Jungkook sigue besándome, sosteniéndome temblorosamente entre sus manos, como si jamás me hubiera tocado y ésta fuera la primera extrañamente. Sus dedos recorren el grueso elástico de mi pantalón y su pecho incrementa la fuerza con la que respira al haber rozado mis bragas.Nuestras lenguas juegan bajo la fuerza con la que nos besamos.
Trato de subir una de mis manos a su nuca y agarro entre mis dedos los cabellos de aquella zona, provocando que el castaño jadee ante mi toque.
Nos separamos, teniéndonos agarrados de los cabellos con fuerza que no logramos controlar porque al mismo tiempo estamos desesperados por algo más que besos.
Él me entrega una sonrisa ladina y apega su pelvis a mi abdomen, causando que lo sienta por completo y abra medianamente mis labios. ¿Pero cómo evitar lo que no quiere ser escondido? Esa es su forma de hacerme saber que está excitado.
—Tengo que irme.
Pronuncio en un intento de susurro que en realidad se queda tendido en el intento porque había salido como un insaciable gemido de mis labios.
—¿Cuándo podré tenerte? —besa húmedamemte mi mejilla.
—Hoy debemos llegar al cumpleaños de Yoongi, así que no podemos.
Boto aire sobre sus labios, intentando no volver a besarlos porque sé que podría perder mi clase sin problemas ante la tentación. Y es que ahora mismo me encuentro luchando contra mi fuerza de voluntad como nunca antes.
—Tengo mi auto afuera, ___.
—Es la segunda vez que propones eso.
—Una señal del destino quizá —se encoge de hombros con una sonrisa divertida.
—Tú no crees en el destino —golpeo su hombro con mi mano, fruncida de ceño.
—Pues estoy comenzando a replantearlo —ladea la cabeza, acariciando mis mejillas.
—Eso es trampa.
—¿Y te gusta cuando hago trampa?
Sus manos bajan por mi abdomen hasta topar con el término de camiseta y alertar mis sentidos en el intento, cuando desliza sus largos dedos por la piel de aquella zona y acaricia mi cintura, sin yo quejarme.
Qué estúpido. ¿Por qué me quejaría?
Me gusta cuando Jungkook me toca.
—¿Te gustan las cosquillas? —pregunta con una sonrisa cómplice, aún acariciando mi cintura, y al mismo tiempo mostrándome la punta de su lengua, brillante y tentadora.
—Las odio —trago saliva.
Y tan pronto como respondo su pregunta, él sube sus manos hasta llegar a mis axilas y hacer movimientos rápidos con sus dedos, mientras yo grito y me retuerzo entre sus brazos.
—¡Jungkook, detente! —río, no paro de reír ni aunque quisiera—. ¡Por favor, Jungkook!
Yo no paro de reír y el castaño no me suelta, mientras también ríe porque al parecer le causa diversión mi expresión, ya que nadie le está haciendo cosquillas a él. Y aunque quisiera vengarme, no puedo, sus brazos son muy grandes y fuertes como para competir contra ellos.
Ninguno de los dos deja de reír y yo intento golpearlo con mis rodillas, pero es inútil. Mi boca está por derramar saliva a causa de mantenerla tanto tiempo abierta y mi estómago duele.
—¡Suéltame, joder, por favor! —pido entre risas.
Y cuando grito esas últimas palabras, mágicamente me suelta con una inmensa sonrisa en el rostro. Aplaude con sus manos mientras se retuerce de la risa, como si aplaudir fuese un tipo de desahogo que a su cuerpo le agrada demostrar. Sus ojos se achinan más de lo habitual y no deja de mirarme.
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Filoaster | JJK [+21][✔] ©
Fanfiction𝗟𝗜𝗕𝗥𝗢 #𝟭 || Por la universidad se había corrido el rumor de que Jungkook tenía un pene pequeño, y él no pretendía desmentirlo. ¿Por qué? No sabía. "Tampoco me incumbe", pensaba. Jeon Jungkook se trataba de un misterio, del que yo quería saber...