escote. Idéntica a la que Jungkook había roto.

—¿Cómo la conseguiste? —la sorpresa no se me sale del rostro.

—Mi abuela —aprieta sus labios mientras sonríe, complaciente—. Ella me ayudó a buscarla.

—No debiste hacerlo, de todas formas la mía ya estaba muy desgastada, Jungkook —dejo la camiseta nuevamente en la caja.

—Cállate por favor.

Tan dulce.

—¿Y esto...? —noto que hay más ropa en la caja.

—Ah, eso... mhmm... no sabía si te quedarías conforme con una, así que te compré cinco más de la misma.

—¡No debiste hacerlo!

—Son de distintos colores, una es rosada, otra negra, verde, púrpura...

Y antes de que dijera otra palabra, lo beso en la boca. Él abre sus ojos con magnitud al verme tan cerca de su rostro.