Filoaster | JJK [+21][✔] ©

|Cap ₁₇|Todo es una mierda.

Mamá y el señor Jeon se tomaban de las manos encima de la mesa, mientras hablaban de un video en YouTube que al parecer se trataba de lo más gracioso que habían visto. La abuela por otro lado tejía un gorro de lana para Jungkook, muy concentrada, mientras de vez en cuando se llevaba un pedazo de carne a la boca.

Jungkook en cambio, se hallaba frente a mí, comiendo, callado, desviando sus ojos a mi puesto una que otra vez.

Claro, hace media hora lloraba sobre su hombro. No podía pedir una situación más cómoda que ésta, ¿verdad? No la había.

La cena transcurrió bien como de costumbre, mamá y el señor Jeon retiraron las cosas e insistieron en que ellos dos lavarían los trastes. Entonces no me quedó opción que quedarme sentada en el living junto a la abuela y Jungkook.

—Cuando Jungkook tenía cinco años, le gustaba mucho que yo tejiera gorros para él —comentó su abuela, risueña.

—No es verdad —contradijo él, sentado en el sofá frente a nosotras.

—Claro que es verdad, jovencito. Una vez te hice un calzoncillo de lana, te encantaba, lo usaste casi toda la temporada de invierno, hasta que tu madre lo botó a la basura.

—¿Por qué? —pregunté.

El castaño apretó ligeramente uno de sus puños sobre su regazo, sin embargo, cuando se da cuenta que lo estaba observando de reojo, abre su mano, tensa, y mira hacia otro lado.

Al parecer, hablar sobre su madre no se trataba del mejor tema para tocar.

—Oh, la ex-esposa de mi hijo era anticuada. Prefería comprarle cosas de calidad a Jungkook, y desechar lo que yo tejía para mi nieto.

—Usted debió sentirse mal, ¿no?

—Claro que sí. Jungkook es mi único nieto, y ella no me dejaba pasar mucho tiempo con él. Bueno, hasta que finalmente...

—Bien, me iré a dormir —el castaño se levanta inesperadamente del sofá, y nos mira a ambas.

—¿Tan luego?

—Sí, tuve un día largo, necesito dormir mis ochos horas.

—Oh, está bien, te adoro, corazón —la abuela le lanza un beso volador—. Descansa.

—Tú también —le sonríe.

Sus ojos vagan por los de ella, hasta llegar a mí y hacer un sutil movimiento de cabeza. Deja de sonreír, pero abre un poco la boca, como si quisiera decir algo, mas no lo hace. Se abstiene, y se pierde por las escaleras.

—A Jungkook no le gusta hablar de su madre... —lamenta la abuela, tejiendo.

—¿Ella formó otra familia?

—Sí, lo hizo, y dejó a mi nieto cuando sólo tenía diez años.

—Y usted...

—¡Oh, lo terminé! —alza el gorro negro de lana—. Está lindo, ¿no?

—Sí, muy lindo —sonrío, asintiendo—. Pero, dígame, señora Jeon, ¿usted crió a Jungkook desde aquel entonces?

La curiosidad me ahorcaba cada que escuchaba hablar de la madre de él. Necesitaba saber la razón por la que sus ojos brillan a causa de insignificantes cosas, o porqué se le es tan fácil olvidar los malos ratos. O... conocer la causa del porqué me dolió tanto dejarlo tirado en el suelo aquella noche. Sentía que lo abandonaba, y no hallaba la causa. ¿Acaso sufre de abandono por su madre? ¿Es eso? ¿Siente miedo? O no simplemente miedo, algo más que eso.

—No debería hablar de ella sin él —responde—. Ve a dejarle el gorro y de paso le preguntas. Es un buen plan, ¿no crees?

¿Qué pasaba por la cabeza de ella? ¿Es que acaso sí se percataba de nuestras pequeñas y casi inexistentes señales entre su nieto y yo? Oh, así que sí nota la maldita tensión entre él y yo, pero disimula el hecho de que sí sabe algo.