Freccia del destino [Gustoni]

Capítulo 4

"1159 palabras"

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Narra Toni:

Acababa de dejar a Carlo en casa ya que había entrado en celo.

¿A quién se le ocurre ir por ahí sin supresores?

Pues la respuesta es fácil, a Carlo.

Me despedí de Carlo, después de dejarlo en su habitación y me fui a la cocina a comer algo ya que no había comido en todo el día, me hice un sandwich de jamón y queso, me senté en la mesa y me lo comí.

Eran las 18:47 y aún tenía que ir al Krule a por dinero, la verdad es que no tenía ganas de ir, pero tenía que hacerlo ya que Carlo estaba en celo.

- Cazzo, che pigro (joder que pereza)
- dije mientras le daba el último mordisco al bocadillo.

Me levanté de la silla en la que estaba sentado y me dirigí a la habitación de Carlo, estaba completamente dormido.

- ¿Debería avisarlo? - pensé, pero inmediatamente la respuesta vino a mi cabeza - No -

Salí de la habitación de mi hermano y bajé las escaleras para llegar al pasillo, cogí las llaves de casa y del coche y salí por la puerta, fui hasta el coche y me monté en él.

Conduje hasta el Krule y llegué en 5 minutos, la verdad es que no había mucho tráfico en Marbella hoy.

Me dirigí al aparcamiento del Krule pero estaba lleno asi que aparqué en la calle de la esquina, aparqué sin dificultad y salí del coche.

- Parece que va a llover - dije mirando al cielo, ya que estaba nublado y con algunas nubes grises oscuras.

Caminé hacia el Krule pero detení el paso al ver una cosita peludita maullando en una esquina de la acera, me acerqué a ella.

"Miau"

- ¿Un gatto? (¿Un gato?) - me pregunté a mi mismo mirando al animal.

"Miau"

- Hey bonito, ¿Qué haces aquí? - mire al gato y lo abracé dejando mi olor en él.

- Eres muy mono y supongo que tienes hambre - dije recibiendo un maullido de parte del gato y lo acaricié, caminé hasta el Krule con el gato en brazos y entre en la tienda, cuando entré al Krule un aroma a chocolate inundó mis fosas nasales, me dejó aturdido por un momento, cuando intenté buscar la persona que desprendía aquel aroma, ya no había nadie.

- Mm... chocolate - dije para mi mismo en un susurro.

Me acerqué a un estante de la tienda y cogí una lata de atún, abrí la lata y la dejé en el suelo, después dejé al animal en el suelo y éste empezó a comer de la lata.

Me puse a observar al animal y la verdad es que era muy bonito, era un gato de 1 año o dos apróximadamente, blanco y negro con los ojos verdes.

- Parece que tenías hambre - me acerqué de nuevo al animal y le acaricié las orejas, el gato empezó a ronronear y yo sonreí.

- Em... ¿Toni? - me llamó Salinas.

- ¿Eh? - mire confundido a Salinas, el gato saltó de mis brazos al suelo y se fue corriendo.

- ¿Y ese gato? - preguntó Salinas.

- Estaba fuera - dije mirando hacia donde se fue el gato.

- Bueno, tengo el dinero - dijo el abogado.

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Por otro lado...

Dos omegas, concretamente Horacio y Gustabo, se encontraban en las calles de Marbella observando todo a su paso, el omega rubio estaba siendo regañado por el omega de crestas por pararse a ver todos los escaparates de las tiendas de la zona.

Narra Horacio:

- Gus, ¡no puedes estar parandote cada 2 segundos a mirar los escaparates! - dije mirando a Gustabo.

- Pero que no tardo tanto - se quejó el rubio.

- Se hace tarde y va a llover, aún no hemos llegado al hotel y encima tengo hambre - dije negando con la cabeza.

- Mira, escúchame... - miré a Gustabo

- Yo voy a por algo de comer y tú vas al hotel, yo después voy, ¿Qué te parece? - me preguntó fijando su mirada en mi.

- Mm... está bien - acepté mientras soltaba un suspiro.

- Vale, pues voy a comprar, nos vemos Horacios - se despidió Gustabo.

- Ten cuidado Gus -

- Tú también -

Narra Gustabo:

Me acababa de despedir de Horacio ya que tenía que ir a comprar comida, ahora que lo pienso...

¿Dónde voy a comprar comida?

Que pregunta más tonta, a un badulaque.

Entre que pensaba a donde ir, llegué a un badulaque, tenía un nombre peculiar...

- El Krule... que nombre más raro - dije soltando una risita mientras entraba en el establecimiento.

Miré los estantes y me fijé en dos sopas instantáneas, las cogí y me dirigí a la nevera para coger bebidas, cogí dos botellas de agua y fui a la caja a pagar.

Llegué a la caja y vi a un chico, a la vista parecía ser un beta y desprendía un suave aroma a tabaco, no era un olor desagradable, sino todo lo contrario.

- Hola - me saludó el beta.

- Hola - le respondí - ¿Cuánto es? - le pregunté.

- Son... 5€ - contestó.

- Vale - busqué en mis bolsillos y saqué 5€ justos, le di el dinero y me marché de la tienda.

Salí de la tienda y me empezaron a caer unas gotitas de lluvia en la cara.

- Genial, se va a poner a llover ahora - me quejé mirando al cielo.

- Enserio no había otro pu... - fui interrumpido por una bolita de pelo frotándose en mi pierna.

"Miau"

- ¡Un gato! - grité con emoción al ver al animal, cogí el animal en brazos y le empecé a acariciar, el gato comenzó a ronronear.

- Eres muy bonito - seguí acariciando al animal y junté mi nariz con la del gato, haciendo un beso esquimal con él, al juntar mi nariz con la del animal un aroma a menta inundó mis fosas nasales.

- Mm... menta - dije en un susurro.

- ¿Quieres venir conmigo? - le pregunté al gato recibiendo un maullido.

Narra Horacio:

Habían pasado 2 horas desde que Gustabo se había ido y aún no había regresado, yo me encontraba en la habitación del hotel caminando de un lado a otro, iba a salir a buscar a Gustabo cuando sentí como alguien entraba en la habitación con la llave.

Me fijé bien y ese alguien era Gustabo con ¿Un gato?

- Gustabo tío me tenías muy preocupado, ¿Y este gato? - dije mientras abrazaba a Gustabo.

- Que tampoco he tardado tanto y el gato me lo encontré - me contestó volviendo a acariciar al animal.

- Bueno mientras lo cuides - dije separándome de Gustabo.

- Ah por cierto traje la comida - dijo Gustabo sacando la comida de una bolsa azul.

- Pues vamos a cenar que me muero de hambre - contesté acercándome de nuevo a Gustabo.

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Encuesta finalizada <3

Att: Misha