YoonGi y JiMin, mejor conocidos como Agust D y KittyGang, son dos de los mafiosos más poderosos de Corea del Sur. Un encuentro es suficiente para que una obsesión nazca de Agust hacia AlleyCat incluso luego de separarse por un período de tiempo, aun...
Ninguno supo como, pero ahora se encontraban en una situación muy difícil. Cuando aterrizaron, todo estaba bien, se encargaron de que nada este mal, todo de acorde, el problema empezó cuando uno de los pilotos, sin mala intención, encendió el GPS del avión, fue cuando todo se vino abajo, en cinco minutos exactos, la base donde Bangtan estaba fue balaceada por muchas personas del padre de Agust. Ellos actuaron rápido, tomaron su armamento y empezaron a atacar también, creyeron que terminaría bien, pero de nuevo fue mal, un grupo logro entrar donde ellos estaban y comenzaron a atacarlos. Lograron salir y huir cuando se complico de nuevo.
—¿Qué jodidos pasa con tu padre, Agust?— pregunto RM.
—Es un jodido loco. ¿Que esperabas?— respondió el pelinegro.
—De tal palo tal astilla, ¿Cierto D?— bromeo Jhope.
Nadie creyó que estaría tan mal. RM y JK tuvieron que dejar el grupo para poder pedir ayuda mediante las computadoras que tenían en la camioneta. Jhope se fue con ellos para cuidar sus espaldas y no los dañaran.
Quedaron solo cuatro, tenían que poder contra todos los atacantes. Lograron alejarse y matar a unos cuantos de los que los perseguían, pero pronto Jin se tomo otro camino junto con V, cuidarían las espaldas de Agust y Alley desde atrás lealmente para ayudarlos aún mas y llegar mas rápido al padre de Agust. Ninguno estaba convencido, pero el tiempos se les agotaba. Tenían que ir mas rápido. Tuvieron que dejarlo irse, cada vez estaban mas cerca de donde el mayor de los Min se escondía, estaban a pocos pasos, nada debía de impedirles que llegaran. Pero lamentablemente los interceptaron de nuevo, Alley negó molesto.
—Amor, debes seguir, si vamos juntos, nos detendrán a ambos, debo quedarme, debes de acabar tu con tu padre.
—No, joder que no, no te dejare Alley, nunca, si te matan, me matan a mi también.
—No Agust, tu debes de detener a tu propio padre. Sigue el camino, por favor.
—Que no. Ya te dije que no.
—Agust, por favor, te prometo que iré por ti, los chicos pidieron ayuda, esta a poco de llegar, debo quedarme para guiarlos, no dejare que te maten. Sigue el camino, Agust.
—Alley, no puedo dejarte, no puedo--
—Si no te vas, yo-- Romperé lo nuestro.
—Alley, ¿Como jodidos--
—Lo hare si no te vas, sabes que soy capaz de hacer cualquier cosa por protegernos.
—Alley...
—Ve, Agust. Hazlo, no tenemos mucho tiempo.
Agust estaba entre la espada y la pared, no quería dejar a su pequeño, pero tampoco quería dejar que su padre se salga con la suya. No lo permitiría.
Tomo la nuca de su chico y junto sus labios en un beso rápido y demandante, pasando al amor y cariño. Se separo y Agust le recordó.
—Te amo, mi mas preciada joya.
—Te amo tanto que no dejare que nada te pase.
Se separaron y el mayor cumpliría, debía de cumplir con su equipo. Pero los malditos dieron con su paradero, y empezaron a seguirlo para intentar dispararle y acabar con su vida.
Agust estaba escondido detrás de una gran pared de concreto, escuchaba como las balas impactaban en aquella superficie. Alrededor de una hora seguían tras el. Poco a poco, su energía iba decayendo. Necesitaba a su equipo, lo necesitaba como nunca antes.
—¡Agust!
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