Freccia del destino [Gustoni]

Capítulo 35

"1233 palabras"

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Narra Toni:

Empecé a caminar hacia la puerta con una pistola en mano, José y Hai venían detrás mía por si algo pasaba.

- A la de tres - susurré mientras agarraba la manilla de la puerta y la bajaba lentamente - 1..., 2..., 3..., ¡Ya! - abrí la puerta y apuntamos a absolutamente nada.

- No hay nadie - les miré confuso.

Un fuerte pinchazo se hizo presente en mi costado derecho y me mordí el labio aguantando el dolor.

El disparo del muslo no me dolía tanto, solo me dificultaba algo el caminar por lo que no me permitía correr.

- Jefe, ¿Estás bien? - asentí con la cabeza y miré hacia abajo, mi vista se topó con una carta a mis pies.

- ¿Una carta? - me iba a agachar para cogerla pero el chino se adelantó.

- Ya la cojo yo - se agachó y me dio la carta en las manos.

Miré el sobre y lo rasgué con nerviosismo, un aroma a chocolate blanco inundó mis fosas nasales, sin duda era de un omega.

Saqué la carta con gran rapidez y leí el contenido de esta.

Para Toni:

Te espero en la colina de "Misenmoon" a las 18:39.

Ven solo.

Tengo una sopresa para ti.

A cambio te daré información de algo que anhelas bastante.

Pista: empieza por G y acaba por o, y no, no es un gato.

Fdo: P :(

¿Qué clase de broma era esa?

Miré el reloj, las 18:15, quedaba menos de una hora.

[...]

- ¿Estás segulo? - preguntó el alfa por quinta vez.

- Que si - contesté mirando el número de balas en el cargador.

- ¿No quieles que vayamos? - preguntó.

- Dijo que fuera solo - le miré y me coloqué la pistola en el cinturón - Además dijo que me iba a dar información de algo, y si es de lo que creo que es, vale la pena arriesgarse -

- Bien - suspiró derrotado.

- Si no vuelvo antes de medianoche, significa que me han pillado o que he muerto - caminé hacia la puerta siendo seguido por Hai y José.

Abrí la puerta y me topé de frente con Salinas, más conocido como: el abogado de mierda.

- Hombre, Toni, cuanto tiempo - empezó a parlotear.

- No tengo tiempo, Salinas - me apresuré hasta el Rolls Royce Cullinan y dejé al abogado con la palabra en la boca.

Me subí al coche y pisé el acelerador con fuerza, un chirrido hizo acto de presencia y avancé dejando la marca de los neumáticos en el suelo.

Conduje hasta la colina "Misenmoon" y aparqué por aquel verde prado que estaba justo antes de la colina, varios coches estaban repartidos por la zona, eran bastante lujosos y caros.

Saqué la pistola de mi cinturón y avancé hacia la cima de la colina.

Se escuchaban voces distorsionadas por la distancia.