Filoaster | JJK [+21][✔] ©

|Cap ₂₅|Trátame duro.

【 ᴹᵃʳᵃᵗᵒ́ᶰ ⁴/⁴ 】

El agua de la piscina está temperada. La noche ha llegado y sólo puedo ver a Jungkook, sosteniéndome contra una de las cuatro paredes, sin permitir que mis piernas dejen de rodear sus caderas.

Bastantes minutos llevamos aquí, sólo besándonos, ignorando el hecho de que él lleva consigo una inmensa erección, la cual se resbala una y otra vez por mi pelvis.

—Jungkook... Ah... —jadeo encima de sus labios.

Él devora mi boca, la muerde y al mismo tiempo tira de mis cabellos, una y otra vez. Sé que está desesperado por hacerlo, por tenerme por segunda vez.

—Fóllame... Ah... Jungkook —pido, demasiado caliente como para sentir vergüenza.

Entonces, sus manos dejan mi intimidad a la altura de su pelvis, un poco más arriba que ésta en realidad. Lo beso, paso descaradamente mi lengua por sus labios, incitando a la morbosidad que podríamos llegar.

Y cuando muerde mi labio inferior con fuerza, entierra su pene en mí.

—¡Ah! —cierro mis ojos.

—¿Así? —saca su miembro y vuelve a meterlo—. ¿Así te gusta? —y vuelve a hacerlo, aún más duro.

—¡Sí! —me sostengo de su espalda—. Así... Ah... Así.

Sus manos se apoderan de mis glúteos, los aprieta bajo el agua, provocando que los dos cachetes de mi culo se separen. Lo siento tan caliente dentro de mí, y gimo, no paro de gemir. Él se queja, gruñe, pasando sus dedos por mi culo, y sin dejar de introducir su miembro, acaricia mi orificio anal con su dedo índice y medio. Eso sólo causa que abra en grande mis ojos.

No lo aparto en ningún segundo, y él no para de acariciar mi ano. Lo beso en la boca y jadeo dentro de ésta misma. Mi parte baja comienza a doler, no por su enorme pene, sino por la fricción dentro del agua. Ese hecho sólo empieza a quemarme, a arderme. No quiero quedar con heridas, ni mucho menos pedir un turno en el hospital.

—J-Jungkook —gimo—. Duele... Ah...

—Lo sé, lo sé —detiene sus movimientos, y con cansancio, besa mi mejilla.

Entonces, saca su miembro. Él sonríe y me abraza por la espalda con una mano, con la otra sostiene mis culo, y comienza a salir por las escaleras de cemento. Lo veo a los ojos, en éstos no cabe ni una pizca más de lujuria oscura.

Cuando pasamos por una de las puertas de vidrios, camina por la sala y subimos las escaleras. Me sorprende la fuerza que tiene, no ha permitido que camine.

Entonces, cuando llegamos al segundo piso, totalmente desnudos y mojados, escuchamos la puerta principal abrirse.

—Mamá, nuevamente no tenías nada, sólo me haces pasar vergüenza en la clínica —se queja el señor Jeon.

—Pues creí que me iba a morir —responde ella.

—El doctor sólo dijo que tenías ganas de hacer pipí.

—Exacto, me iba a morir.

Se escucha la risa de mi mamá.

Jungkook me mira, yo lo miro. Los dos nos miramos.

Claramente no dudó en correr a su habitación conmigo en brazos. El lado bueno es que antes de meternos en la piscina, pudimos guardar todo rastro de ropa en el cuarto. Pero, ¿qué hubiera pasado si aún estuviéramos follando dentro de la piscina? Sería todo un caos.