|Cap ₂₀|"Hace dos horas".

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Esto no me está pasando.

Esto no me está pasando.

Esto no me está pasando.

Repetí una y otra vez dentro de mis confines más culposos, mientras buscaba una bata para cubrir mi cuerpo. Jungkook yacía en medio de la habitación, completamente desnudo, cubriendo su miembro con sus dos manos.

¿Por qué lo hacía? Ya conocía su cuerpo y él el mío, no había razón para sentirnos cohibidos, ¿o sí? ¿Existía alguna razón para él?

¿Así se comportaba cada que tenía sexo con cualquier chica?

Dentro de mi total ansiedad frente a la situación, Min Ho vuelve a gritar mi nombre e intento no gritar o desesperarme más de la cuenta. Así que veo de reojo a Jungkook, cabizbaja, apretando sus músculos al demostrarse totalmente tenso.

Quizá no debí hacer esto. Dios. Dios. Dios. No entiendo lo que me sucede, yo no soy así.

Cállate.

Muerdo mi labio inferior, apretando mis manos en puños a los lados de mi cuerpo. El hecho de presenciar a Jungkook así, lo hacía peor. Necesitaba tranquilizarme y apaciguar la situación pero, ¿cómo pretendía hacerlo? Jungkook no ha hablado desde que hemos escuchado a Min Ho. Aunque tampoco lo culpo. Es mi responsabilidad enfrentar esto, no la de él.

Pero, no lo sé. Necesito algo de él. Algo. Sólo algo. Una palabra quizá. Algo que salga de su boca.

Pero nada.

—Tengo que ir... —llevo una de mis manos a mi boca y muerdo mis uñas, una tras una—. Yo... debo ir, Jungkook.

Tal vez espero una respuesta.

No la hay.

Él no me mira, sólo asiente, mirando el suelo, así que echo un corto suspiro y trato de calmarme yo sola. Ahora mismo no estoy en situación de preocuparme por su reacción, así que me preparo para lo peor. Salgo de mi habitación y bajo las escaleras.

Parecía como si en cada escalón, la tensión fuera peor. El miedo incrementa y escucho mi corazón latir dentro de mi oreja. Necesito vomitar pero me aguanto.

Cuando llego a la puerta principal, escucho otro de sus toques en la última mencionada. Cierro mis ojos con fuerza, y dejo mi mano en la manilla. Sé que debo abrirla y confrontar la situación de alguna u otra manera, pero la verdad es que no estoy lista. No soy valiente, pero siempre creí serlo. Creí ser valiente cuando acepté los besos de Jungkook, cuando lo traje a mi casa y tuvimos...

Basta.

Cubro mi pecho una vez más con ayuda de la bata, y peino mi cabello con mis dedos. ¿Parecía normal? ¿Parecía como si acababa de despertar y planeaba justo ahora darme una ducha? No lo sabía, sin embargo, ya era demasiado tarde para percatarme de los detalles.

Suspiro una vez más.

Giro la manilla.

Abro la puerta.

Dos simples pasos que me llevarían a tenerlo frente a mí, con una sonrisa pegada al rostro, él nota mi aspecto y frunce un poco el ceño, no enojado, sino algo confundido, pero aquel detalle no deja que su sonrisa decaiga.

—¿Qué hacías? —da un paso adentro y besa mis labios, así como un pequeño toque de saludo matutino.

Quedo quieta en el mismo lugar, extrañada, tal vez un tanto asqueada por la situación. Mi mano aprieta la puerta de madera y procedo a cerrarla trae su entrada.

—¿Qué haces tú aquí? —cuestiono.

Min Ho se sienta en el borde de un sofá, sin dejar de sonreír. Vale, igual siempre sonríe, tampoco es de otro mundo que lo haga ahora, justo después de acostarme con otro chico. Sólo es simple coincidencia.

Filoaster | JJK [+21][✔] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora