Filoaster | JJK [+21][✔] ©

|Cap ₄₉|La verdad.

Silencio.

Sólo hay silencio.

No muevo alguna articulación, pero mis ojos vagan por la habitación como si trataran de encontrar algo sensato en estos momentos de alucinación.

Próximamente camino a una esquina de la habitación, justo a un lado de un mueble con fotos. Lo primero que hago es buscar detrás de ellas, para luego abrir cajones y tocar las paredes.

—¿Qué haces? —pregunta Jungkook.

—Busco las cámaras.

—¿D-De qué hablas?

Camino a otra esquina del cuarto y rebusco en más muebles.

—¡Trato de encontrar las malditas cámaras!

—Detente.

—¡Dime dónde están las cámaras, Jungkook! —abro la puerta de su clóset y toco por todas partes, muy acelerada.

—No las hay.

El castaño se levanta de la cama. Atisbo su desnudez acercarse a la mía.

—¡Por el amor de Dios, sólo dime y termina esta mala broma! —lanzo prendas de ropa al suelo.

—No soy completamente humano —dice detrás de mí.

—Esto no me hace gracia.

Camino a la cama y busco en la mesita de noche, queriendo encontrar algún micrófono oculto aunque sea.

—A mí tampoco.

—¡Ya está, Jungkook, caí en tu broma! —me doy la vuelta y lo enfrento—. Termina esto.

Niega con su cabeza mientras una que otra lágrima cae por sus mejillas.

—Créeme que desearía que fuera una broma... —responde.

Mi respiración se eleva, mi pecho se infla enormemente cada vez que respiro con fuerza, y apenas puedo pestañear debido al temor.

—¡E-El brazalete! —apunto los pedazos del mismo sobre la cama—. ¡Dime cómo explotó!

—¿Cómo lo conseguiste?

—Fue un regalo de Tae Hyung.

Él frunce su ceño ligeramente.

—Dijiste que funcionaba a través de energía —empieza, dubitativo—. Al unirme a ti, la potencia de mi energía ocasionó la sobrecarga.

—Imposible.

—Necesito explicarte todo —intenta acercarse.

—¡Deja de mentir! —doy un paso atrás.

—No pretendo hacerlo.

—¡Lo haces!

Lo esquivo y me dirijo al baño de su habitación, empuñando mis manos al costado de mis muslos e intentando no colapsar, y es que la verdad no me gusta gritarle. Jamás discutimos, y detesto que haga este tipo de bromas justo ahora.

Ingreso y cierro la puerta de golpe. Inmediatamente prendo la luz y abro el grifo del lavamanos para mojar mi rostro con abundante agua. Levanto la cabeza, me miro al espejo y noto que mis ojos se encuentran rojos a causa de la irritación del momento.

Apoyo mis manos en el mueble y arrugo la expresión de mi rostro cuando asimilo lo que acaba de pasar.

Una estrella.

Imposible. No puede serlo.

Éstas cosas no suceden en la vida cotidiana de las personas. No tiene ni un poco de lógica, ni si quiera por un segundo.