|Cap ₁₄|Pídemelo.

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Fue un escaso toque, sin embargo había cerrado mis ojos por inercia, al separar sus labios de los míos, nos miramos y comenzó a llorar.

—Lo siento mucho —dijo—. Y-yo no debí hacerlo sin tu consentimiento... ___, perdóname por favor.

Sin dudarlo la abracé y dejé que descansara su cabeza en mi pecho, por más asombrada que me encontrara, mi deber era ser una buena amiga.

—Tranquila, Yoni... —acaricié su espalda—. No pasa nada...

—S-sé que tienes novio y no te gustan las ch-chicas... —llora más.

—Shh, calla, está bien.

—No, n-no está bien y lo sabes.

—Estás borracha, Yon, ahora mismo todas tus emociones se incrementan a causa del alcohol en tu sangre, no te culpes por lo que acaba de suceder.

Las lágrimas de Yon empapaban mi ropa, pero no importaba. No importaba para nada.

—Tienes que descansar y darte un baño antes de que tus papás lleguen y te encuentren así —me levanté un poco de la cama—. Ven.

—Debo limpiar la casa...

La miré un momento y mordí el interior de mis mejillas, pensativa.

—No te preocupes por eso, yo lo haré con alguno de tus hermanos que esté sobrio —estiré mi mano a ella—. Vamos a ducharte.

Ella entrelazó sus dedos con los míos de inmediato, y salimos de ahí, aunque casi se tropieza dos veces en el intento.

Cuando llegamos a su habitación, fuimos a su cuarto de baño y ahí la senté en el retrete.

Apoyé mis manos en mis caderas y la miré, tan incapaz de mover alguna de sus extremidades por sí sola.

Así que hice lo que cualquier amiga hubiera hecho por la otra;

—Yon... quitaré tu ropa —me acerqué a ella con cuidado—. Tendré que ducharte yo misma.

—Por eso te quiero, ___... —con sus ojos cerrados, sonrió sin mostrar los dientes.

Abrí la llave de agua caliente, y la tina empezó a llenarse.

Comencé a sacarle la camiseta, y con mucha dificultad logré quitar sus pantalones. Dejé su ropa interior, no hacía falta desnudarla por completo.

Hice que rodeara su brazo por mi cuello y la sujeté de la cintura, cuando ella logró sentarse, mojé un poco su cabello y apliqué champú.

Me senté en la orilla de la tina.

—Mis papás van a enfadarse conmigo... —susurró.

—No digas eso —respondí, mientras hacía masajes en su cabeza—. Tienes cinco hermanos más.

Yon estaba tan cansada, que ni si quiera podía hablar con los ojos abiertos, sus expresiones yacían dormidas.

Enjaboné su cuerpo con mis manos, y luego acaricié la punta de sus cabellos con una crema.

—¿Por qué eres... tan buena? —cuestionó de repente.

—No lo soy.

—Las personas buenas jamás aceptan que lo son, ___.

—No es así...

—Si no lo fueras... no estarías aquí...

—Es porque eres mi amiga, Yon.

—Jamás una amiga había hecho esto por mí...

—Pues acostúmbrate —sonreí, botando aire.

—¿Puedes ducharme siempre tú? Tampoco lo hago a menudo, sólo día por medio porque mi cabello se reseca —rió.

Filoaster | JJK [+21][✔] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora