CAPÍTULO VEINTICINCO.- situación desconocida

12.6K 873 233
                                    

Dos meses, sesenta días habían transcurrido desde la propuesta de matrimonio de Edward a Jacob. Esas últimas semanas, con ayuda de Carlisle y Esme, había podido resolver todo con respecto a Brady y sus padres, los cuales ya no tenían ninguna responsabilidad con él y tanto ella como Paul eran sus tutores legales.

Eileen bufó mientras veía su reflejo en el espejo, la mordida en su cuello había sido reabierta  y continuaba sangrando levemente.

—¿Podrías lucir menos orgulloso? —le gruñó a su novio, que continuaba recostado en ropa interior en la cama—. Me está costando creer que estás arrepentido por reabrirla.

—Es instinto, amor. Mi lobo quiere marcarte siempre.

Eileen se volteó hacia el, alzando una ceja.

—¿Es tu lobo queriendo marcarme o tú porque voy a ir con los Cullen y ahí estará Alec?

El gruñido que soltó Paul fue suficiente respuesta para ella. Le dio una sonrisa burlona, para después tirarle una  de las almohadas más cercanas a la cabeza.

—No estaré sola con él —repitió—. De seguro Jasper y Emmett se lo habrán llevado de caza. Además, solo me voy a ver con Alice para repasar algunos temas sobre la boda.

—Hablando de bodas —comenzó Paul—. ¿Has pensado en casarte alguna vez? —Eileen alzó una ceja—. Digo, tenemos la boda de Jacob la próxima semana y Sam ya ha puesto fecha para la suya…

—¿Esta es una propuesta? Porque tengo que decirte que no es muy romántica.

Paul bufó divertido.

—Jamás había pensado en casarme, sabes. La simple idea de pasar mi vida al lado de una sola persona no me era muy llamativa.

Eileen olvidó todo el tema de la marca y se acercó a Paul para poder sentarse a su lado. Su pareja estaba teniendo un momento de reflexión personal, la cual le estaba pareciendo algo divertida.

—Sin mencionar el hecho de que no tenía buenas expectativas sobre el matrimonio: mis padres, los de Sam, que vendrían siendo mis tíos. Los matrimonios cercanos a mi no eran lo que uno llamaba “pareja feliz”.

—No porque el matrimonio de tus padres, o de las personas cercanas a ti, no haya funcionado, significa que tu vida amorosa será igual.

—Lo sé, pero es imposible no pensar en ello.

Eileen asintió en silencio, dejando un poco de tiempo para que su novio pensara un poco más acerca de ese tema. El ambiente se volvió un poco incómodo, decidió que era su turno para hablar.

—Sabes —le dijo, llamando su atención—, no he dejado de pensar que los Cullen han hecho todo bien con respecto a sus relaciones en cuanto a la época que fuimos criados. Edward y yo tenemos apenas cinco años de diferencia y él parece no querer avanzar más en su relación con Jacob sino es mediante una boda.

—¿Y crees que lo estás haciendo mal?

—No, siento que lo de nosotros es correcto. Algunas personas no necesitan de matrimonio para tener algo sólido y estable. Solo digo que yo me crie en una época en donde el matrimonio era fundamental para la pareja; pero yo jamás lo había considerado como una opción.

Vio a Paul asentir para luego levantarse y empezar a vestirse. Volvieron a estar en silencio durante un rato, aunque este ya no era incomodo. En realidad, era como si ambos necesitaran de un momento para volver a analizar sus ideales.

Bajó un momento y se encontró a Brady, que acababa de llegar, jugando con la consola, estaba tan concentrado en ella que solo atinó a darle un “hey” a forma de saludo.

1. EXTRAÑA IMPRIMACIÓN | paul lahote ✔ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora