Min Ho desciende la intensidad con la que aprieta mis brazos y endereza su espalda, sonriendo mientras sus ojos me ven al rostro, hasta que noto que aquella misma mirada ve por el costado de mi hombro izquierdo. Y no, no deja de sonreír aunque mis lágrimas no dejen de empapar mis mejillas.—Prometiste dejarla en paz.
Y cuando escucho esa voz resonar a mis espaldas, como si cientos de altavoces fueran puestos en mis oídos y únicamente se me es permitido escucharlo a él, y a nadie más que él, siento cómo el terror y la ansiedad se encargan de unirse a mí a través de la sangre de mis venas.
Porque sí, esto se volvió peor de lo que esperaba, únicamente porque Jungkook me había escuchado.
—Ya oíste a mi novia —le dice Min Ho—. Me ama, y eso no podrás cambiarlo.
—Lo prometiste —vuelve a repetir Jungkook.
Pero, ¿por qué de pronto comienzo a sentirme excluida de esta situación? Ellos se dirigen la palabra como si se conocieran desde siempre, y yo sólo sé que hablaron sólo un poco en el restaurante.
No me atrevo a voltear.
No me atrevo a mirar.
—¿Qué prometí? —ríe Min Ho, para nada chistoso—. Ella me ama, nada de lo que tú digas podría cambiar eso, lo sabes, ¿no?
Jungkook queda en silencio, y yo no sé qué hacer ante eso, porque si antes me encontraba confundida, ahora lo estoy aún más.
—Prometiste... —se detiene, lo escucho botar aire pesadamente—. Prometiste dejarla en paz.
—No sé de qué hablas.
—¡Lo prometiste! —grita Jungkook.
Y cuando escucho nuevamente eso, me volteo por fin, viendo a Jungkook. Él aprieta sus puños a los lados de su cuerpo, su mirada está apagada, sus ojos tan brillantes como podrían estarlo. Y me asusta cómo ve a Min Ho.
—¿Jeon Jungkook quiere hacer un escándalo? —vuelve a reír Min Ho—. ¿Quieres que tu padre te vea? No creas que no sé sobre esa chica y el dinero que le dieron para que dejara de hablar de ti. Toda la universidad lo sabe. Así que no te conviene discutir justo aquí.
—Lo prometiste... —dice en un fuerte susurro.
—¿Eso es lo único que sabes decir? —se burla—. En serio, campeón, date cuenta que estorbas entre nosotros.
Pero entonces, me separo unos pasos de Min Ho, y lo veo con temor, para luego ver de la misma forma a Jungkook. Me encuentro en medio de ellos, quienes no dejan de observarse con enojo.
—¿P-por qué lo prometió, Jungkook?
Me atrevo a hablarle, pero los dos quedan en silencio nuevamente, ninguno se atreve a responderme.
—¡¿Qué sucede aquí?! —mis manos tiemblan, mis labios también, veo a uno y luego al otro, y así sucesivamente.
—¿Quieres decirle tú? —cuestiona Jungkook, mirando al pelinegro.
—No hay nada que decir —niega él.
—¡Díganme de una puta vez! —me encuentro paranoica.
—Lo que sucede, es que Min Ho te ha sido infiel desde el primer día de clases, y aún así dice amarte cuando no es nada más que una mentira.
Una lágrima cae sin expresión por mi cara. Mis labios se abren, viendo los ojos de Jungkook, quien por fin pudo coincidir con los míos. Frunzo mi ceño, negando con la cabeza.
Mis manos tiemblan mucho más que antes, mi corazón bombea sangre con tanta fuerza que llego a escuchar el claro "bum" dentro de mi oreja, como si estuviera por estallar. Comienzo a sudar, a respirar con dificultad y perder el equilibrio sobre el cemento.
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Filoaster | JJK [+21][✔] ©
Fanfiction𝗟𝗜𝗕𝗥𝗢 #𝟭 || Por la universidad se había corrido el rumor de que Jungkook tenía un pene pequeño, y él no pretendía desmentirlo. ¿Por qué? No sabía. "Tampoco me incumbe", pensaba. Jeon Jungkook se trataba de un misterio, del que yo quería saber...