【 ᴹᵃʳᵃᵗᵒ́ᶰ ³/³ 】
De pronto nos encuentro a ambos sin ninguna prenda de ropa, frotando nuestras manos por arriba de la piel del contrario, tocando nuestros brazos, nuestros muslos. Él acaricia mis duros pezones con la punta de sus dedos, aunque por otro lado aún intento hallar el momento exacto en que accedimos a esto, a tocarnos dentro de un auto, solos, sin nadie a nuestro alrededor.
Al menos nadie que pueda oír mis quejidos.
Sus quejidos.
Mi pelvis se acerca peligrosamente a la suya y mi intimidad hace contacto directo con su pene, el cual aún sigue creciendo bajo mi cuerpo.
Jungkook cierra sus ojos de golpe cuando sucede eso. Hablo de cuando su extensión es obligada a pegarse entre su abdomen y el mío, rozando nuestros ombligos. Cuando los pliegues de mi vulva se abren con delicadeza y amoldan casi perfectamente el grosor de su miembro y un poco de sus testículos.
De nuevo ninguno de los dos está depilado, pero la verdad, ¿qué importa? Nada, exacto. Nada importa cuando estoy con él.
El frío que aún existe en nuestros cuerpos nos impide lubricar con facilidad, y lo noto cuando intento frotar mi sexo en el suyo, pero fallo. Él también lo nota y sonríe, levantando una de sus cejas y golpeando su lengua contra su mejilla derecha.
Quizá pueda humedecer el asunto con mi saliva.
—¿Por qué sonríes? —pregunto,
entrecerrando mis ojos.—Sólo estoy recordando lo bien que se siente tener mi pene dentro de tu boca, ___.
Niego con la cabeza y desvío la mirada, escondiendo una sonrisa ladina que no quiero que él vea porque junto a ella también me he sonrojado. Siempre me sonrojo gracias a él y aún no acepto por completo el hecho de que sólo él pueda causar esto en mí.
—Eres un idiota.
—Soy tu idiota.
Volteo a verlo nuevamente.
Dejo de sonreír con lentitud y lo sigo mirando a los ojos, dándome cuenta que nunca dejaré de ver aquella galaxia repleta de estrellas, porque cada vez que la veo, ahí están, brillantes. Sus ojos... muy oscuros pero con destellos. Entonces me pregunto, ¿por qué son así?
Una vez mi padre me habló de ello. Sobre que los ojos son el reflejo del alma.
Pero, ¿Qué es lo que reflejaba el alma de Jungkook realmente? ¿Eran las estrellas? ¿Acaso su alma le pertenecía a ellas?
—¿Qué ves? —pregunta él en un susurro.
—Te veo a ti.
Mis temblorosas manos se posan sobre sus mejillas e indago a través de su mirada. Acaricio sus cabellos y deslizo mis dedos entre ellos, permitiéndome tocarlo, sentirlo y preguntándome si él es verdadero, porque no lo parece.
Tal belleza parece inhumana.
—Siempre te veo a ti, Jungkook.
—¿Lo haces?
—Sí... —frunzo mi ceño y trago saliva cuando sin querer mis ojos caen sobre sus labios—. Y mi cabeza se llena de dudas cuando lo hago.
—Háblame de esas dudas, por favor... —pasa sus manos por mi espalda y me apega más a él.
—¿Podrás responderlas si lo hago? —sonrío de labios cerrados y busco sus manos hasta juntar nuestras palmas.
Él lo duda unos instantes, aprieta sus labios entre sí, y aunque creí que finalmente se negaría, asintió con la cabeza.
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Filoaster | JJK [+21][✔] ©
Fanfiction𝗟𝗜𝗕𝗥𝗢 #𝟭 || Por la universidad se había corrido el rumor de que Jungkook tenía un pene pequeño, y él no pretendía desmentirlo. ¿Por qué? No sabía. "Tampoco me incumbe", pensaba. Jeon Jungkook se trataba de un misterio, del que yo quería saber...