Capítulo XIV: El Arreglo

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🐰

Kai apenas se mantenía consiente.

Podía sentir su respiración, superficial y elaborada desde mi posición. Cada inhalación parecía dolerle.

Parte de su mejilla estaba hinchada y con un tinte púrpura debido al moretón que estaba creciendo en esa zona, sentí cada corte y ardor de su cuerpo como si estuvieran en mi propia piel, como si hubiera sido yo quien recibió esa paliza.

El primer instinto que tuve fue correr hacia él, pero el Alfa me aferró a su cuerpo y su brazo izquierdo como una viga de acero cruzando mi pecho, me impide liberarme por más que luchaba para ello.

—¿Qué le has hecho?—Grité de manera forzada debido al llanto—¡Eres un maldito!

—Tranquilo, pequeño—Susurró cerca de mi oído y mis piernas temblaron—Ese Alfita simplemente se comportó como no debía, por lo que tuvo que ser...Diciplinado.

Quise con todas mis fuerzas arrancarle el cuello por sus horribles palabras, pero seguía aprisionado contra su pecho.

—Eres un infeliz—Mascullé con asco. Lo sentí encogerse de hombros detrás de mí.

—Tal vez, pero todos aquí seríamos mucho más felices si tú colaboraras—Con su mano libre simplemente él empezó a dar palmadas suaves en mi abdomen, como si fuese un tambor o algo por el estilo, hasta que la posó sobre mi vientre.

—¡Q-QUITA TU MANO DE ALLÍ, ALFA IDIOTA!—Grité avergonzado.

El vientre era una zona tan íntima para un Omega como las que ya poseía, que el solo roce de un Alfa o un Beta provocaba un descontrol emocional.

—Entonces—Apartó su mano y tomó el *aparato de aquel contrato, poniéndolo frente a mis ojos-Solo debes firmar aquí y ya.

—Jamás aceptaré ser tu Mate—Susurré, pero al Hyuka escucharme, se alteró e intentó levantarse, solo para ser sometido nuevamente por los guardias.

Gruñó e inmediatamente supe el por qué.

El Alfa castaño, pegó sus labios a mi mejilla y de allí fue bajando hacia mi cuello, justo en la zona dónde estaría la marca de un Alfa que me proclamaría como suyo y volvió a colocar una de sus manos sobre mi vientre.

Temblé y dejé escapar un pequeño chillido por la sorpresa, viendo aterrado a Kai y el como este luchaba, pese a su estado, para intentar escapar de los guardias.

Un jadeo salió de mis labios de manera involuntaria al sentir la tibia lengua de ese hombre sobre mi cuello, luego simplemente se dirigió hasta el lóbulo de mi oreja e hizo lo mismo, haciéndome temblar y cerrar los ojos con fuerza, debido a las extrañas sensaciones que estaba presentando mi cuerpo. De la nada, ese tipo simplemente levantó un poco de mi suéter y metió sus manos como si nada, tocando la piel de la zona de mi vientre y amenazando con ir hacia más abajo.

Mis labios temblaban y sollozaba debido a la vergüenza. El Alfa finalmente volvió a acercarse a mi oído y habló.

—Entonces tendrás que verlo morir—Escuché el sonido del arma siendo cargada y mi mundo se redujo a ese pequeño sonido.

—¡NO!—Me retorcí, patalié y grité como un loco, pero era inútil y este Alfa lo sabía. El miedo, el odio y la desesperación se mezclaron en mí y de mis ojos ya no lograba salir algún tipo de lágrima, suponiendo que para entonces ya me había quedado seco, por lo tanto, solo ardían de manera terrible—¡¿Por qué haces esto?!—Mi garganta dolía y mi voz salió ronca debido a la cantidad de gritos que solté, cansado, simplemente mi cuerpo colapsó contra el suyo y él afianzó su agarre para evitar que yo terminara en el suelo—¿P-Por qué lo haces? Sólo dime ¿Qué he hecho? ¿Por qué yo, Alfa? ¿Qué quieres de mí, qué te podría dar siquiera?—Pregunté cansado, con la cabeza gacha y permitiendo que mi Omega expulsara sus agrias feromonas.

Mi cuerpo ha soportado mucho más de su capacidad en un solo día a comparación de todo lo que he vivido dentro del instituto, se notaba en mi cansancio y en como trataba de luchar por mantenerme despierto. Lo único que me impedía terminar de caer eran sus brazos.

Hubo un momento de silencio, en los cuales mis ojos se clavaron con mucho esfuerzo sobre los de Kai, quien me miraba de forma intensa mientras se encontraba arrodillado a tan sólo unos pasos de nosotros. Sentí al Alfa castaño relajarse y me giró para verme a la cara, me dejé mover como un débil muñeco de trapo, sintiendo mi cuerpo incapaz de oponer resistencia a esas alturas.

Me sujetó fuertemente con una mano, mientras que con la otra rodeaba mi cintura e inconscientemente mi cabeza llegó a recostarse sobre su pecho, jadeando, debido al calor que mis prendas daban bajo ese clima tan cálido. Él tomó mi mentón con suavidad y pude notar más de cerca su atractivo rostro, definitivamente...Si nos hubiesemos conocido en otras circunstancias, quizás no lo estuviese viendo como una especie de diablo con cuernos y doble papada y lo hubiese visto como un ángel.

Pero cuando acercó su rostro al mio, agachándose a mi altura, podía decir que su mirada y sus facciones no me intimidaban y no alteraban a mi Omega de forma defensiva...Simplemente mi lobito veía con curiosidad los ojos verdosos del Alfa que teníamos en frente.

—No te puedo explicar mis razones, ya te lo he dicho, cachorro, pero esto no tiene por qué ser así ¿Acaso no crees que no sería capaz de tomar tu dedo y dejar tu huella digital en ese documento o simplemente dejar al control de todo a mi Alfa y que él haga un lazo con tu Omega a través de una dolorosa marca?—Me estremecí ante la idea y su mirada se suavizo mucho más-Esto debe ser tu elección, simplemente firma y todo se acabará, tu amigo estará a salvo—Formé una sonrisa tristona.

—¿Mi elección, dices? ¿Cómo podría serlo cuando lo hago bajo amenaza, Alfa?—Lo miré con incredulidad y una risa agotada salió de mis labios. Pronto, mi aura volvió a ser la misma grisácea de siempre—Tú de verdad necesitas asistir a un curso acerca de consentimiento, Yeonjun—No supe el por qué, pero decir su nombre en voz alta pareció afectarlo, mi Omega interno me regaño y ambos nos sentimos mal por unos breves segundos—Pero no tengo opción—Seguí hablando más para mi mismo que con él—Si no lo hago, matarás a Kai, estoy seguro y aunque lo hicieras y yo continuara sin ceder, probablemente me cortarías los dedos y conseguirías lo que quieres de todos modos—Decidí ignorar la cara de asco que colocó, sabía que lo que estaba diciendo era la verdad y ambos lo sabíamos.

Antes de que él pudiera decir algo, me dí la vuelta y tomé el aparato que dejó sobre la mesa, por el rabillo del ojo vi a Kai, retorciéndose y gimiendo, tratando de gritar porque sabe que lo que estoy por hacer no puede evitarlo.

De todas formas...Ya no existía manera de huír.

Giré hacia Kai, mi Kai. Las manos del Alfa todavía sujetaban mis brazos pero al menos me permitía hacer tal movimiento, le dí una mirada y una sonrisa triste a mi mejor amigo y al chico que amo, antes de activar aquel aparato y firmar el documento.

Un pequeño pitido salió de aquella cosa cuando terminó de analizar mi huella y se lo entregué al Alfa castaño.

—Ahí tienes—Murmuré, con la cabeza gacha y la mirada perdida—Ya soy tu Mate, Alfa.

*: Quería aclarar que el dichoso "Aparato" es una tablet, Soobin desconocía de aquella tecnología y por lo tanto, aprovechando la explicación, en los capítulos anteriores cuando hace mención a la "Tierra amarilla" siendo la arena de la playa, el r...

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*: Quería aclarar que el dichoso "Aparato" es una tablet, Soobin desconocía de aquella tecnología y por lo tanto, aprovechando la explicación, en los capítulos anteriores cuando hace mención a la "Tierra amarilla" siendo la arena de la playa, el ruido que lo despertó fue el sonido de las olas.

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