CACHORRO

Capítulo LXI: Comeback Home

🐰

El instituto parece sacado de una pesadilla.

Lo primero que vieron mis ojos al bajarme de la camioneta fue la cantidad de escombros que hay por todas partes. Donde quiera que pise, mis botas se encuentran con crujiente grava, polvo y pedazos de piedra diseminados por doquier, haciendo la caminata mucho más difícil.

Esto es el resultado de mi propia familia.

Yeonjun y el resto de sus hombres se bajan ágilmente después de mí y yo permanezco perplejo en su solo lugar, observando la destrucción a mi alrededor. Un año había pasado desde que el consejo reforzó mi contrato como Mate del Alfa y desde entonces, además de las pequeñas salidas y pequeños regalos por parte del castaño, nos la hemos pasado firmando toda clase de documentos, actas y cartas que consolidaran nuestra unión además de la marca que ahora se encontraba reforzada en mi cuello.

Yeonjun como Alfa Bolga, se la ha pasado yendo de aquí para allá, asistiendo a toda clase de reuniones y asambleas mientras que yo por mi parte, me quedaba con el pequeño Beomgyu y la señorita Yeji, que seguían dándome clases especiales sobre todo lo que era desconocido para mi, pero que era muy normal para ellos. Me enseñaban sobre mi rol como el Omega del Alfa líder, sobre su familia, el resto de las manadas y sus costumbres. Pero el Alfa finalmente cedió ante mi petición y me permitió ir en su compañía a lo que había quedado del instituto; La morada de Huening que había sido destruida junto a él en un intento de llegar hasta mi.

El lugar donde había vivido y crecido durante tanto tiempo, había sido destruido en una sola noche. Un acto de venganza acarreado por mi familia contra el Alfa Huening. Sin embargo, había agradecido a aquel hombre de secuestrarme, ya que mi vida bajo su manada fue mucho mejor de lo que pude haber llegado a vivir al lado de mi verdadera familia. Ahora comprendía por qué Yeonjun se mostraba tan reacio a traerme, él aún sentía odio por el Alfa que me sometió a vivir como un Delta y no quería que recordara todo lo que había vivido, pero aquello no era fácil de olvidar, no importaba cuanto luchara mi Hyung para ello.

Pese a que no fui muy feliz aquí, el sentimiento pesado y triste se implantó en mi pecho. Lo único que permanecía más o menos intacto fue la elaborada reja de hierro forzado , aquella que separaba el mundo humano del nuestro. Aún es temprano en la madrugada, son apenas las seis, pero nuestra visión lobuna ayuda a percatarnos de cosas que los curiosos ojos humanos no son capaces. Sacudí mi cabeza, empezando a caminar, pero mi pie se vio atascado con algo y casi caigo de no ser por una mano que me sujeta fuertemente de la cintura.

—¿Estás bien?—Me encontré con los vivaces ojos verdes de Yeonjun que me observaban desde arriba con el ceño fruncido, preocupado. Asentí y le dí una pequeña sonrisa.

—Si—Le aseguré—Solo he sido descuidado.

Era verdad, mi pie había quedado atascado con un pedazo de pared que tenía un oscuro alambre torcido, con sinceridad no lo había visto. Tomé la mano de Hyung que sujetaba mi cintura y unidos nos dirigimos hacia un Alfa que nos esperaba frente al edificio derrumbado.

Luego que ocurrió el ataque, los sobrevivientes terminaron en la manada más cercana, para mi sorpresa, se trataba de un territorio dirigido por uno de los subordinados de Yeonjun Hyung, era una de sus tantas manadas. Hyung siempre me había dicho lo mucho que lo despreciaba y ahora entendía el por qué; la manada de este Alfa, Kim Youngjo. El Alfa que había estado hospedado durante algún tiempo en la casa de Hyung y el Alfa al que la señorita Yeji no le agradó del todo, ocupaba gran parte del territorio que nunca pudo discutirse con el padre de Kai. Gracias a él es que Yeonjun pudo acercarse al Alfa Huening con la intención de una propuesta de venta y como terminó engañándolo, Huening me entregó para que pudiese seguir teniendo sus tierras, sin renunciar a nada.