Capítulo XVII: La Extraña

279 59 7
                                    

🐰

Mi Lobito y yo no podíamos hacer más nada que mirar con asombro todo lo que pasaba frente a nosotros.

—¡Eres un maldito imbécil!—-Chilló la mujer, poniendo sus manos sobre el pecho del Alfa y empujándolo tan fuerte que casi se cae sobre el escritorio, desafortunadamente sus reflejos fueron muy veloces y se sujetó al borde con tiempo para poder enderezarse y darle una mirada molesta a la hermosa chica.

—No seas exagerada, Yeji—Escupió el Alfa, sobandose la mejilla lastimada. Era claro que por su velocidad y su fuerza, esa mujer no era Beta, de seguro cargaba lentillas y ocultaba su aroma con ayuda de supresores, mi lobito me lo decía, aquella era una Alfa poderosa y fuerte que podía desestabilizar a este Alfa idiota de esa manera—Te lo iba a decir.

—¡¿Me lo ibas a decir?!—Repitió ella con incredulidad, colocando ambas manos en sus caderas mientras lo fulminaba con la mirada. Parecía lista para echar fuego por la boca y una sonrisa se alzó en mis labios ¡Cómo me encantaría ver eso!—¿Sabes lo humillante que fue para mi?

La pelinaranja se acercaba lentamente al castaño, lista para atacarlo otra vez. En ese momento y por más divertido que me pareciera de mirar como ese tipo que me había hecho este día imposible se quedaba con la cola entre las patas, aterrorizado por quien de seguro era su pareja, me pregunté si debía escapar silenciosamente de allí y volver a la habitación con Kai.

La atención de la mujer se encontraba enfocada únicamente en el Alfa ¿Pero qué pasaba si llegaba a verme? Viendo como lo atacó a él, tragué en seco al sentirme tan pequeño entre dos Alfas, no me daría tiempo de explicarle la situación, si fuera por mi, ni siquiera sería el Mate de este loco.

Decidí permanecer pegado a la pared, tratando de pasar desapercibido bajando la mirada y fundirme con el tapiz de papel de color crema.

—Estaba hablando con Heeseung y él me dice "¿Oye y eso de que Yeonjun Hyung ya encontró un Mate?"—Dijo, imitando una voz grave que no sonaba muy convincente—y yo me reí, porque, ¿Quién diría que tú de todas las personas, te tomarías el tiempo de buscar un o una Mate siquiera? y lo peor del caso es que el idiota me mostró el documento, ya firmado y me dice que fue ingresado hace solo unos minutos—Desde ese ángulo no podía ver su expresión de odio, rechinando los dientes. El Alfa suspiró molesto.

—No es como si te tuviera que contar todo lo que hago, Yeji.

—¡Ni siquiera sabía que tenías un novio, idiota!—Le gritó e intentó darle otro golpe, pero el castaño al parecer se lo estaba esperando y lo esquivo.

¡Diosa Luna! esto es fantástico. Una vez en nuestra manada sucedió algo similar, un Omega le había prometido amor eterno a su Alfa y todo eso, sólo para descubrir que una semana después ya se encontraba enlazado a otro de la nada. Resulta y pasa que él había conocido a una Alfa de otra manada por años sin decirle a su "Alfa", cuando se enteró se le tiró encima y con una garra y sus dientes, casi le arrancaba la marca en su cuello y casi abusaba de él.

¿Algo similar ocurriría aquí? Imaginé mis problemas resueltos con una sonrisa, aunque mi Omega estaba aterrado que algo le ocurriera al castaño al lado de esa loca mujer.

—Encima me tuve que enterar por el idiota de Heeseung ¡Heeseung!—No sabía quién era ese sujeto, pero era claro que no le agradaba—¿Puedes creerlo? ¡Que mi propio primo tiene un Mate!

¡¿P-Primo?!

Juraba que esa Alfa era una novia furiosa que se había enterado que Yeonjun era un grandísimo imbécil y venía a recriminarle por elegir a un Omega en lugar de ella. Aunque dudaba que no supiera que era un Alfa idiota antes. Pero ahora que lo pensaba, ambos tenían similitudes, no mucho, claro, Yeonjun tenía los ojos más grandes enmarcados por largas pestañas, unos labios gruesos y una mandíbula perfectamente dibujada en su piel, Yeji, por su parte, tenía los ojos en forma de almendra y su nariz era pequeña y terminaba como un botón, sus labios eran delgados y su cara era más redonda que la del castaño.Ambos tenían la misma altura, aunque la mujer, Yeji, tenía unos centímetros más gracias a sus tacos.

Tenía sentido, pero... Gran parte de mi se desilusionó al saber que eran primos. Si hubiera sido una novia celosa, por lo menos le hubiera hecho la vida miserbale al Alfa y me hubiera ayudado en el proceso. En cambio, ahora sabía que debe estar herida porque su primo no le confió esto, pero supongo que no vería una escena violenta como las que estaba acostumbrado a ver.

Bueno, se valía soñar.

—¿Quién es siquiera ese Omega? ¿Lo conozco? ¡Por la madre luna, me estuve revolviendo los sesos en el camino hacia aquí tratando de adivinar quién diablos era y no puedo hacerlo! No es como si conocieras a much-

—¡Yeji!—Su voz fuerte retumbó en la pequeña oficina y ambos dimos un susto de sorpresa, aunque fuí el único en saltar de miedo y dejar escapar un pequeño chillido, temblando. El Alfa me miró y después me señaló—Yeji él es Soobin, Soobin ella es mi prima, Yeji.

La Alfa dió una vuelta de golpe y su mirada hace que me encoja en el pequeño espacio donde estoy parado.

—Ah, Hola—Dijo como si no hubiese notado mi presencia y no hubiese montado tal escena—Oh—Descruzó sus brazos y me miró con sorpresa-Lo lamento tantom es que con esa ropa, creí que eras un Delta.

Mis mejillas se ruborizaron de vergüenza, yo sabía que al final de ser un Omega disfrazado, era un Delta, al fin y al cabo así me habían criado. Me sentía como un bicho vestido de harapos al lado de una hermosa y alta mujer con ropa de diseño.

La señorita Yeji me miró con una sonrisa sorprendentemente amable, considerando como iba vestido y lo terrible que estaba oliendo, tanto por mi aroma como por el vomito, su sonrisa se borró y sus ojos se abrieron más allá de lo que creí que ella podía.

—¡Diosa Luna! Tus ojos...—Susurró asombrada y ví que el Alfa se tensó, la pelinaranja miró a su primo—Junnie... ¿Acaso él es...?—No pudo continuar debido a que el castaño le cubrió la boca para impedir que siguiera hablando y se la llevó a rastras de la oficina.

¿Doy mucho asco verdad?

—Binnie ¿Crees que deberíamos ocultar nuestro olor?

Deberías esperar a que Alfa nos de esa orden, yo digo que le gusta nuestro aroma, es bonito ¿Tú no crees que es bonito?

—Si fuera bonito, nadie se alejaría de nosotros, bobo—Murmuré, haciendo un inconsciente puchero.

—Si fuera bonito, nadie se alejaría de nosotros, bobo—Murmuré, haciendo un inconsciente puchero

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
CACHORRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora