Capítulo 16

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"1390 palabras"

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Narra Gustabo:

Ya habíamos llegado al hotel, estábamos en recepción esperando a que nos atendieran, teníamos que preguntar cual era la habitación de Horacio ya que se me había olvidado preguntarle.

El problema era que había unas 50 personas delante.

- Joder... - se quejó el alfa - hay unas 400 personas por lo menos -

- Exagerado - le miré.

- Pero que es verdad - me miró con sus gafas de sol ya puestas de nuevo, adiós a esos bonitos ojos azules - esto parece el salón del manga, huele mal y hay una pila de personas... - suspiró - se puede estar muriendo alguien y nosotros tener que esperar a que nos ati... - fue interrumpido por la voz de una chica.

- Buenos días - sonrió la chica - ¿En qué puedo ayudarles? -

Era una chica de largos cabellos rubios recogidos en una cola alta, ojos almendrados medio tapados por unas gafas cuadradas, labios finos y la típica vestimenta de recepcionista.

- Veníamos a ver a un amigo - habló Toni.

- ¿Nombre? - preguntó la recepcionista.

Toni me miró y yo me aclaré la garganta para hablar, sentía un nudo en la garganta y la verdad no era nada agradable.

- Horacio Pérez... - dije en un hilo de voz, la recepcionista comenzó a teclear algo en el ordenador.

Contra más tiempo pasaba, más miedo me daba la escena que podía encontrar, empecé a soltar mi aroma un tanto amargo y Toni me agarró la mano para reconfortarme, empezó a acariciar el dorso de mi mano y le regalé una media sonrisa.

La recepcionista no se había ni inmutado de mi aroma, lo más probable era que la chica era una beta.

- Lo siento, pero no tenemos ningún cliente ni habitación a nombre de Horacio Pérez -

- ¿Cómo? - pregunté confundido.

Se suponía que Horacio estaba aquí, ¿no?

- Puede que su amigo hubiera venido con alguien y la habitación en la que se encuentre está registrada con el nombre de su acompañante - soltó la beta como si nada.

- No puede ser... - susurré para mi mismo y el nudo en mi garganta volvió.

- Tiene que estar aquí, hace un rato nos habló y nos dijo que se encontraba en este hotel - dijo Toni con voz seria.

- Él... - miré a la recepcionista - lleva una cresta blanca, suele vestir extravagante, hu... - me interrumpió otra recepcionista.

Ésta era pelirroja, sus ojos eran verdes y parecían dos esmeraldas recién pulidas, tenía pequeñas pecas por sus cachetes y podía jurar que olía a frambuesas.

- ¿Dijiste cresta? - preguntó la otra recepcionista, a lo que yo asentí - ayer por la noche tuve turno nocturno y vi a un chico de cresta blanca, soltaba un ligero aroma a vainilla, tal vez es la persona que buscan -

- Es él - solté todo el aire que sin darme cuenta había retenido en mis pulmones.

- Pero... - continuó hablando la pelirroja - el vino con otra persona, un alfa, ambos venían bastante borrachos, podría decir que el alfa más que el de cresta -

Me quedé unos segundos en trance mientras trataba de digerir la noticia que me acababan de dar.

Tenía un rompecabezas en mi mente, poco a poco las piezas empezaban a encajar a la perfección, la figura del puzzle que hacía ya se podía apreciar, solo había un agujero en el medio, una última pieza y ya estaría terminado, el problema era que Horacio tenía esa pieza y sin ella nada tenía sentido.

Freccia del destino [Gustoni]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora