1. EXTRAÑA IMPRIMACIÓN | paul lahote ✔

CAPÍTULO VEINTISIETE.- temores, confrontaciones y verdades

Eileen mordió su labio, era inevitable no estar nerviosa en ese momento. Su pie continuaba moviéndose y por ende provocaba un ruido molesto, tuvo que dejar de hacerlo cuando se sentó en la estilizada camilla que Carlisle tenía en la casa Cullen, era como una habitación de hospital, estaba llena de aquellos aparatos que utilizan los doctores.

Carlisle le dio una sonrisa tranquilizadora, era el único al que le había confiado su sospecha.

—Es solo una teoría —repitió su padre—. ¿Quieres que traiga a Jasper para que te relajes un poco?

Negó.

—Estoy bien —aseguró—. Pero tú mismo dijiste que era lógica, ¿no? Los vómitos, la pérdida de mis sentidos y después de lo que dijo Eleazar…

—Que eres mitad humana, lo sé, Eileen. Y sí, puede ser la explicación más lógica; pero eso no significa que sea correcta.

Eileen apartó la mirada, los nervios en su cuerpo incrementaba a cada momento.

—Jamás había escuchado sobre alguien como tú, pero es bueno saber con lo que estamos lidiando, ¿no? ¿Acaso no te sientes más segura al saber que eres una híbrida?

—Tal vez. Quizás puedas colaborar con Will en su libro.

Carlisle le sonrió, él estaba muy a favor del libro que estaba escribiendo William acerca de los vampiros, lástima para su amigo que no podría publicarlo a menos que quiera romper una de las reglas de los Vulturi.

Y por más hija de Cayo que ella fuera, no podría hacer nada en contra del enojo de los Vulturi.

—¿Cómo lo vas a hacer? —preguntó curiosa—. Sé muy poco sobre esto.

—Solo voy a sacarte sangre y analizarla. Es una de las formas más confiables para saber si estás embarazada.

«Embarazo», la sola palabra hizo que una corriente atravesara todo su cuerpo. Había una parte de su cuerpo que maldecía internamente a Eleazar, quería dejar de sentir todos aquellos nervios que tenía en ese momento, quizás vivir en la ignorancia era mucho mejor.

Aunque se arrepintió a los segundos, era más tranquilizador saber a lo que se enfrentaba, si había quedado embarazada era a causa de no saber que podía hacerlo, de haber sabido mucho antes que era humana, se habría cuidado mucho más.

Escuchaba el ruido que hacía su teléfono mientras Carlisle se concentraba en sacarle sangre. No debía ver su celular para saber que todos aquellos ruidos estaban siendo ocasionados por Paul, de seguro su novio había notado sus nervios por la conexión y estaba preocupado.

Evitó decirle su idea, en realidad se lo evitó a todos. No sabía como él se lo iba a tomar, ni siquiera estaba segura de como ella se lo estaba tomando. Rosalie y Esme de seguro la iban a apoyar, y eso la hacía sentir realmente mal.

Unos golpes en la puerta se escucharon, Eileen maldijo que sus sentidos estuvieran siendo tan disminuidos porque no podía reconocer quien era. Cuando Carlisle abrió la puerta, Will entró.

Le dio una sonrisa culposa, se había preocupado tanto por su temor a su posible embarazo que se olvidó por completo de su amigo y todo lo que correspondía a su don recién obtenido. Su mejor amigo se dio cuenta que era poderoso, ya que podía manipular de forma física a las personas.

Además de Carlisle, él era el único en saber acerca de su posible embarazo, después de todo fue frente a él que se le ocurrió la idea.

—Te ves nerviosa —bromeó su amigo—. ¿Quieres que haga que Carlisle baile la macarena sobre la mesa?