1. EXTRAÑA IMPRIMACIÓN | paul lahote ✔

CAPÍTULO TREINTA Y UNO.- lizzie

Durante la mayor parte de su eternidad, Eileen jamás tuvo que preocuparse por alguien más que no fuera ella. Exceptuando la mayor parte de los años cincuenta, cuando vivía con su mejor amigo Derek Mahone, no tuvo a otra persona que se interesara por ella y viceversa.

Era increíble la manera en la que su vida cambió en unos meses, casi se cumplía un año de su llegada a Forks y por ende a la vida de los Cullen, y seguía sin poder procesar todo aquello que le había sucedido.

Lycan seguía delante de ella, con Kathryn pegada a su lado mientras le gruñía a Paul. Toda la manada soul estaba curiosa acerca de su propuesta, estaban bastante confiados por la supremacía numérica que tenían en ese momento.

«Después de usarme como carnada, espero que al menos me den una Scooby galleta», bufó en su mente en dirección a Sam.

Sam no le respondió, en cambio, no dejaba de mirar directamente hacia los betas que se encontraban detrás de Lycan y Kathryn.

—Primero queremos una prueba de confianza —le dijo. Lycan alzó una ceja—. Dile a tus muchachos que vuelvan a su forma humana.

—¿Por qué debería ordenarles eso? —sonrió con malicia—. Tu estás hablando conmigo y no tu supuesto alfa, ¿por qué darle una muestra de confianza cuando ustedes no la tienen conmigo?

Bien, Eileen no se esperaba que Lycan fuera tan inteligente. Se le hacía más un lobo que pensaba mediante su fuerza y no con la cabeza. Evidentemente, se equivocó.

—Me lo debes —dijo suavemente—. ¿Acaso olvidas que intentaste atacarme hace unas semanas? —Lycan bufó—. Además, somos menos que ustedes, tienen una clara ventaja sobre nosotros.

Lycan observó a Sam, a Paul y a Jared por momentos, Eileen odiaba que él fuera un alfa y que su mente se mantuviera cerrada hacia ella, pero sus pensamientos sospechaba que iban en una dirección. Sabía que tenía razón, cinco betas sin contar a Kathryn y a él mismo era mucho más ventajoso que un alfa, dos betas y un híbrido.

Eileen vio a Lycan asentir, y los cinco betas detrás de él captaron la señal y se transformaron justo delante de ellos. Alzó una ceja, al menos Sam tenía un poco de pudor con los chicos en cuanto a la desnudez después de transformarse en humano.

—Te escuchamos —bramó Lycan.

Eileen se cruzó de brazos.

—Cuando llegue el momento será mi alfa y la manada los encargados de destruir a la criatura que habita en el cuerpo de mi hermano —dijo, en voz alta y con mucho dolor. La actuación y las mentiras se le daban bastante bien.

Lycan realzó su sonrisa perversa, le estaba gustando la dirección que tomaba su propuesta.

—Los quileute saben que deben destruir a la criatura y lo harán, es una situación antinatural y no pueden permitirla —continuó—. Mi alfa te propone que tu manada y la de él se unan, siempre y cuando dejen que los Cullen se marchen de Forks.

Eileen tuvo que reprimir su deseo de rodar los ojos cuando escuchó la risa de Lycan. Lo que verdaderamente deseaba era matarlo con sus propias manos, pero tenía que aguantar sus ganas para que su familia continuara cazando por el bosque.

—Quien imaginaría que tu manada vendría arrastrándose por piedad —habló, sacándole varias sonrisas a los betas detrás de él—. Siempre supe que los quileute eran unos cobardes.