Meteor Shower

363 52 9
                                    



***Notas de traducción al final.





Lluvia de Meteoros.

Dick Grayson era dueño de un reloj-alarma. Un reloj-alarma que funcionaba perfectamente bien. Era un aparato en forma de caja, negro, con números análogos color azul y tenía un puerto para cargar su celular. La última vez que reviso, su reloj-alarma no era, de hecho, Wally West. Por lo que estaba teniendo dificultades para tratar de entender por qué carajos su novio lo estaba despertando.

—Babe, —susurró Wally. Y después más fuerte,— ¡Babe, vamos, levántate!

Dick gruñó, tratando de quitarse de encima las manos que sacudían su brazo intentando acurrucarse debajo de su colcha. Tal vez sí se escondía y se quedaba quieto el tiempo suficiente, a Wally se le olvidaría que estaba allí. Como las avestruces. ¿O eran los Emus? Logrando liberarse por un momento, Dick se echó las cobijas encima de la cabeza y se hizo bolita.

Wally retrocedió. Dick prácticamente podía oír en su tono de voz la manera en que se cruzaba de brazos. —En serio, tienes como... tres segundos.

Dick simplemente gimoteó como respuesta

Wally suspiró. —Como quieras. —Esa fue la única advertencia que tuvo Dick antes de que, repentinamente, Wally se echara encima de él.

Dick farfulló, Wally le sacó el aliento mientras rodaba encima de él para quedar de espaldas estirando los brazos como un maldito gato. —¡Viejo! — se quejó. Dick desenvolviendose a favor de patalear y retorcerse para salir de debajo de su estúpido novio. Una vez libre, se sentó contra la cabecera, dándole a Wally una patada extra por si las dudas.— ¿Qué diablos estás haciendo?

Wally se sentó para verlo de frente, una sonrisa de lado adornaba su rostro. —Ahora que tengo tu atención, —dijo, lo que por supuesto no contestaba la pregunta de Dick en lo mas mínimo. Wally desapareció en un borrón y un torrente de viento, las sábanas de Dick revolotearon fuera de la cama. Cuando Dick hubo parpadeado y bostezado, tratando de ajustarse a la obscuridad, Wally reapareció al lado de la cama con unos jeans, unos calcetines calientitos, un suéter grueso y un gorro. Los arrojó, sin miramiento alguno, a la cama.— Hace bastante frío afuera. Dudo que quieras estar allí en tus pants.

Dick se restregó los ojos. —¿Afuera?

—Sip, —sonrió Wally.— Anda vamos, arriba y a por ellos. Se nos está haciendo tarde.

—¿Tarde para q...?

—¡Te veo en la cocina! —Y así como así, Wally desapareció de nuevo. Dick se quedó sólo en su cuarto, sentado en la cama, con un montón de ropa a sus pies, preguntándose honestamente si todo había sido un sueño extraño. Si no fuera por el olor familiar del shampoo de Wally, de menta o algo así, que permaneció, Dick hubiera creído que si lo había sido.

Podría simplemente volver a acostarse. Wally se había ido, junto con su insistencia por no dejarlo dormir. No había nada que lo detuviera de patear la ropa fuera de su cama, acurrucarse bajo sus sábanas y volver a dormirse. Sin embargo, ahora que la curiosidad se había apoderado de él, había una gran probabilidad de que no fuera a hacer eso. Quería saber lo que tenía tan emocionado a Wally a las (Dick checo su celular, y santa mierda ) 3:49 de la mañana. Murmurando una maldición por lo bajo, Dick se arrastró, de mala gana, fuera de la cama y se vistió con la ropa que Wally había sacado.

Sus movimientos eran aletargados, el sueño aún se posaba pesadamente en cada uno de sus músculos. Dick salió al pasillo después de varios minutos, pasándose la mano por el cabello de almohada. No avanzo más de dos pasos antes de que un borrón de color rojo y gris pasara rápidamente por el pasillo.

Watercolour [Birdflash]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora