YoonGi y JiMin, mejor conocidos como Agust D y KittyGang, son dos de los mafiosos más poderosos de Corea del Sur. Un encuentro es suficiente para que una obsesión nazca de Agust hacia AlleyCat incluso luego de separarse por un período de tiempo, aun...
—No, amor, no te disculpes. No tienes la culpa de nada.
—Me es inevitable el pensar un mundo donde tú y yo no estemos rodeados de todo esto. Sin la mafia, sin armas, sin nada peligroso. Un lugar donde ambos salgamos a las calles sin que nadie tema que les hagamos algún daño.— se giró para ver a YoonGi a la cara. —Donde tu y yo, seamos felices, seamos una familia sin mirar tras nuestras espaldas todo el tiempo.
Desde hace mas de un año, ambos mantenían esa idea en sus cabezas, donde ellos puedan ser unas personas comunes y corrientes, donde puedan tener una familia, y no estar ocultándose, o estar usando mascaras para que sus identidades fueran reveladas. Ellos quería, no, anhelaban el poder tener una familia y ser felices sin armas ni robos.
YoonGi le sonrió. —Pienso en cada maldito segundo de mi vida lo mismo a tu lado, amor. Yo trabajando honradamente en una gran empresa, trabajando para ti. Para hacerte feliz.— el mayor sonrió por lo próximo que diría. —Donde tu cargues a un pequeño bebé en tu vientre, el fruto de nuestro amor puro. Te haría una gran casa, donde estaremos los tres, te haría tan feliz, amor, tanto que te sentirás agobiado. Me encargaría de cuidarte a ti, y a ese pequeño que amaría con todo mi ser.
JiMin respondió llorando. —Te amo tanto, YoonGi. Te amo.
—Mi amor por ti es tan grande, amor. Tu eres todo para mí. —YoonGi sonrió hacia su menor. —Ven, comamos algo antes de irnos.
—Mmmm... Creo que no, he estado muy mareado desde hace unas semanas, y tengo el estomago revuelto. Tal vez después coma algo en casa.
Agust miro preocupado a su menor. —¿Estas seguro, mi gatito?
—Si, tal vez sea temporal.
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Ambos bajaron y devolvieron la habitación que usaron. Actuaban como dos personas normal, ya que nadie los había visto sin aquellas mascaras que solían usar.
—Han sido tres largos días, ¿No gatito?
Alley sonrió a su novio. —Fueron largos y fueron los mejores.
Agust dejo un beso en la frente ajena. Se colocaron los cascos y dieron rumbo a la mansión donde Bangtan ya los estaban esperado. Al llegar, sus amigos empezaron a burlarse un poco de su desaparición.
—¿Y como es que Alley no regreso con la cadera rota?
—¿No creen que se necesita de una silla de ruedas?
Agust los miraba como si los quisiera matar, en cambio, Alley estuvo sonrojado todo el tiempo que JK y Jhope los estuvieron molestando.
—¡Ya basta!— grito Agust.
—¡Nunca! ¡Nos encanta avergonzarlos!
—¿Así?— dijo Agust a punto de devolverles la jugada. —¿Sabían que unas de las cámaras del gimnasio atrapo a JK y a V?
Ambos chicos frenaron sus carcajadas.
—¿Y quieren saber que fue lo que grabo?
Jhope soltó unas fuertes carcajadas. —¡Los grabaron cogiendo!— grito para ellos siete.
—Oh, Jhope, no eres un ángel como lo aparentas, ¿Sabes? ¿Saben también que atrapo la cámara del campo de entrenamiento?
—¡Solar!— la mencionada que pasaba de casualidad por ahí, alzo la cabeza de los papeles que estaba leyendo. —Mi gran amiga, ya sabia porque me buscabas, ahora mismo iré a ayudarte.— arrastro con el a la chica para poder huir.
Jhope se escapo como pudo. Todos ahí, soltaron risa por su comportamiento.
RM cambio de tema. —Agust, te llegaron unos papeles, también logramos secuestrar al tipo que quiso pasarse de listo con Alley, DoYung lo atrapo y esta en la bodega del suroeste.
—Perfecto, gracias por tu duro trabajo RM.— palmeo el hombro de su amigo. —Tenemos mucho trabajo por hacer, equipo.
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