Sus dedos derribaron el muro entre su tacto y mi cintura. Él trataba de besarme sin perder el control, sin sobrepasar mis límites, sus límites. Y eso lo noté cuando me había apretado a su cuerpo y al instante volvió a soltarme, como si aquella cercanía conllevara a lo prohibido.Su pequeña boca abrazó la mía con ferocidad, con un escandaloso chasquido que producían nuestras salivas al mezclarse con morbosidad entre sí.
En medio del beso, mi garganta tragaba de vez en cuando. Su aliento huele bien, y pude percatarme de ello cuando nos separamos y respiró con agresividad frente a mí, viéndome a los ojos, apretándome a él, a su cuerpo, a su fornido pecho y grandes brazos.
La necesidad de ser apretada por él, crecía. Aunque tal vez era estúpido, pero crecía, y no sabía cómo detenerlo. O es que tal vez no quiero, no quiero detener este momento, y aquel deseo se estaba escabullendo entre mis dedos, como arena, arena seca y calurosa.
Mis manos se aferraron a su nuca, quité su gorro y lo lancé a la cama. Jugué con su cabello, estaba un poco húmedo a causa del sudor, y es porque llevábamos largos minutos besándonos, sólo besándonos y nada más, algo desesperados, pero sin sobrepasar la línea.
Entonces me pregunto si yo también estoy sudando, pero no lo sé.
Y en un intento de no pasar por aquella "línea", una de sus manos se aparta de mi cintura, y guía un camino a mi espalda baja, se detiene ahí por un instante, sin embargo, sigue. Sigue hasta poder abrazar un cachete de mi culo, y es ahí cuando siento que mis pulmones sobresalen de mi pecho y vuelven a su lugar.
El calor que me genera aquella acción, desborda una sensación nueva, algo que jamás tuve el privilegio de sentir, y eso me asusta. Me asusta porque es desconocido, y temo por mi autocontrol.
Mi espalda se encorva para atrás, casi como una reacción automática, y Jungkook me toma con más fuerza, sin dejar de besarme, se encorva conmigo y no deja que me caiga de espaldas.
Abro mi boca en grande, su lengua entra en mí y juega con la mía, tocando y chocando con nuestros dientes al paso. Él comienza a caminar y no me queda más opción que retroceder, hasta que mi espalda toca la puerta y es cerrada con fuerza.
El portazo había sido muy ruidoso. Jungkook y yo nos miramos a los ojos, alarmados, él posa su dedo índice en mis labios.
—Shh... —dice él.
Nos seguimos mirando, hasta que sus ojos caen en su dedo sobre mis labios. El castaño forma una sonrisa, mostrando sus dientes, yo también sonrío, hasta que muy pronto su expresión cambia y veo que saca su lengua con sutileza.
Su mirada se apaga, de forma sexy y seductora, Jungkook se acerca más a mí y pasa su lengua por mis labios. Me quedo quieta, con el corazón a mil. Mis manos generan sudor y no quiero que note que me he puesto nerviosa.
Pasa otra vez su lengua, y esta vez abre su boca y me besa, me besa tanto que mis labios duelen, incluso yo misma puedo notar cómo se hinchan en cada movimiento. Y me duelen, me duelen mucho más ahora, porque me los acaba de morder y succionó mi labio menor con fuerza.
El sabor metalizado de mi sangre se esparce por mis papilas gustativas, y trago saliva una vez más.
—Jungkook —llamó el señor Jeon, tocando la puerta tras nosotros.
El castaño y yo nos volvemos a mirar, esta vez mucho más alarmados que antes.
—Ah... Ah... —aclaró su voz—. ¿Sí, papá?
—¿Puedo pasar?
—¡No! —sacude la cabeza—. Digo, no... no, estoy cambiándome de ropa.
—Oh, claro, entonces, ¿sabes dónde está ___? Lee la está buscando.
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Filoaster | JJK [+21][✔] ©
Fanfiction𝗟𝗜𝗕𝗥𝗢 #𝟭 || Por la universidad se había corrido el rumor de que Jungkook tenía un pene pequeño, y él no pretendía desmentirlo. ¿Por qué? No sabía. "Tampoco me incumbe", pensaba. Jeon Jungkook se trataba de un misterio, del que yo quería saber...