Capítulo 18

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"1078 palabras"

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Narra Toni:

- Ponme a Horacio - se escuchó al otro lado de la línea.

- ¿Qué? - pregunté atónito.

- Pues que me lo p-pases... - le tembló la voz en la última palabra.

- Non puoi chiamare casualmente per parlare con un omega che hai appena morso! (¡No puedes llamar como si nada para hablar con un omega al que acabas de marcar!) - elevé el tono de voz - Ripeto nel caso non avessi sentito, COSA HAI APPENA MORSO (Repito por si no me has escuchado, ¡Al que acabas de marcar!) -

- Toni... - susurró.

- Toni niente, sei un idiota (Toni nada, eres un idiota) - le pegué un bocado a la rosquilla que había cogido anteriormente en el buffet.

- No empieces - bufó molesto - me he comido un audio tuyo de 7:49 minutos insultando a todo lo que se moviera o tuviera patas -

- Tienes suerte de que se cortó el audio - susurré.

- ¿Toni? - preguntó una suave voz a mis espaldas.

- Aspetta un minuto fratello (Espera un minuto hermano) - me puse el móvil en el hombro y presté atención al omega que tenía delante.

- Perdón por interrumpir - empezó a jugar con sus manos algo nervioso - gracias por acompañarme, no tienes porque quedarte - levantó la vista - esto son cosas mías y... - le interrumpí.

- No te preocupes, no era importante - mentí - y sobre lo otro - le miré a los ojos - estoy porque quiero, te vi muy preocupado antes en la tienda y no te podía dejar así -

- De verdad, si te quieres ir, vete -

- Parece que quieras que me vaya - me reí.

- No es eso y lo sabes - sonrió algo avergonzado - te he metido en mis problemas y eso que no te conozco ni de hace un día -

- Suficiente como para saber que eres un desastre - bajó la mirada algo ¿triste? - pero un desastre especial -

- Gracias... - susurró apenado.

- ¿Cómo está Horacio? - levanté un poco el móvil para que Carlo pudiera escuchar.

- Pues... - suspiró - se ha quedado dormido mientras me contaba lo sucedido, como pille a ese alfa, lo mato -

- No lo dudo - tragué saliva y escuché maldiciones en mi idioma natal.

- Mira no son ni las diez de la mañana y lo único que quiero es irme a mi cama a dormir durante un día entero y despertarme cuando mis problemas hayan desaparecido - suspiró - sé que suena egoísta pero yo ya no puedo más en el día de hoy -

- Gus... - colgué la llamada para guardar el móvil en el bolsillo y me acerqué a él.

- Esque se ha ido todo a la mierda, si tan s-solo... - se le quebró la voz en la última palabra, empezó a sollozar levemente y lo apretujé contra mi pecho sin hacerle daño.

- Tranquilo... - le empecé a acariciar el pelo - Ya verás que mañana será un día mejor -

- E-eso espero... - se intentó tranquilizar, se limpió unas lágrimas rebeldes que se habían escapado de sus bonitos ojos azules y me regaló una sonrisa.

- Deberías irte a dormir, por lo que tengo entendido llevas desde bastante pronto despierto - dije recordando la primera vez que vi al chico.

- No puedo, tengo que quedarme con... - completé la frase.

Freccia del destino [Gustoni]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora