🐰
Permanecí inmovil, con la suave brisa de olores curiosos revolotear mis cabellos bajo la mirada impasible del Alfa.
Sostuve su mirada por unos momentos, pero al no obtener ninguna respuesta a su pregunta, él retira su mano de mi mejilla mientras yo divago mi mirar por toda la propiedad, desde los guardias en el ventanal hasta el pase directo hacia la habitación, esperando a que alguien fuese a saltar mientras gritaba que todo era una gran y elaborada broma sin sentido. Pero eso nunca pasó y Alfa se volvió impaciente.
—¿Y Bien?—Bufó, golpeando la mesa en un severo ritmo con sus dedos.
—Es que no entiendo—Dije con extraña calma, mirándolo, él enarcó una ceja.
—¿Qué es lo que no entiendes? o es que ¿Acaso no sabes si quiera lo que es un Mate?—Él suspiró y miró hacia un punto en la distancia, perdido momentáneamente en sus pensamientos—Ese maldito idiota...
—No—Repuse confundido. Mi mente visitaba mil ideas a la vez y cada una era más ridícula que la anterior, tanto así que me sentía con ganas de reír ¿Este Alfa cuyo nombre yo ni siquiera conocía, quería que yo fuera su Mate? Seguramente debía ser una broma. Tenía que serlo—Es sólo que no entiendo por qué querrías que fuera tu mate—Le respondí con el ceño fruncido, tratando de procesar lo que estaba sucediendo ¡Todo era tan ridículo!—¿Acaso tu no sabes lo que es un Mate?—Pregunté de manera honesta, ladeando la cabeza.
Me miró como si yo fuese un lento para entender las cosas.
—Por supuesto que lo sé—Espetó furioso, pasándose una mano por el cabello—Y mis razones no son importantes, simplemente aceptarás ser mi mate y toda tu vida será un maldito cuento de hadas ¿Entendido?—Bajé la cabeza, pese a que su tono no era para empezar una discusión, sus ojos me seguían intimidando.
—¿Acaso estás demente?—Chillé cuando vi que este tipo decía todo en serio—¿Acaso me estás diciendo que me arrastraste hasta aquí para pedirme a mi, un completo desconocido que sea tu maldito Mate?—Lo miré de pies a cabeza o mejor dicho, de cabeza a pecho debido a que estabamos sentados, como si estuviese buscando el lugar de dónde salió aquella idea—¡Ni siquiera te caigo bien!—Él se encogió de hombros.
—Me resultas tolerable cuando mantienes esos dulces labios cerrados—Ante ese comentario, lo miré con asco y él ignoró aquel gesto—Además, ya te he dicho que mis motivos no importan—Chasqueó los dedos y uno de los guardias parados cerca del ventanal se acercó, trayéndole lo que parecía ser un aparato muy grande. El Alfa la puso sobre la mesa y la empujó hacia mi—Firma y todos felices.
—¿Qué es esto?—Pregunté confundido.
—Es un contrato legal, en otras palabras...Un acta de matrimonio—La sangre huyó de mi rostro y se tornó palida—No existe el divorcio, así que técnicamente, tú serás mío y yo seré tuyo. Si uno de los dos muere, simplemente no se puede volver a escoger mate, cachorro. Anteriormente estos contratos eran orales y se celebraban en grandes ceremonias, pero yo prefiero ahorrarme toda esa incomodidad e ir directo al grano, a diferencia de un simple papel, una vez que firmes, será introducido al sistema y no se podrá borrar. Es una medida para no llegar a la marca entre tú lobo y el mío, aunque con gusto puedo dejar mi marca en tu hermoso cuello, cuando tú quieras, bonito—Me guiñó un ojo y mis mejillas se tiñeron de rosa al solo saber lo que tendría que hacer con ese Alfa para llegar a dicha marca.
—P-Pero...¡No puedes hablar en serio!—Me levanté de un salto y los guardias se tensaron.
—¿Por qué no?—Preguntó el Alfa, mirándome a los ojos—Ya te lo dije, sólo requiero muy poco de ti. Firma el contrato y tendrás una vida de lujos como jamás has soñado.
—No lo haré, estás demente—Crucé los brazos con los puños cerrados—¡Ni siquiera sé tú nombre!—Él me miró, contemplandome por un momento, para luego levantarse y hacer una reverencia burlona.
—Daniel Choi, encantado de conocerte. Aunque tú puedes llamarme, Yeonjun, lindura—Con un fluido movimiento, se volvió a sentar en la silla y mordió una manzana—Ahora firma el maldito contrato.
—No—Me mantuve firme, aunque mi rostro seguía teñido de rojo y mi corazón latía con fuerza, provocando que mi voz empezara a temblar—Y-Ya te lo he dicho, no soy idiota ¿C-Crees que no me doy cuenta de que esto es completamente bizarro?—Comencé a caminar en círculos, siendo seguido por la mirada del castaño—¿Le pides a un Alfa que estafaste, que entregue a un Omega disfrazado de un Delta cualquiera que apenas viste una vez en el bosque. Cuando quiero ir contigo, secuestras a Kai, me drogas, me traes aquí, alteras a mi lobo y me ofreces una vida de "Lujos más allá de lo que pueda imaginar" si acepto ser tu Mate?—Lo miré para que se diera cuenta de lo ridículo que se escuchaba todo.
—Así que...¿Altero a tu lobito, Omega?—Preguntó de manera coqueta, provocando que un jadeo inconsciente saliera de mis labios y me sonrojara mucho más.
—¡¿Tan solo eso escuchas?!—Me quejé, avergonzado—Si no fuera por el secuestro, las amenazas constantes, el miedo a que me ataques, por más que digas que no lo harás yo sé bien qué será todo lo contrario y el hecho de que cada vez que veo tu cara la quiero escupir, mientras que mi Omega solo quiere...Hacer otras cosas, esto sería un cuento de hadas perfecto—Tomé el respaldar de la silla y lo apreté con fuerza, viendo aún avergonzado, al Alfa—No tiene ningún sentido, tú debes saber mejor que yo que elegir un Mate es para siempre, es decir, estarás atado a mi, un Delta que ni te aguantas, para siempre ¿Entiendes? ¿Por qué harías algo así?
Él se acercó a mi y a pesar de que traté de protegerme, me tomó bruscamente por la cadera y me pegó contra su pecho, mirándome de manera fría e inexpresiva, levantando mi mentón para que no bajara la mirada, sintiéndome pequeño a su lado.
—Entonces—Temblé entre sus brazos al escuchar su tono de voz—¿Eso significa que no firmaras?
—No—Afirmé, manteniendo mi barbilla arriba y abrazándome inconscientemente para protegerme—No lo firmaré.
Él sonrió ladino y asintió, como si se lo esperara. De la nada aparecieron dos figuras en traje ¿En serio debían de usar traje incluso en ese caluroso lugar? ¿En la...Playa? Hasta yo sentía pena por ellos.
Venían cargando un bulto de forma extraña, pero mientras más se acercaban, mejor pude ver qué no se trataba de un bulto si no de una persona con una bolsa en la cabeza.
Mi corazón se detuvo cuando reconocí esos pantalones desgastados que tanto amaba ese chico. Pantalones que ahora estaban teñidos de manchas de sangre y mugre. Reconocer su aroma me hizo ahogar un sollozo.
K-Kai.
Los guardias lo depositaron a unos pasos del Alfa y cuando sacaron la capucha, me separé del Alfa de un empujón para volver a vomitar ante el aspecto magullado del rostro de Hyuka. Él al verme intentó gritar mi nombre, pero una mordaza en su boca se lo impidió.
—Ahora—Dijo el Alfa mientras se posaba a mi lado y me volvía a sujetar. Uno de los guardias sacó un arma y la apuntó a la cabeza de Kai—¿Firmarás?
A-Alfa...¿Q-Qué haces?
Escuché la voz de mi asustado Omega antes de colapsar.
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CACHORRO
Manusia SerigalaCuando crees que eres un ser extraño en un mundo tan común, solo recuerda que en cualquier momento la vida te puede dar un golpe contra la realidad, una de la que intentas escapar y te aferras como un cachorro a la dulce y vil mentira. Yeonjun ⬆️ Al...