YoonGi y JiMin, mejor conocidos como Agust D y KittyGang, son dos de los mafiosos más poderosos de Corea del Sur. Un encuentro es suficiente para que una obsesión nazca de Agust hacia AlleyCat incluso luego de separarse por un período de tiempo, aun...
Alley volvió a la habitación. Quería sentir de nueva cuenta el calor corporal del mayor. Después de la charla que tuvo con los chicos, decidió no pensar negativamente, Agust iba a despertar pronto, de eso estaba seguro.
Alley abrió las cortinas para que la luz natural del sol pudiera iluminar. Pero la voz ronca que tanto amaba lo detuvo.
—Bebé, cierra las cortinas, mi cabeza me esta matando.
Alley miro hacia la cama, el como Agust se removía en el colchón, cubriendo sus ojos con su brazo. Alley fue corriendo hacia el.
—¡Agust, Agust! ¡Despertaste!
Agust estrecho el delgado cuerpo de su novio en sus brazos.
—Yo también te extrañe mucho, gatito.
—¿Como te sientes? ¿Quieres comer? ¿Te sientes mareado?
Agust respiro hondo. Hasta que lo sintió.
—Mierda.— se levanto rápidamente con dirección al baño. Cerro la puerta algo brusco y se dedico a lo suyo.
Alley se levanto también y fue hasta el closet, sacando algo de ropa para el mayor. Pasada media hora, Agust salió del baño, duchado, afeitado y listo para salir de aquella habitación.
—¿Quieres comer algo, Gigi?
Agust abrazo su cintura y lo pego a su cuerpo. —Si, a ti.
Alley soltó una risa. —Eso será después. Vístete y bajemos para comer algo, ¿Esta bien?
—¿No has comido?
—La verdad, estaba viendo unas cosas y no vi cuando pase mi hora para comer.
Agust se vistió rápidamente y dicho y hecho, bajaron para comer. Los miembros restantes de Bangtan no se encontraban en ese momento, ya que fueron a robar un banco para poder distraerse un momento de todo lo que estaba pasando.
Agust comió hasta llenarse por completo, ahora que había despertado, necesitaba recuperar todo los nutrientes que había perdido.
Bangtan llego y fue cuando vieron a Agust sentado, tomando una taza de té en compañía del pelirosa.
—¡Hermano!— Jhope fue el primero en hablar.
—¡Agust! ¡Despertaste!— JK fue el siguiente.
Todos estaban tan felices de que aquel pelinegro haya despertado ya.
—Chicos, también estoy feliz de verlos.
Se sentaron en la mesa y empezaron a hablar, poniéndose al día de todo lo que Agust se había perdido por su inconciencia.
—Acabamos de robar el banco gubernamental. Queremos robar el presidencial ahora. ¿Qué te parece? ¿Te apuntas, Agust D? ¿O necesitas descansar mas?
Agust mostro una sonrisa ladeada. —Siempre estoy disponible para un buen atraco.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Eran las dos y media de la madrugada, Agust seguía despierto.
De su cabeza no salía el tema de que su hermano mayor seguía vivo. La noticia había sido uno de los motivos de su colapso. Simplemente no podía dejar de pensar. Su equipo le había dicho que tenían algunas pistas del paradero de su hermano. Mordió su labio con fuerza al imaginarse llegar a encontrase con el.
Tal vez sonaba ridículo, pero el si quería volver a verlo, era su familia, y el fue uno de los que no querían que se convirtiera en alguien como su padre, al igual que su madre.
Agito su cabeza, y apretó mucho mas el cuerpo sin ropa de Alley contra su propio cuerpo. Bajo las manos hasta sus bonitas caderas y las apretó. Alley jadeo de dolor, también consiguió despertarlo.
—¿Te duele?— pregunto el mayor.
—Un poco, fuiste muy rudo, Gigi.
El pálido soltó una risa ronca. —Debes de entenderme, estuve dormido por casi una semana y media, necesitaba sentirte de nuevo.
Alley soltó una risa. Se acomodo de nuevo callendo en un sueño profundo.
Agust rasco su nuca, necesitaba de un buen atraco para poder eliminar el estrés.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
